Los All Blacks sudan para batir a una resucitada Australia (35-29)
Los Wallabies arrancaron 0-17, remontaron los campeones mundiales y el triunfo cay¨® con un ensayo neozeland¨¦s a tres minutos del final.
Nueva Zelanda y Australia ofrecieron un partido delicioso. No fue el mejor rugby, pero se recuerdan pocos partidos m¨¢s emocionantes en los ¨²ltimos a?os. Un arranque sorprendente, con los Wallabies al mando (0-17), la l¨®gica remontada de los All Blacks y la no tan com¨²n reacci¨®n australiana. Dos ensayos de los de Cheika en el ¨²ltimo cuarto de hora, tramo en el que los neozelandeses acostumbran a tener los partidos ya sentenciados, pusieron contra las cuerdas a los de Hansen, que ganaron gracias a un posado de Barrett a tres minutos del final, justo despu¨¦s del de Beale en campo contrario. Todos los que esperaban un repaso como en la primera jornada se frotaban los ojos comprobando que Australia hab¨ªa resucitado.
De forma inesperada, los errores neozelandeses se acumularon. No se recordaban en muchos a?os tantos y en tan poco tiempo y Australia, actual subcampeona mundial, lo aprovech¨®. A los 20 segundos Folau se escap¨® tras cortar un pase largo y blando de McKenzie, a los 10 minutos una touch se convert¨ªa en maul y Hooper sal¨ªa de ¨¦l por un hueco y poco despu¨¦s Genia arrancaba desde la mel¨¦ por otro hueco incomprensible para que Foley rematase la faena. En un cuarto de hora los All Blacks ca¨ªan, y en casa, por 0-17. Pasado el ecuador del primer tiempo, Rieko Ioane rompi¨® la l¨ªnea tras recibir un bal¨®n junto a un agrupamiento y dio forma al arranque de la remontada. Foley desaprovechaba balones para los Wallabies, con dos pateos al poste (uno de ellos rebotado y con ensayo australiano desaprovechado por un avant junto a la l¨ªnea). Los All Blacks, con m¨¢s precipitaci¨®n de lo habitual, dieron un paso al frente y tras varias mel¨¦s en 5 metros Aaron Smith vio una puerta para el segundo ensayo. Pese a un arranque penoso, Nueva Zelanda perd¨ªa por s¨®lo 14-17 al descanso.
La segunda mitad fue a¨²n m¨¢s atractiva que la primera. Australia sali¨® a por el partido y si resisti¨® en pie hasta el final ya no fue gracias a regalos del rival. Su gran defensa mantuvo a los All Blacks a raya hasta que Nueva Zelanda despleg¨® su magia. Y en ese punto, los campeones del mundo son imparables. Dos robos de bal¨®n de Aaron Smith y Beale abortaron dos ensayos en los primeros instantes, uno en cada lado. Luego Retallick trat¨® de posar pero la defensa australiana lo evit¨® sobre la l¨ªnea. En el ecuador de la segunda parte, a la salida de una mel¨¦, Barrett daba forma a la remontada (21-17). Es en ese punto cuando los All Blacks suelen reventar a sus oponentes, aniquilarlos, pero Australia demostr¨® por qu¨¦ es subcampeona mundial. Genia sorprendi¨® con un ensayo que Foley, de forma incre¨ªble, no transformaba al mandar su tercer pateo al poste. A diez minutos para el final, Nueva Zelanda se ve¨ªa por debajo. Despleg¨® entonces su maravilloso juego a la mano y entre combinaciones de v¨¦rtigo lleg¨® la conquista de Ben Smith. Todo en su sitio. O no. Australia cre¨ªa en la victoria y se fue a por ella, Beale hizo otro ensayo bajo palos y con el 28-29 la proeza (los Wallabies no ganan en Nueva Zelanda desde 2001) parec¨ªa estar muy cerca. Pero en la siguiente acci¨®n Read gan¨® el salto con un palmeo hacia atr¨¢s y el resto fue, de nuevo, otra demostraci¨®n de pases r¨¢pidos e incisivos para que Barrett, a tres minutos del final, salvase a los All Blacks. Gan¨® Nueva Zelanda, pero Australia resucit¨®. Gan¨® el rugby.