San Francisco 49ers podr¨ªa cortar a Colin Kaepernick
El bajo rendimiento del quarterback y sus problemas con las lesiones pueden sacarle de la lista definitiva de 53 sin que sus ¨²ltimas declaraciones tengan que ver con la decisi¨®n.
Colin Kaepernick parece no poder alejarse de los reflectores. El mismo fin de semana que acapara los titulares con su postura pol¨ªtica, el quarterback de los 49ers de San Francisco podr¨ªa tener un nuevo problema en puerta, su trabajo.
Reportes circularon el domingo sobre el titubeante futuro de Kaepernick en la bah¨ªa, un futuro que nada tiene que ver con sus decisiones de no ponerse de pie al sonar el himno nacional de Estados Unidos y m¨¢s con su incapacidad de hacer bien su trabajo.
Desde que Jim Harbaugh perdi¨® (o gan¨®, dependiendo del punto de vista) su disputa de poder en San Francisco, la ex doble amenaza ha tenido que transitar un camino cuesta arriba. Primero intentando adaptarse a un nuevo sistema del coach Jim Tomsula y el coordinador Geep Chryst.
Perder el puesto ante Blaine Gabbert es algo ya de por si suficientemente malo, y despu¨¦s de ello aparecieron distintas lesiones, operaciones que se extendieron hasta la pretemporada, incapacit¨¢ndolo de una lucha justa por recuperar la titularidad.
Ese mismo retraso en el proceso para aprender y practicar la sofisticada ofensiva de Chip Kelly tiene a Kaepernick contra la pared. Al igual que en el terreno, donde no completa sus progresiones con sus receptores, en las pr¨¢cticas y en la sala de video tampoco ha logrado el progreso suficiente.
Un reporte respecto a su posible salida del equipo antes de que finalice la campa?a, indica que todas esas operaciones le costaron masa muscular, peso, y la capacidad para alargar jugadas o escapar por tierra. Lo que qued¨®, b¨¢sicamente, es un quarterback de bolsillo que lanza a su primera opci¨®n y que adem¨¢s es un pararrayos de pol¨¦mica. No luce como un buen negocio.
Sin embargo, su postura pol¨ªtica pudo haberle salvado el empleo temporalmente. Se neg¨® a ponerse de pie durante el himno nacional como protesta ante la desigualdad racial en Estados Unidos.
?C¨®mo se despide a un jugador a la siguiente semana por motivos deportivos sin que parezca que existe una agenda en su contra? No se puede, al menos no sin involucrar abogados, sindicatos de jugadores y m¨¢s atenci¨®n innecesaria sobre un equipo joven y en reconstrucci¨®n.
Pero el tiempo corre. Su mayor legado en la NFL pudieron ser sus palabras y actos del fin de semana, pues de aquel jugador din¨¢mico que se qued¨® a cinco yardas de ser campe¨®n hace apenas tres temporadas, solo queda una sombra y la reputaci¨®n de ser producto del sistema Roman/Harbaugh. Nada m¨¢s.