Los Ravens llaman a la puerta al grito de ¡°?que viene el coco!¡±
Tras la marcha de Trestman, ya no solo tienen la mejor defensa de la NFL en 2016, su ataque tambi¨¦n empieza a ronronear para hacerles aspirar a todo.
Este a?o en Baltimore no ha llovido tanto como en 2015. De hecho, 'solo' tienen 15 jugadores en injury reserve. Para ellos, una cifra p¨ªrrica. Entre ellos est¨¢n los dos tight end titulares a principio de temporada en un equipo en el que les encanta usarlos. Pero lo cierto es que el resto de las bajas resta m¨¢s cantidad que calidad. Y adem¨¢s, el regreso de Pitta y Gillmore han convertido la baja de Watson y Maxx Williams en peccata minuta.
Adem¨¢s, los Ravens decidieron despedir el 10 de octubre a su coordinador ofensivo, Marc Trestman, despu¨¦s de perder contra los Redskins. Aquel d¨ªa, el ataque de Baltimore, entre an¨¦mico e inexistente, volvi¨® a caer en un problema que comenzaba a enquistarse: ning¨²n jugador sab¨ªa exactamente a lo que estaban jugando. De hecho, pocas horas antes del choque Joe Flacco pronunci¨® unas declaraciones al respecto que ayudaron a cavar la tumba de Trestman.
Desde aquel d¨ªa, y hasta el bye en la semana 8, los Ravens siguieron transitando por un vac¨ªo ofensivo casi absoluto, pero las dos semanas de par¨®n fueron todo lo que necesit¨® Harbaugh para darle la vuelta a la tortilla y conseguir que los suyos vuelvan a ser competitivos.
Ahora ha llegado el momento de preguntarse si pueden llegar a ser suficientemente buenos como para aspirar al anillo.
John Harbaugh
Creo que Baltimore, un a?o m¨¢s, cuenta con un punto a favor del que disponen muy pocas franquicias. Ese factor diferenciador es John Harbaugh. Sin duda, uno de los mejores entrenadores de la NFL que, como puede sucederle a Bill Belichick, y a otros genios, construye su franquicia no solo con grandes brochazos, sino con un cuidado casi mani¨¢tico por los peque?os detalles. Un ejemplo de ello fue c¨®mo certificaron la victoria contra los Bengals gracias a un ¡®autosafety¡¯. Hay que tener una gran sangre fr¨ªa, un tremendo esp¨ªritu competitivo, conocimiento del juego, e incluso falta de escr¨²pulos para cerrar un encuentro apretado con una jugada as¨ª. Harbaugh ya ha demostrado que es capaz de vender a un familiar con tal de ganar un anillo (su propio hermano Jim podr¨ªa decir algo al respecto¡); y por el camino, tiene una impresionante habilidad para preparar partidos llenos de encerronas cuando se enfrenta a grandes rivales.
Un front seven inmejorable
Por supuesto, y como ya es tradici¨®n en la franquicia, el equipo se sustenta en su defensa. Pero con el aliciente de que otra vez vuelve a ser la mejor de toda la NFL. Contra la carrera simplemente est¨¢ abusando. Solo permite 73,8 yardas de media por partido y 3,4 yardas por intento. Una barbaridad. Adem¨¢s, Terrell Suggs vuelve a ser el ¡®man-eater¡¯ de siempre y el front seven, sin ser tan agresivo como el de Denver, est¨¢ entre los que menos dejan pensar a los quarterbacks rivales. Y por si hab¨ªa dudas, Elvis Dumervil est¨¢ de vuelta en el momento decisivo; Zach Orr, el no drafteado que ya sorprendi¨® en 2015, est¨¢ que se sale; Matt Judon, un OLB elegido en 5? ronda del draft, ha irrumpido como un baluarte desde el banquillo¡ Da la sensaci¨®n de que el mal trago sufrido el a?o pasado, con tantas lesiones tan decisivas, ha ayudado mucho al equipo a tener profundidad en todas las posiciones. La obligaci¨®n de encontrar soluciones a la desesperada, trajo tambi¨¦n consigo la aparici¨®n de joyas inesperadas.
