La m¨¢quina de poder: Albert Pujols llega a los 600 home runs
El toletero dominicano de los Angels se convirti¨® en octavo miembro del exclusivo club de los 600 vuelacercas en su carrera.
Algunos le llaman ¡°El Hombre¡±, otros ¡°La M¨¢quina¡±. Ninguno de los dos sobrenombres le hace justicia a un dominicano que simplemente naci¨® (?o fue creado?) para batear. No, no pegar sencillos como Ichiro, sino para castigar esf¨¦ricas. Para hacerlas gritar tan fuerte que levanten al espectador de la butaca.
Durante una carrera de 17 temporadas, eso es lo que el dominicano Albert Pujols ha hecho, y como premio, hoy obtuvo una exclusiva membres¨ªa. Con su bambinazo del 600 ante Ervin Santana de los Minnesota Twins, Pujols se convirti¨® en el octavo miembro del club de los 600 cuadrangulares.
Como no puede ser de otra manera, la ¨²ltima proeza en la legendaria carrera de Pujols ha sido convertirse en el primero que llegaba a esa m¨¢gica cifra v¨ªa grand slam al conectar contra el dominicano y en lograrlo desde que Jim Thome lo hiciese en el verano de 2011.
La ¨²nica sorpresa aqu¨ª es que no haya ingresado antes. Nada que reprocharle. Con 37 a?os cumplidos y aquejando dolencias que vienen incluidas con la edad, era evidente que los n¨²meros no sean los de anta?o. Pero Pujols sigue siendo una presencia intimidante en la caja de bateo.
Lo ha sido desde que victim¨® al mexicano Armando Reynoso en su cuarto partido de Grandes Ligas, como un jovencito de 21 a?os que tom¨® Ligas Mayores por asalto en camino a una campa?a de .329, 37 home runs y 130 producidas que le valieron el premio de Novato del A?o y un asiento de copiloto en la carrera de MVP, solo detr¨¢s de un tal Barry Lamar Bonds.
Despu¨¦s de eso lo hizo otras 599 veces, sin discriminar raza o nacionalidad. Pujols ha castigado a zurdos y derechos por igual, bueno, m¨¢s a los derechos en un margen de 446-154. Pero la variedad de pitchers que han permitido un jonr¨®n de Pujols es lo que verdaderamente llama la atenci¨®n. Ryan Dempster con 8 y Roy Oswalt, con 7, encabezan el listado. Despu¨¦s de eso hay tres lanzadores con seis (incluyendo a Randy Johnson), cuatro con cinco y 13 con cuatro. Obviamente no tiene un cliente predilecto.
En total, 386 pitchers distintos son los que han tenido el ¡®honor¡¯ de ver como una 13? ronda del draft (y uno de los grandes robos de la historia de las Mayores) sacaba la pelota del estadio.
A¨²n dominador del arte de bateo en un jugador que ha ganado tres premios MVP y qued¨® segundo en la votaci¨®n otras tres veces, llama la atenci¨®n que su despliegue de poder haya desaparecido ante algunos de los m¨¢ximos nombres de la loma. Nunca le ha desaparecido la esf¨¦rica a Zack Greinke, Roger Clemens o Clayton Kershaw, a pesar de que les batea para un combinado de .346.
Para benepl¨¢cito de Brad Lidge, la lista oficial de jonroneros no incluye los vuelacercas sonados en playoffs, en donde Pujols suma 19 cuadrangulares, ninguno m¨¢s recordado que aquel en el quinto juego de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional ante Lidge, para dejar a los Astros en el terreno, con un batazo que muchos siguen esperando que caiga en alg¨²n lugar de Texas.
La gran mayor¨ªa de sus vuelacercas han sido en la primera entrada 137. Pero no se equivoquen, Pujols tiene ese gen ¡°clutch¡±, como lo demuestran sus 49 bambinazos en la novena entrada o despu¨¦s, 169 despu¨¦s de la s¨¦ptima y 12 de ellos han sido para finalizar el encuentro, incluyendo el 420 y 421, que dispar¨® en noches consecutivas ante Jeff Samardzija y el mexicano Rodrigo L¨®pez. En total, 282 han sido para empatar o poner al frente a su equipo. ?Se puede pedir m¨¢s?
¡°Prince Albert¡± es uno de esos bateadores que llegan una vez cada generaci¨®n. Ya no es m¨¢s una m¨¢quina, la edad y las lesiones han demostrado que es un simple mortal, uno muy bueno, pero mortal a fin de cuentas. Como tambi¨¦n es mortal su swing, al que a¨²n le quedan p¨®lvora y a?os por jugar (tres m¨¢s en su contrato). Suficientes para seguir avanzando en la lista hist¨®rica.
Habr¨¢ m¨¢s oportunidades para levantarse del asiento, para contemplar en silencio y asombro el vuelo de m¨¢s pelotas hacia las gradas.
Eso es lo que hace Pujols. Ese es su legado.