Bill Belichick tiene fe infinita en sus New England Patriots
Sin perder la filosof¨ªa que les ha llevado al ¨¦xito durante m¨¢s de quince a?os, cada temporada reinventa su equipo para conseguir mantenerse en la cima.
Pepe lleva todo el lunes repitiendo entusiasmado la misma pregunta a todo el que le quiere escuchar: ¡°piensa en los 31 equipos de la NFL descontando a los Patriots y dime cu¨¢l de ellos es capaz de ganar a un equipo aspirante a ganar el anillo en su propio estadio, jugando sin un quarterback titular (quiz¨¢ el mejor de la historia), su mejor jugador ofensivo (quiz¨¢ el mejor tight end de la historia), los tackles titulares lesionados y los dos guards novatos¡±.
Y luego se queda mirando a su interlocutor muy fijamente y le dice ¡°?eh?, ?eh?¡±
Eso es, en resumen, lo que son los Patriots, y lo que llevan siendo mucho tiempo. Guste o no guste, un equipo diferente, con otra forma de ver el football, una filosof¨ªa exclusiva e irrepetible y que en el primer partido de pretemporada se han vuelto a reinventar a la vez que eran fieles a s¨ª mismos.
Belichick, McDaniels y Patricia
Creo que hace mucho tiempo que Belichick no entra en las tripas de su plan de juego. Ni ofensivo, ni defensivo. Para eso tiene a McDaniels y a Patricia, que, al contrario de lo que piensa la mayor¨ªa, quiz¨¢ sean los coordinadores con m¨¢s libertad de toda la NFL. Yo imagino a Belichick analizando a un rival, reuni¨¦ndose con sus coordinadores y dici¨¦ndoles: ¡°quiero que aprovech¨¦is tal y tal defectos, que insist¨¢is en tal y tal aspecto del juego para ganar el partido¡±. Y dicho y hecho. Ambos subordinados se ponen a ello como si no hubiera otra cosa en el mundo. Por que adem¨¢s, creo que Belichick ha alcanzado un grado de perfecci¨®n casi absoluto en el arte de delegar. Sabe que puede encargar a su equipo un trabajo y que ellos lo har¨¢n exactamente igual que lo har¨ªa el.
Esa confianza, y esa compenetraci¨®n, le permiten poner en pr¨¢ctica filosof¨ªas imposibles que solo ¨¦l entiende. ¡°que pase el siguiente¡±, ¡°do your job¡±. Frases que suenan bonitas y vac¨ªas pero que en New England saben moldear. No adornan la pared de un vestuario, sino que significan algo muy concreto que cada miembro del staff y de la plantilla entiende.
Y por eso, ante los Cardinals volvimos a ver cosas que, inexplicablemente, solo se ven en el equipo de Boston, y que explican que vuelvan a ser una y otra vez competitivos, por muchos problemas que tengan y por muchas bajas que abarroten la enfermer¨ªa.
Magia en los terceros downs
Para empezar, es incre¨ªble el uso que hacen del tercer down. En los otros 31 equipos de la NFL temen como la peste jugar con terceros downs. Buscan que la serie se reinicie cuanto antes y se transmite nerviosismo cuando ven el n¨²mero tres reinando en la cima del palo. En Boston el tercer down es visto como una oportunidad m¨¢s. Lo juegan con la misma tranquilidad que cualquier otro snap, sin importar la situaci¨®n dentro del campo ni el momento del partido. Esa gimnasia mental ha provocado que sus jugadores actuen con una tranquilidad inexplicable en los momentos m¨¢s tensos. Capaces de abstraerse de la tensi¨®n del momento para concentrarse en hacer lo ¨²nico que importa: su trabajo.
La irrupci¨®n de Bennett
Me ha llamado much¨ªsimo la atenci¨®n el uso que hicieron de Martellus Bennett durante todo el partido. Yo esperaba que se convirtiera en el pase de seguridad de Garoppolo, tras la buen¨ªsima conexi¨®n que consiguieron ambos en pretemporada. Sin embargo, pese a sus 3 recepciones para14 yardas, Bennett fue utilizado fundamentalmente para reforzar la l¨ªnea ofensiva. Y esa es la primera novedad de estos Patriots de 2016. Despu¨¦s de algunas temporadas con cinco hombres en la l¨ªnea ofensiva, sin mucha ayuda por parte del resto del ataque, este a?o tienen en Bennett a un grand¨ªsimo sexto hombre bloqueador para reforzar el lado ciego¡ que adem¨¢s puede ser usado con mucho peligro en jugadas de pase. No perd¨¢is de vista a Bennett, que puede convertirse en el jugador de moda este a?o en New England.
