Un apasionante s¨¦ptimo partido espera a Astros y Yankees
En la lucha de poder a poder en las Series de Campeonato de la Liga Americana, lo imprevisible estar¨¢ m¨¢s de actualidad que nunca en Houston.
En el mundo de los grandes deportes norteamericanos (descontando a la NFL), no hay nada m¨¢s maravilloso que un s¨¦ptimo partido, un encuentro en el que los dos equipos participantes tienen que darlo absolutamente todo de cara a conseguir participar en el Cl¨¢sico del oto?o donde les aguardan Los ?ngeles Dodgers y cuyo tramo final est¨¢ siendo un absoluto drama que rivaliza con el mejor follet¨ªn que a uno le pueda venir a la cabeza.
Y despu¨¦s de 162 partidos de temporada regular, los cruces en ronda divisional m¨¢s un Wild Card Game para uno de los dos participantes, seis partidos con sus distintas caracter¨ªsticas nos llevan a esto, al mejor momento al que un aficionado al pasatiempo nacional puede aspirar: un s¨¦ptimo partido.
A este escenario se ven abocados los Houston Astros y los New York Yankees, que lo afrontan con el mismo optimismo y expectaci¨®n que uno pudiera pensar para dos equipos que han estado batallando a lo largo de esta fase previa a las Series Mundiales y cuya igualdad es buen reflejo del diferencial que lograron en temporada regular, +198 para los neoyorquinos mientras que los texanos acumularon un +196.
Ya se sabe, a cara o cruz.
Un encuentro ¨²nico
Estamos de acuerdo con que no puede compararse con su equivalente en la gran final porque al fin y a la postre, estamos hablando del momento decisivo para coronar al campe¨®n, pero aceptamos encantados el sensacional panorama que se nos avecina a partir de las 20.00 horas de la costa este en USA y las 02.00 de la ma?ana en horario peninsular.
En definitiva, un encuentro a todo o nada y en el que ¡°hay que ganar hoy para luchar ma?ana¡±.
Curiosamente, ese instante para el recuerdo, porque los s¨¦ptimos encuentros suelen ofrecernos luchas sin cuartel en el que ninguno de los participantes se guarda absolutamente nada, no es demasiado habitual en el escenario en el que estamos como son las Series de Campeonato de la Liga Americana.
Los precedentes
De hecho, desde que los Tampa Bay Rays y los Boston Red Sox se citaran para el Nirvana beisbol¨ªstico all¨¢ en 2008, no hemos tenido un escenario igual y lo cierto es que ya estaba tardando.
No deja de ser parad¨®jico que tanto Astros como Yankees, que se han mostrado como rocas en los encuentros disputados en sus respectivos estadios, afrontan un s¨¦ptimo partido con un cierto regusto puesto que su anterior comparecencia¡ digamos, que no sali¨® especialmente bien.
En el caso de los texanos, su precedente m¨¢s inmediato en esta clase de partidos a vida o muerte nos obliga a remontarnos hasta el 2004, cuando perdieron por 5-2 en St. Louis ante los Cardinals en una ¨¦poca en la que militaban todav¨ªa en la Liga Nacional.
Por su parte, los paralelismos entre ambas franquicias no se detienen en la m¨¢xima igualdad que est¨¢ habiendo en esta eliminatoria puesto que los Yankees tambi¨¦n cayeron en 2004 contra los Boston Red Sox en la ¨¦pica remontada de los de Fenway Park que iban perdiendo 3-0 en la serie.
Aspectos a seguir
En un duelo en el que hay que poner toda la carne en el asador, los New York Yankees parten con cierta ventaja al contar con C.C. Sabathia mientras que los Astros lo har¨¢n con Charlie Morton. Este tema ya lo hemos tocado anteriormente y es que el veterano Sabathia bien puede estar lanzando su ¨²ltimo encuentro con los pinstripes y a buena fe que querr¨¢ seguir con la excelente l¨ªnea que demostr¨® en su actuaci¨®n previa en la eliminatoria, siendo la primera en su carrera en playoffs en la que dejaba al rival sin anotar.
Sin embargo, Charlie Morton lanz¨® mejor de lo que su l¨ªnea indica, con varios hits logrados sin contundencia por los Yankees y un extra?o home run de Todd Frazier a las bleachers del right field en el Yankee Stadium.
De todas formas, nada de lo anterior puede tener su papel crucial o s¨ª, porque nunca sabemos lo que nos podemos encontrar en un encuentro como el que tenemos encima y de la m¨¢xima exigencia. Los managers se ver¨¢n obligados a tener una paciencia casi inexistente si alguno de los abridores muestra signos de debilidad y una prole de excelentes relevistas en el caso de los Yankees u h¨¦roes inesperados en el de los Astros, ser¨¢n los encargados de mantener el statu quo.
?Habr¨¢ despertado al fin el ataque de Houston tras lo visto anoche? ?Recibir¨¢ un mayor respaldo Aaron Judge por parte de sus compa?eros, algo desdibujados cuando juegan fuera del Bronx? ?Cu¨¢nto se le puede exigir a Dallas Keuchel como relevo? ?Es menos invulnerable de lo que parec¨ªa el bullpen de los Yankees? ?Har¨¢n valer los Astros el factor campo tan presente en estos playoffs?
Todas estas narrativas pueden verse m¨¢s enriquecidas si cabe, puesto que los Astros no han descartado que Justin Verlander pueda actuar en alg¨²n momento del encuentro, para salvar una situaci¨®n agobiante como un par de outs en la novena entrada¡ siempre que se encuentre bien esta ma?ana y que nos retrotrae a lo ocurrido en las Series Mundiales de 2001 entre Diamondbacks y Yankees, con el Hall of Famer Randy Johnson relevando al futurible Hall of Famer Curt Schilling para salvar la victoria con cero d¨ªas de descanso.
No s¨¦ vosotros, pero yo ya estoy contando las horas que faltan para el inicio de un s¨¦ptimo encuentro que nos promete fuertes emociones.