Una secundaria resucitada
En el aspecto defensivo su mayor preocupaci¨®n estaba en la secundaria. Sin embargo, est¨¢ rindiendo muy por encima de lo esperado. Es verdad que con ese front seven todo es m¨¢s sencillo, pero el refuerzo de Eric Weddle fue todo un acierto, porque est¨¢ jugando de esc¨¢ndalo. Adem¨¢s, da la sensaci¨®n de que est¨¢ haciendo mejor a todos los que le rodean. Webb est¨¢ definitivamente asentado en su reconversi¨®n a strong y tambi¨¦n est¨¢ que se sale. Jimmy Smith, sin ser la superestrella que apuntaba en sus primeros a?os, rinde a un buen nivel pese a las lesiones que le persiguen, Wright no desentona y, sobre todo, el rookie Tavon Young, elegido en cuarta ronda, est¨¢ teniendo en su debut una temporada fant¨¢stica. El resultado es que su secundaria ha pasado de ser un presunto dolor de cabeza a una de las m¨¢s competitivas de toda la NFL y, sobre todo, una de las que m¨¢s intercepciones consigue y menos yardas por intento permiten.
Pero lo que convierte a Baltimore en un aspirante a todo a partir de ahora no es solo su defensa, que como os digo creo que ha crecido mucho gracias en parte a la epidemia de lesiones de 2015. Los Ravens ahora pueden empezar a fiarse de un ataque que comienza a carburar.
Una gran l¨ªnea ofensiva
Para empezar, su l¨ªnea ofensiva ya no es tan porosa como a principio de a?o, cuando s¨ª pareci¨® quedarse hu¨¦rfana por la marcha de Osemele a Oakland. Tras la conmoci¨®n inicial, Yanda est¨¢ haciendo un temporad¨®n y el rookie Ronnie Stanley podr¨ªa aspirar desde el LT a novato ofensivo del a?o si no fuera por Zeke Elliott. Adem¨¢s, ahora que Flacco tiene mucho m¨¢s claro el plan de juego, suelta el bal¨®n antes, y los sacks y la presi¨®n se est¨¢n reduciendo hasta cifras testimoniales. Y lo mejor es que la evoluci¨®n se est¨¢ viendo partido a partido, y ya no solo es una cuesti¨®n de juego individual. Es como si todos empezaran por fin a entenderse. Es verdad que la herencia de Trestman les ha dejado sin un juego de carrera potente, pero la dupla Dixon-West comienza a funcionar a las mil maravillas y en los ¨²ltimos cuatro partidos han rondado las 100 yardas entre ambos, algo que hace solo un mes parec¨ªa solo una utop¨ªa.
Ahora s¨ª hay receptores
En el juego a¨¦reo, ahora es cuando est¨¢n sabiendo aprovechar la inversi¨®n hecha para el fallido sistema de Trestman. El fichaje de Mike Wallace daba mucho miedo, porque en Minnesota hab¨ªa sido como un fantasma, pero aqu¨ª se ha integrado para convertirse en un dolor de cabeza en el juego profundo, que pr¨¢cticamente en todos los partidos consigue grandes jugadas. Pitta ha vuelto en plena forma, Steve Smith est¨¢ tan a gusto que ya ¡®amenaza¡¯ con segur otra temporada m¨¢s (tendr¨ªa 38 a?os), Perriman tambi¨¦n mejora partido a partido¡ Incluso Aiken est¨¢ apareciendo cuando menos se le esperaba.
Flacco sin cometer errores
Ahora solo hace falta que Flacco acabe de entonarse, aproveche todo el tiempo que empieza a tener en el pocket, y que, sobre todo, deje de lanzar intercepciones absurdas. Su rendimiento tras el bye tambi¨¦n ha mejorado significativamente, y contra Miami el domingo destap¨® todos los tarros de las esencias para parecerse un poquito al jugador ¨¦lite cuya valoraci¨®n ¨¦l siempre reclama. Y lo mejor es que este ataque simplemente puede conformarse con que Flacco no cometa errores para que toda la maquinaria acabe de engrasarse.
El mejor francotirador de la NFL
Para terminar, muy pocos equipos pueden jugar con la tranquilidad de contar en sus filas con un francotirador como Justin Tucker, que pueda meter tres field goals seguidos de m¨¢s de 50 yardas si la ocasi¨®n lo requiere, o apoyarse en un punter como Sam Koch, que casi siempre deja a los ataque rivales entre la espada y la pared.
Y si todo lo anterior fallara, o la cosa se complicara, ah¨ª est¨¢ John Harbaugh para exprimir el reglamento o inventarse una genialidad¡ eso s¨ª, siempre que no tenga enfrente a Bill Belichick. E incluso entonces.