Blount sigue siendo decisivo
Otro jugador clave, cuya lesi¨®n ya se not¨® una barbaridad el a?o pasado, es Legarrette Blount. Que adem¨¢s est¨¢ m¨¢s delgado que nunca y recuerda a aquel corredor que sorprendi¨® en su primera temporada en Tampa. Blount aporta dos cosas importantes. La primera son las ayudas en los bloqueos. Belichick siempre ha valorado mucho a los buenos bloqueadores desde el backfield, hasta el punto que incluso ha mantenido en la plantilla corredores de bajo rendimiento en yardas solo porque ten¨ªan esa virtud. Pero Blount tambi¨¦n es un corredor que fija mucho a las defensas. No suele tener muy buena media en yardas por intento, pero rompe en segundo nivel con facilidad en jugadas que terminan convirti¨¦ndose en decisivas en los partidos y por eso le temen. De hecho, eso sucedi¨® el domingo en el ¨²ltimo drive de New England. Algunos ven a Blount y piensan que esos snaps en los que no consigue avances son exasperantes, e incluso jugadas perdidas, pero en realidad abren la puerta a que en la siguiente jugada el quarterback tenga enfrente un terreno m¨¢s despejado que facilita el pase.
La prueba del algod¨®n es que el a?o pasado, tras la lesi¨®n de Blont, buscaron desesperadamente un sustituto que no encontraron. Con ninguna otra posici¨®n hicieron un esfuerzo tan grande.
Que pase el siguiente
Sobre la filosof¨ªa de ¡°que pase el siguiente¡±, destac¨® la irrupci¨®n de ¡®SevenEleven¡¯ Hogan como tercer receptor. Con Amendola designado como soluci¨®n profunda, puede formar junto a Edelman una pareja que se compenetre muy bien en la filosof¨ªa de ¡®nube de avispas¡¯. Tambi¨¦n me gusta c¨®mo poco a poco va cogiendo peso espec¨ªfico James White, el receptor desde el backfield que siempre quiere tener McDaniels, y que el lunes por la noche fue siempre un dolor de cabeza para la secundara de Arizona.
Otro detalle que no es nuevo, pero me llama la atenci¨®n en este equipo, es que ning¨²n jugador de New England se desentiende de una jugada hasta que no ha terminado, aunque su participaci¨®n ya no sea relevante. Esa m¨¢xima intensidad en cada segundo tampoco se ve habitualmente en muchos otros equipos, y es una de las razones por la que muy pocas veces pierden la concentraci¨®n y cometen muy pocos de esos errores tontos que le da la vuelta a un partido.
Magn¨ªfico Garoppolo
He dejado adrede para el final el partido de Garoppolo. Si hubi¨¦ramos visto el encuentro desenfocado, y nos hubieran dicho que el que estaba en el campo era Tom Brady, nos lo habr¨ªamos cre¨ªdo. Protegi¨® el bal¨®n en todo momento como su titular y lanz¨® algunos pases de mucho m¨¦rito. ?Es el heredero de Brady? Creo que no es el momento de sobrerreaccionar con este asunto, ni el de empe?arnos en hacer de menos a Brady. Lo ¨²nico seguro es que el staff ha conseguido hace magia al poner en juego un plan en el que un tipo sin experiencia se sienta c¨®modo e incluso parezca brillante. Siempre se pone el ejemplo de Cassell, como sustituci¨®n exitosa de Brady, pero tambi¨¦n siempre olvidamos que justo ese a?o, y pese al r¨¦cord, fue uno de los dos en que los Patriots no entraron en playoff desde que el mito fue designado QB titular del equipo en 2001.
Lo ¨²nico que parece seguro es que Belichick puede vivir desde dentro un partido con el marcador apretado sin inmutarse, como lleva haciendo muchos a?os. Y es capaz de sobrevivir sin Tom Brady, sin Gronkowski y sin una sola gran estrella en su equipo. Pero de ah¨ª al anillo hay muchos meses y partidos complicados por delante, y una plantilla que, pese a todo, parece cogida por los pelos¡ Y eso hace que mole todav¨ªa m¨¢s.