Plata para Ona, vig¨¦sima medalla y a un punto de Rusia

En un d¨ªa de abanicos, de sudor y l¨¢grimas, junto a un entorno id¨ªlico en el Parque de la Ciudad de Budapest, que dej¨® boquiabierto a las chicas de sincronizada desde el primer entrenamiento, Ona Carbonell logr¨® una de las mejores medallas de su carrera. Una plata emotiva en la rutina de solo libre, la que le encanta a la barcelonesa, donde se desata las cuerdas de los elementos t¨¦cnicos obligatorios y puede lucir sus mejores habilidades. La vig¨¦sima medalla de Ona, la que le iguala a Gemma Mengual en Mundiales, sirve adem¨¢s como aviso a Rusia.

Fue la ¨²ltima en salir, ese puesto que quieren todas las nadadoras: el aspecto emocional tambi¨¦n ayuda a mejorar la nota de los jueces. Las notas del tema Padam Padam de Edith Piaf resonaron en Budapest y Ona se sumergi¨® en la piscina. Se movi¨® con la naturalidad de un pez, sintiendo la m¨²sica, bailando en el agua, acompasando cada frase de Piaf con sus delicados pero decididos movimientos. Disfrut¨® Ona en cada gesto con los aplausos de los espectadores de fondo y super¨® la barrera de los 95 puntos (95.0333) entre sonrisas.

A la Ona art¨ªstica y elegante se le ha unido una nadadora m¨¢s fuerte, potente, con masa muscular, capaz de volar como un delf¨ªn pero tambi¨¦n ser tibur¨®n cuando sea necesario. Esa mezcla le ha hecho mejorar la nota a?o a a?o hasta consolidarse como una de las mejores solistas de la ¨²ltima d¨¦cada, capaz de ganar medalla por tercer Mundial seguido, algo al alcance de muy pocas a lo largo de la historia.

Por delante solo qued¨® una Kolesnichenko que no es inalcanzable (96.1333), pero que en su debut internacional como solista, despu¨¦s de recoger el testigo de Ischenko y Romashina, se ha mostrado infalible y no solo por su nacionalidad. Su potencia en la rutina de solo libre es una muestra. Con menos expresividad que Ona, la robotizaci¨®n de sus figuras es perfecta, con ese movimientos de piernas inacabables y esa altura que le hace emerger m¨¢s de medio cuerpo de las profundidades acu¨¢ticas. Sus piernas eran acordes y la piscina un pentagrama.

Por detr¨¢s de Ona sigue pisando fuerte la ucrania Anna Voloshyna, cuyos 93.300 la distanciaron de la japonesa Yukiko Inui (92.066). La espigada nadadora europea, como Kolesnichenko o Carbonell, tienen esa elegancia en el agua, esa presencia que le hace mantenerse en el bronce y acercarse poco a poco al grupo actual de divas de la sincro. Ucrania ha mejorado en los ¨²ltimos a?os en impresi¨®n art¨ªstica, lo que le ha hecho catapultarse en d¨²os y equipos, y adem¨¢s cuenta con Voloshyna como estandarte. Otra gran rival para la hist¨®rica Ona. Una nadadora ¨²nica.