Barcelona 92: Segundo oro femenino en 24 horas
Almudena Mu?oz, gan¨® en judo al d¨ªa siguiente del triunfo de Miriam Blasco. Podio asegurado para Arantxa o Conchita en tenis. Espa?a gana a Italia en f¨²tbol...

Un d¨ªa despu¨¦s de que Miriam Blasco consiguiese la primera medalla de oro para una espa?ola en los Juegos Ol¨ªmpicos, Almudena Mu?oz, tambi¨¦n en judo, alcanz¨® la segunda en la categor¨ªa de menos 52 kilos. La que antes hab¨ªa sido una barrera formidable ahora se derribaba por dos veces consecutivas. Nadie se lo cre¨ªa. Esta vez la proeza la protagoniz¨® una valenciana de 23 a?os, que super¨® en el tatami, sucesivamente, a la estadounidense de origen chino Jo Quiring, a la turca Damla Caliskan, a la brit¨¢nica Sharon Rendle y a la china Zhong Li, antes de enfrentarse en la lucha por el t¨ªtulo con la japonesa Noriko Mizoguchi. Quinto oro para Espa?a, que no conoc¨ªa por el momento otro metal en los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona. Parec¨ªa que el equipo espa?ol estaba en un sue?o, del que, por el momento, no iba a despertar.
Sue?o feliz en el tatami o en el campo de regatas, en el que cuatro barcos espa?oles mandaban en la clasificaci¨®n a falta de una o dos jornadas, seg¨²n la competici¨®n, con lo que se presagiaban m¨¢s medallas de oro. En Flying Dutchman eran l¨ªderes Luis Doreste y Domingo Manrique, pero con puntuaciones ajustadas, de forma que todo iba a decidirse el ¨²ltimo d¨ªa.
En Finn no se compiti¨® este 1 de agosto, pero dominaba Jos¨¦ Mar¨ªa van der Ploeg a falta de dos regatas, las mismas que restaban en las dos clases de 470, un barco que parece hecho a medida de los espa?oles. En hombres Jordi Calafat y Francisco S¨¢nchez Luna fueron s¨®lo duod¨¦cimos en esta jornada, pero se manten¨ªan en cabeza, como Theresa Zabell y Patricia Guerra en la femenina, en ambos casos a falta de dos regatas.
Espa?a aseguraba otro puesto en el podio en tenis femenino. Arantxa S¨¢nchez Vicario remont¨® a la alemana Barbara Dittner por 4-6, 6-3 y 6-1, y Conchita Mart¨ªnez se desembaraz¨® sin problemas de la sudafricana Amanda Coetzer por 6-4 y 6-3. Las dos espa?olas tendr¨ªan que enfrentarse en cuartos, de forma que se aseguraba un puesto en las semifinales y, consecuentemente, otra medalla, al menos de bronce.
Otro metal se olfateaba ya en f¨²tbol. Espa?a hab¨ªa llegado a cuartos de final ganando todos sus partidos y sin recibir un solo gol, y en su estadio habitual, el Luis Casanova de Valencia, volvi¨® a triunfar, esta vez ante Italia, de forma trabajada, pero brillante. El ¨²nico tanto del encuentro lo meti¨® Kiko (al que la afici¨®n gaditana ve¨ªa ya en el Atl¨¦tico de Madrid) en el minuto 37. Soler rob¨® un bal¨®n a Marcolin, se lo entreg¨® al andaluz, que penetr¨® en el ¨¢rea por la derecha y bati¨® al meta italiano, Antonioli, con un suave remate digno de un artista. Ni m¨¢s ni menos que lo que era.
Al final atacaron mucho los transalpinos, pero la defensa espa?ola, perfectamente coordinada, les hac¨ªa caer casi permanentemente en la trampa del fuera de juego. Miera, el seleccionador espa?ol, sintetizaba: "Ha sido un partido digno de una final". Espa?a pasaba a semifinales, donde iba a enfrentarse con Ghana, que en cuartos bati¨® a Paraguay por 4-2.
Pero no todo eran buenas noticias. La mala, p¨¦sima, era que la Selecci¨®n de baloncesto, destrozada por Angola y con la moral por los suelos, deb¨ªa enfrentarse al d¨ªa siguiente nada menos que al Dream Team estadounidense. A prop¨®sito de este Equipo de Ensue?o, Drazen Petrovic declaraba que ve¨ªa "una final Croacia-Estados Unidos" y aseguraba que esta vez iban a "dar m¨¢s guerra" a los norteamericanos. Lo justificaba as¨ª: "Mis compa?eros ya saben lo que es jugar contra Jordan o Barkley, no saldr¨¢n tan impresionados como en esta fase previa". Drazen jugaba en aquella ¨¦poca en los New Jersey Nets y antes hab¨ªa militado en el Real Madrid.
Y, en el Estadio de Montju?c, segunda jornada, esta vez con la prueba estelar de los 100 metros. El estadounidense Leroy Burrell, amigo y compa?ero del ausente Carl Lewis en el Club Santa Monica, y el brit¨¢nico nacido en Jamaica Lindford Christie, parec¨ªan los dos hombres m¨¢s en forma. Coincidieron en las semifinales, en las que se impuso el yanqui con 9.97, por 10.00 de su oponente. En la final Leroy hizo una nula, lo que cort¨® sus alas para la segunda salida. Parti¨® mal, al contrario de Christie, que venci¨® con 9.96, por delante del namibio Frank Fredericks y del norteamericano Dennis Mitchell. Leroy acab¨® el cuarto.
El pr¨®ximo d¨ªa iba a ser de nuevo hist¨®rico para Espa?a. Hasta ahora las medallas de oro hab¨ªa llegado de una en una, pero aquel 2 de agosto iban a llegar dos de una tacada. De nuevo, lo nunca visto.