¡°La Champions y la Challenge en Bilbao marcar¨¢n un antes y un despu¨¦s¡±
Alfonso Feijoo, presidente de la FER; Kepa Olabarrieta, de Bilbao Ekintza, y Jos¨¦ Mar¨ªa Epalza, vicepresidente de la FER, hablaron en ED17 de la fiesta del rugby que vivir¨¢ Bilbao el 11 y 12 de mayo.

Ni Twickenham, ni Murrayfield, ni Saint Denis, ni el Millenium¡ el 11 y 12 de mayo la capital europea del rugby ser¨¢ San Mam¨¦s. All¨ª, en el templo del f¨²tbol bilba¨ªno, se celebrar¨¢n las finales de dos competiciones europeas de clubes: la Champions Cup y la Challenge Cup; el mismo mes, en Getxo, ser¨¢ la de la Shield. Un proyecto mastod¨®ntico que, como dice Jos¨¦ Antonio Vera, especialista en rugby de AS y moderador de la charla, ¡°se est¨¢ montando muy bien¡±. ¡°Y eso es porque cuenta con el apoyo de todos los estamentos: Ayuntamiento, Diputaci¨®n, Gobierno vasco, federaciones¡¡±.
Una apuesta a la baja que ha acabado en All in, como cont¨® el presidente de la FER, Alfonso Feijoo: ¡°Ten¨ªamos la idea de organizar un partido entre hemisferio norte y sur. Llevar grandes figuras a San Sebasti¨¢n. Cuando lo planteamos nos respondieron que se estaban planteando sacar las grandes finales europeas de clubes de Francia e Inglaterra. San Sebasti¨¢n no serv¨ªa por aforo, pero San Mam¨¦s si cumpl¨ªa con las exigencias. Enseguida conseguimos el alineamiento de Bilbao Ekintzxa, La Liga, la RFEF¡ de todos los astros. Empezamos a trabajar, presentamos candidatura y salimos elegidos. Ahora se est¨¢ materializando¡±.
La respuesta de los aficionados, en un pa¨ªs que vive m¨¢s el rugby de lo que parece, sobre todo cuanto m¨¢s al norte est¨¦ uno, est¨¢ siendo un espect¨¢culo, con 40.000 entradas vendidas ya, la mitad en Bilbao, para un aforo de algo m¨¢s de 53.000 personas. Lo ilustr¨® Olabarrieta: ¡°Es la gran fiesta del rugby. No es ¨²nicamente un evento donde se venga a acompa?ar a los finalistas. Sera un lugar de encuentro para todos los aficionados al rugby. Desde que salieron las entradas en mayo hubo un aluvi¨®n que nos ha sorprendido a pesar de que nos hab¨ªan advertido. Es un destino arriesgado para EPCR, pero ilusionante en tanto que es una ciudad nueva y atractiva. Desde el principio hubo mucha demanda de entradas y alojamiento. R¨¢pidamente tuvimos que actuar y ajustarnos a eso. El evento excede la capacidad hotelera de la ciudad. Pero estamos articulando un m¨¦todo alternativo, con lo que eso conlleva en log¨ªstica. La ciudad est¨¢ acostumbrada a eventos de gran formato y responde bien. Pero es verdad que la reacci¨®n nos ha asustado un poco, aunque nos hace mucha ilusi¨®n y vamos respondiendo a las necesidades".
Esa ilusi¨®n desbordada no se traduce en el rugby en rivalidades violentas. Todo lo contrario. El hermanamiento es com¨²n. Importa el partido. No tanto el resultado. Por eso ¡°no habr¨¢ divisi¨®n ni en las gradas ni en las fan zones¡±, coment¨® Olabarrieta. ¡°Cuando organizamos los cuartos de la Champions entre Munster y Biarritz en Anoeta, la gente de San Sebasti¨¢n pensaba que iban a destrozar la ciudad. Y no pas¨® nada. Todo lleno y ni un problema. Ahora la gente all¨ª est¨¢ deseando organizar m¨¢s cosas¡±, complet¨® Epalza.
Es el legado del rugby, no s¨®lo c¨ªvico, sino tambi¨¦n econ¨®mico y deportivo. Porque al final organizar un evento de esta magnitud tambi¨¦n va de eso. En Bilbao se espera que el retorno econ¨®mico sea mayor que en las ¨²ltimas ediciones, celebradas en Lyon y Edimburgo. ¡°Nuestros c¨¢lculos exceden la cifra de 25 millones de Lyon, en principio. Entran muchas variables en juego. Se est¨¢n reservando muchos espacios en la ciudad para celebrar eventos paralelos. Hay un movimiento econ¨®mico colateral importante¡±, asegur¨® Olabarrieta. Le sigi¨® Epalza, que apunt¨® a los desplazamientos como fuente de ingresos: ¡°El impacto en Edimburgo este a?o ha sido 31 millones y yo creo que en Bilbao ser¨¢ mayor porque en Edimburgo hab¨ªa mucha poblaci¨®n brit¨¢nica con desplazamientos cortos en el d¨ªa. Aqu¨ª aprovechar¨¢n para hacer turismo tambi¨¦n y pasar varios d¨ªas¡±.
En cuanto a lo deportivo, quiz¨¢ lo m¨¢s importante porque el rugby de alto nivel est¨¢ poco m¨¢s que en pa?ales en nuestro pa¨ªs, tambi¨¦n habr¨¢ huella. Olabarrieta cree que este evento ¡°marcar¨¢ un antes y un despu¨¦s¡±. ¡°Veo el trabajo de las federaciones en el rugby base. Hay mucho esfuerzo. El hecho de que los que empiezan en el rugby tengan un espejo en la ¨¦lite debe influir. Esto ha sucedido con la final de Copa en Valladolid, el Top-14 en el Camp Nou¡ Empieza a tener presencia la competici¨®n de alto nivel en Espa?a¡±.
¡°S¨®lo falta m¨¢s cultura de rugby para dar el gran salto¡±, a?adi¨® Feijoo, inmerso en la b¨²squeda de acuerdos para aprovechar la resaca de las finales en favor del rugby patrio: ¡°En las primeras etapas de iniciaci¨®n hemos ganado much¨ªsimo en conocimiento. ?Qu¨¦ falta? Somos un deporte que siempre hemos pensado que tiene un gran potencial de patrocinio, exposici¨®n¡ Faltan clubes estructurados profesionalmente. Pero el gran avance ser¨ªa que apareci¨¦ramos en los curr¨ªculos de los colegios junto a otros deportes. Lo estamos estudiando, pero son acuerdos complicados. Porque nos falta cultura del rugby, principalmente. En otros pa¨ªses es un tema familiar. Todos se involucran. En Argentina se ha hecho ese proceso ya por ejemplo. Y ahora han llegado al m¨¢ximo nivel¡±. Si se aprovechan eventos como ¨¦ste, seguramente Espa?a no tarde mucho en recorrer esa misma senda.