Se inicia la era Yoan Moncada en los Boston Red Sox
El ascenso de la mayor promesa que hab¨ªa en las Ligas Menores, quiere darle el empuj¨®n definitivo a las aspiraciones del club en la despedida de David Ortiz.

Corren buenos tiempos en los Boston Red Sox. El equipo, una vez empezado el mes de septiembre, se encuentra a apenas un par de encuentros del t¨ªtulo divisional que est¨¢ bajo el control de los Toronto Blue Jays. Si ese no pudiera ser un escenario viable, siempre te queda la opci¨®n de jug¨¢rtelo todo a una sola carta en el partido de Wild Card, que les enfrentar¨ªa a d¨ªa de hoy con los Detroit Tigers o Baltimore Orioles en Fenway Park.
El adi¨®s de David ¡®Big Papi¡¯ Ortiz tiene serias opciones de tener un cap¨ªtulo extra y qui¨¦n sabe si potencial ep¨ªlogo exitoso cuando llegue octubre.
Con ese objetivo, despedir a la gran leyenda dominicana a lo grande, los Boston Red Sox han echado mano de su aparente inagotable cantera de las Ligas Menores y cuya ¨²ltima incorporaci¨®n se llama Yoan Moncada.
Una vez que llegamos al presente mes y las plantillas pasan de los habituales 25 a 40 jugadores, los equipos suelen utilizar este momento para dar la alternativa y primera prueba de fuego a las promesas del club, pero tambi¨¦n se realizan incorporaciones de cara a potenciar el tramo final de la campa?a regular y, no lo perdamos de vista, reforzar el roster cuando llegue el momento de la verdad, los playoffs que arrancan el 4 de octubre. El mejor ejemplo es la adquisici¨®n de Coco Crisp por los Cleveland Indians.
Y mejorar tu plantilla con el MVP del encuentro de las Futuras Estrellas celebrado el pasado mes de julio en San Diego tampoco parece mala opci¨®n.
Lastrados por la baj¨ªsima productividad del equipo en la esquina caliente, que se ha situado en la tercera cifra m¨¢s baja de toda la competici¨®n con un OPS de .703 (cuando la media de la MLB es de .740), los Red Sox han decidido que los problemas de Travis Shaw, inoperante cuando se enfrenta a lanzadores de su mismo perfil siniestroy en la segunda mitad del a?o, tienen en la promoci¨®n de Yoan Moncada, la mejor promesa que hab¨ªa en las Ligas Menores, su mejor soluci¨®n.
Tal como ocurriera en el caso de Andrew Benintendi, lesionado en la rodilla hace escasas fechas, pero que cuenta con opciones para volver antes de que acabe la temporada regular, el cubano Moncada va a ser ascendido con la intenci¨®n (y el deseo) que sea la versi¨®n actualizada del impacto que caus¨® Xander Bogaerts en esa misma posici¨®n en el t¨ªtulo de 2013 o Jacoby Ellsbury en 2007.
La pregunta respecto a Yoan Moncada es ?Qu¨¦ podemos esperar de ¨¦l en lo que queda de a?o?
En un mundo ideal, el cubano que apenas ha jugado diez partidos en ese puesto en las Menores, se har¨¢ con el mismo y supondr¨¢ una bocanada de aire fresco como pas¨® como Benintendi, aparte de solucionar los problemas en esa posici¨®n. Sus n¨²meros en las Ligas Menores son realmente espectaculares, en su paso por dos categor¨ªas distintas. En el equipo de la Clase A en Salem, logr¨® un .307 de media de bateo con 25 dobles, 3 triples, 4 home runs y 36 robos en 44 intentos a lo largo de 61 partidos. Tras ser ascendido a la Doble A en Portland, su marca fue de .277 con seis dobles, tres triples, 11 home runs y 9 robos en 13 intentos.
Si sumamos todos los guarismos, nos da un OPS por encima del .900 y una intrigante mezcla de potencia y velocidad que le hizo merecedor de esa prima por fichaje (signing bonus) de 31.5 millones de d¨®lares, que conllev¨® una sanci¨®n por esa misma cantidad a la hora de superar el l¨ªmite que se pod¨ªa gastar el club. Esos m¨¢s de 60 millones de d¨®lares entre todos los conceptos es dinero bien empleado por la mayor promesa que hab¨ªa en aquella ventana de fichajes y que motiv¨® una guerra sin cuartel entre las franquicias m¨¢s poderosas del deporte.
Sin embargo, nadie puede pensar que el ultratalentoso bateador ambidiestro va a dominar la competici¨®n. A fin de cuentas da un salto enorme de categor¨ªa y es complicad¨ªsimo rendir al m¨¢s alto nivel. A Moncada nunca le ha faltado confianza en sus habilidades, ya que anunci¨® que en un a?o iba a estar jugando en las Grandes Ligas y ha errado en su predicci¨®n por unos meses.
Adem¨¢s, el trabajo extra que exige mantener un swing fino que se desenvuelve en dos perfiles distintos le har¨ªa ser considerado como alguien que no tiene puntos d¨¦biles, porque siempre estar¨¢ en un perfil ventajoso cuando se enfrente a un pitcher. Esto no es cierto o al menos no ahora en el caso de Moncada. Su swing desde la izquierda (.305, 9 home runs y .966 OPS) parece mucho avanzado que cuando batea como diestro (.167, 2 home runs y .691 OPS). Todo esto se ha magnificado especialmente en Portland y hace saltar varias alarmas¡ o no entregarle todav¨ªa las llaves de la ciudad.
No obstante, esa confianza puede ser su gran activo y se une a que no tendr¨¢ que ser la figura central sobre la que gire el resto del turno de bateo. Est¨¢ aqu¨ª para ayudar y aprender.
Y ha llegado al mejor sitio posible en el momento adecuado.