Los New York Yankees no renuncian a competir en 2017
Con el flamante fichaje de Aroldis Chapman para la novena entrada, los bombarderos quieren hacer ruido en una competida divisi¨®n.
Hubo un tiempo en el que si hab¨ªa un agente libre en los campos de la Major League Baseball sobre los que ¡®The Boss¡¯ (George Steinbrenner, que no Bruce Springsteen) posaba sus ojos, ese jugador terminaba vistiendo las tan odiadas ¡®pinstripes¡¯, el uniforme a rayas tan caracter¨ªstico de los New York Yankees, ya fuera por lo civil o por lo criminal.
De tal palo, tal astilla.
Despu¨¦s de ver a Hal Steinbrenner, digno heredero de la ambici¨®n de su padre (que no de las formas) hacerse con los servicios de Aroldis Chapman, se puede proclamar a los cuatro vientos que los bombarderos desean seguir siendo competitivos al mismo tiempo que contin¨²an con sus esfuerzos de reconstrucci¨®n que les llevar¨¢ a tener un s¨²per-equipo repleto de talentos j¨®venes y sin cargas salariales importantes de cara a la agencia libre 2018-2019, que promete ser una especie de tormenta perfecta por el potencial econ¨®mico de los equipos y la inmensa calidad de los jugadores que pueden cambiar de aires.
Pensad en una offseason en la que Bryce Harper, Manny Machado o Clayton Kershaw, entre otros, estar¨ªan disponibles.
Sin embargo, sin adelantarnos a lo que est¨¢ por venir a unos a?os vista, los neoyorquinos han decidido apostar por el closer cubano con un lucrativo contrato de cinco a?os y 85 millones de d¨®lares, que le convierte ¡®de facto¡¯ en el cerrador mejor pagado de todos los tiempos y acabando con el r¨¦cord que estableci¨® Mark Melancon hace escasos d¨ªas cuando firm¨® su acuerdo de cuatro campa?as y 62 millones de d¨®lares con San Francisco Giants.
Todo ello tiene su relativa gracia porque se supon¨ªa que los Yankees no iban a competir el a?o que viene, sino que iban a ir consolidando el armaz¨®n que les devolver¨¢ a la senda de la competitividad y es que, hasta que llegara ese momento, tener a uno de los relevistas que pertenecen a la ¨¦lite (y el mejor pagado) resulta un capricho excesivo, teniendo en cuenta que Dellin Betances apenas ha tenido oportunidades de hacerse con el puesto tras las traspasos en verano del propio Chapman a los Cubs y Andrew Miller a los Indians.
La buena noticia es que esta contrataci¨®n, que podr¨ªa salirle muy cara en t¨¦rminos deportivos a los Yankees en apenas unos a?os debido a la l¨®gica p¨¦rdida de velocidad en la fulgurante recta del cubano, s¨®lo les costar¨¢ dinero y no ceder una primera ronda del pr¨®ximo draft como hubiese ocurrido en el caso de Kenley Jansen, al ser traspasado durante el a?o.
Lo cierto es que la jugada les ha salido redonda a los Bombarderos del Bronx porque, gracias a unos meses de Chapman en Chicago, han conseguido varias promesas de alt¨ªsimo nivel como Gleyber Torres, que ha sido el MVP de la Arizona Fall League, el lugar donde las promesas intentan lucir con la m¨¢xima intensidad y donde Tim Tebow ha tenido un rendimiento¡ mejorable.
Eso s¨ª, unido al latisueldo de Chapman en Nueva York, llega una opci¨®n para salirse del contrato al tercer a?o y la capacidad de poder vetar cualquier traspaso que le lleve a la costa oeste del pa¨ªs.
Lo que nadie puede negar es que los esfuerzos de ingeniera financiera de los Yankees para estar por debajo del techo de gasto (195 millones para 2017 con moderados incrementos para las posteriores temporadas) van a ser muy complicados, todo ello de cara a evitar las l¨®gicas penalizaciones cuando lleguen los megacontratos que afrontar¨¢ el club en los a?os venideros. Las marchas de los m¨¢s veteranos y mejor remunerados como C.C. Sabathia otorgar¨¢n esa flexibilidad, pero eso ser¨¢ materia para otro d¨ªa.
Es evidente que los Yankees no dar¨¢n por perdido el a?o que viene y contar¨¢n con un tramo final del bullpen formidable, asegurando muchos triunfos por el camino, aunque algunos pensar¨¢n que esa contrataci¨®n no es lo que necesitaba el club, calific¨¢ndolo de locura.
Pero como dijo cierta personalidad del mundo del balompi¨¦, ¡°es una locura, pero se trata de una locura maravillosa¡±.