Barcelona 92: se cumplen 25 a?os de los mejores Juegos
La flecha m¨¢gica del arquero paral¨ªmpico Antonio Rebollo encendi¨® el pebetero del Estadio Ol¨ªmpico de Montju?c. A partir de ese momento el deporte espa?ol cambi¨® para siempre.


Tal d¨ªa como hoy, hace 25 a?os, una flecha disparada por el arquero paral¨ªmpico Antonio Rebollo vol¨® sobre el pebetero de Montju?c para cambiar la historia de los Juegos y del deporte espa?ol. El 9 de agosto, Juan Antonio Samaranch, el barcelon¨¦s m¨¢s universal y que hizo de su vida un prop¨®sito, traer los Juegos a su ciudad, clausur¨® la cita como presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional: ¡°Lo hab¨¦is conseguido. Estos han sido, sin duda alguna, los mejores Juegos de toda la historia ol¨ªmpica. El esfuerzo de todos (¡) ha hecho posible este gran ¨¦xito. Barcelona no ser¨¢ la misma en el futuro. Tampoco nuestro deporte, despu¨¦s de las grandes victorias obtenidas¡±.
Y es que el ¨¦xito deportivo fue a la par que el organizativo. En las 24 ediciones anteriores de los Juegos, Espa?a hab¨ªa logrado 26 medallas. En Barcelona se consiguieron 22 (13 oros, 7 platas y 2 bronces), adem¨¢s de 29 diplomas ol¨ªmpicos.
Echando la vista atr¨¢s, Barcelona 1992 dej¨® un legado y un mensaje: remando en la misma direcci¨®n se llega m¨¢s lejos. Lo simboliza la famosa foto de Agust¨ª Carbonell en la que Pascual Maragall (alcalde), Juan Antonio Samaranch, Narc¨ªs Serra (vicepresidente del Gobierno), Jordi Pujol (presidente de la Generalitat), Carlos Ferrer Salat (presidente del COE) y Josep Miguel Abad (consejero delegado del Comit¨¦ organizador) sostienen cada uno un remo del bote ¡®Mare Nostrum¡¯ antes de los Juegos.

Todo comenz¨® cuando Samaranch, embajador en la Uni¨®n Sovi¨¦tica, se vio con Serra, primer alcalde democr¨¢tico, en 1979. ¡°Dentro de un a?o optar¨¦ a la presidencia del COI. Lo que te digo ahora quedar¨¢ como si nunca lo hubiera dicho: si soy elegido presidente y t¨² ofreces a Barcelona para celebrar los Juegos de 1992, te garantizo que se har¨¢n aqu¨ª¡±, le solt¨®.
Samaranch gan¨® el 16 de julio de 1989. El Rey Juan Carlos apoy¨® el proyecto, Felipe Gonz¨¢lez alcanz¨® la presidencia en 1982 y Narc¨ªs Serra entr¨® en su gabinete; Pascual Maragall asumi¨® la alcald¨ªa; Rom¨¤ Cuy¨¤s, que hab¨ªa hecho un estudio sobre Barcelona y los Juegos, la presidencia del CSD y el empresario Carlos Ferrer Salat, presidente de la CEOE y luego del COE desde 1989, tom¨® las relaciones internacionales apoyado en un personaje clave, el empresario Leopoldo Rod¨¦s, que mostr¨® Barcelona a cada uno de los 95 miembros del COI.
Samaranch, p¨²blicamente neutral, fue el mejor embajador. ¡°Todos sal¨ªan impresionados de la unidad pol¨ªtica en torno al proyecto, del entusiasmo y apoyo de la gente corriente¡±, cont¨® en sus memorias. ¡°? la ville de ¡Barcelona¡±, se escuch¨® el 17 de octubre de 1986 en Lausana. Cayeron ?msterdam, Birmingham, Belgrado, Brisbane y el Par¨ªs de Jacques Chirac. Ganaron el entusiasmo y la unidad frente a un mejor proyecto franc¨¦s. Gan¨® Samaranch.
Luego Javier G¨®mez Navarro, secretario de Estado entre 1987 y 1993, ide¨® el plan ADO. ¡°Nos jug¨¢bamos la autoestima de los espa?oles y hab¨ªa un problema: garantizar el ¨¦xito deportivo¡±, cuenta el mandatario. En la memoria estaba el fallido Mundial de f¨²tbol en 1982. ¡°Tuvimos que superar a las federaciones, que al final son entes clientelares. Se cre¨® un comit¨¦ t¨¦cnico y se exigieron resultados¡±. Tambi¨¦n se contrat¨® a una treintena de entrenadores extranjeros. Y llegaron los resultados.
Barcelona se puso patas arriba, pero la ciudad se transform¨® abri¨¦ndose al mar. Desde entonces, es una potencia tur¨ªstica y no dej¨® ¡®Elefantes blancos¡¯. Todas las instalaciones (el estadio ol¨ªmpico es el lunar, con menos actividad) forman parte del tejido deportivo. ¡°Los Juegos Ol¨ªmpicos deben servir a la ciudad y no al rev¨¦s¡±, fue el lema de Maragall. Un modelo ¨²nico. De unidad, que muchos han querido imitar y nadie ha conseguido llevar a un grado tan alto. Ya han pasado 25 a?os.