Las batallas en el training camp de los Baltimore Ravens
Harbaugh quiere sacarse la espina de su primera temporada con balance negativo. En el punto de mira, recuperar lesionados y ajustar estrategias.
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El suelo se vuelve menos arenoso y ¨¢rido. Asoman t¨ªmidas algunas rocas y ciertos matojos. El ambiente es menos reseco. Todo apunta a que la anual traves¨ªa del desierto se acerca a su fin. El pr¨®ximo fin de semana estar¨¢n en funcionamiento todos los training camps, pen¨²ltima estaci¨®n de penitencia del sufrido seguidor de football americano. Las noticias dejar¨¢n de ser estramb¨®ticas y dar¨¢n paso a informes cada vez m¨¢s certeros sobre el estado real de cada equipo. La NFL se despereza de su letargo y se pone seria. En Owings Mills, Maryland, en el campo de entrenamiento de los Ravens, no ser¨¢ diferente de los otros 31 equipos.
En efecto, ser¨¢ similar, pero con sus propias particularidades. Para empezar, en un equipo sacudido por las lesiones, la principal batalla ser¨¢ por recuperar la forma. El a?o pasado, buena parte de sus principales estrellas pasaron por la enfermer¨ªa. El RB Forsett se rompi¨® el brazo, el OLB Suggs y el WR Smith se desgarraron el tend¨®n de Aquiles, el TE Gillmore, el hombro¡ pero el m¨¢s importante de todos, el QB Joe Flacco, compite contra los plazos de recuperaci¨®n de su torcedura de ligamentos de rodilla para ponerse cuanto antes a los mandos del ataque c¨®rvido. No inquieta demasiado que se pueda perder parte del training camp, ya que es un jugador experimentado con un claro conocimiento y ascendente sobre la plantilla, pero tras la decepcionante campa?a 2015, Harbaugh necesita a todos sus efectivos a pleno rendimiento desde el primer partido para reafirmar el poder¨ªo perdido. Por tanto, el principal foco de inter¨¦s de la pretemporada ser¨¢ comprobar c¨®mo han sanado de sus heridas los ca¨ªdos en combate, y cu¨¢nto tiempo pueden permanecer inactivos los que a¨²n no est¨¢n recuperados (los citados Suggs y Smith, m¨¢s el OLB Dumervil, el WR Perriman, el CB Rolle y el RB Richardson).
Otra batalla, de antemano perdida, es contra el paso del tiempo. En el grupo de corredores, el treinta?ero Forsett tendr¨¢ que v¨¦rselas ante la juventud de Allen (24) y Dixon (22), y la contundencia de los Taliaferro, West e incluso Richardson si se recupera a tiempo. Dudo que mantengan m¨¢s de 4 RBs en el roster (sin contar al FB), as¨ª que el veterano no s¨®lo deber¨¢ pelear por conservar la titularidad, sino por sobrevivir en el equipo.
El campamento de verano es duro para todos, pero especialmente para los rookies. No s¨®lo por las habituales novatadas. Deben encajar en un grupo consolidado, acostumbrarse a un nuevo ritmo de vida, tanto dentro como fuera del campo, en el que ya no son estrellas universitarias, sino el ¨²ltimo eslab¨®n de una empresa multimillonaria; y sobre todo, asimilar r¨¢pidamente las nuevas directrices t¨¢cticas de los impasibles entrenadores. Esto ¨²ltimo es fundamental para aquellos con previsi¨®n de titularidad, como el LT Stanley, pero se da la peculiaridad de que a otros se les va a requerir jugar en posiciones distintas a las habituales. Al OLB Correa se le pedir¨¢ jugar por el interior, y al QB Reynolds, misiones de WR y retornador.
No ser¨¢n los ¨²nicos a reciclarse. Webb, tras 7 campa?as como CB, deber¨¢ demostrar que se puede adaptar con solvencia al puesto de SF. Tras irse el OG Osemele, se les abre la posibilidad al C Jensen y al OT Hurst de encontrar hueco en la alineaci¨®n en la posici¨®n de OG compitiendo con Urschel. Si se confirma la deriva a un frontal defensivo 4-3, quienes antes asimilen la nueva estrategia partir¨¢n con ventaja. Reinventarse o morir, la NFL no hace prisioneros.
Otra batalla ser¨¢ entre tradici¨®n y modernidad. Como en otros campos de entrenamiento, tambi¨¦n han hecho su aparici¨®n dummies motorizados. Qui¨¦n sabe si estaremos ante el inicio del ¡°Juicio Final¡±, la lucha entre hombres y m¨¢quinas anunciada por Terminator. En todo caso, si Trestman consigue consolidar su rompedora filosof¨ªa ofensiva m¨¢s enfocada hacia el pase, la guerra en el cuerpo de receptores tambi¨¦n ser¨¢ nuclear. Con la incertidumbre sobre Smith y Perriman por la edad del primero y la fragilidad del segundo, Aiken y Wallace tienen la opci¨®n de incrementar su protagonismo. Como suelen conservar s¨®lo 6 WRs, y el rookie Moore parece seguro, la ¨²ltima plaza, que alternar¨ªa funciones de retornador, se la disputar¨¢n Campanaro y el citado Reynolds. Peor ser¨¢ entre los TEs. El fichaje de Watson, m¨¢s la recuperaci¨®n de Gilmore y Pitta y la evoluci¨®n de Williams, deja escaso margen a los j¨®venes Boyle y Wallen. De la titularidad a si ser¨¢n uno o dos en la alineaci¨®n o las plazas de banquillo, todo est¨¢ en el aire.
El training camp es lo m¨¢s parecido al juego de las sillas. Empieza a sonar una m¨²sica que se apagar¨¢ el 2 de Septiembre, y s¨®lo 53 afortunados encontrar¨¢n asiento. La calidad y extensi¨®n de la plantilla es tal que los entrenadores lo tendr¨¢n muy complicado para los descartes. Lo bueno es que acertar¨¢n hagan lo que hagan. Quiz¨¢ esta soluci¨®n musical no sea tan mala idea.