De c¨®mo los Rams y los Titans acordaron el traspaso del #1
Un golpe de fortuna sent¨® juntos a los general managers de ambas franquicias en la Combine y ah¨ª empez¨® la mayor negociaci¨®n de este draft.
Me encantar¨ªa estar presente en las grandes negociaciones de los general managers de la NFL. Esas mesas de negociaci¨®n, esas llamadas extempor¨¢neas, ese tratar de convencer primero a los tuyos y luego a los suyos, las horas de tensi¨®n hasta saber si la t¨¢ctica elegida funciona o no, las cosquillas en el est¨®mago cuando las dudas asalten sobre si la direcci¨®n es la correcta... me encantar¨ªa.
Este a?o hemos tenido un intercambio fabuloso de cara al draft entre los Tennessee Titans, que ten¨ªan la primera elecci¨®n, y Los Angeles Rams, que ten¨ªan la d¨¦cimoquinta. No he podido estar presente en el proceso, como me ha pasado (hasta el momento) en el 100% de los acuerdos de este estilo, pero el periodista de Sports Illustrated Peter King s¨ª que ha podido hablar con los protagonistas y ha reconstruido lo que sucedi¨®. Pod¨¦is leer el art¨ªculo aqu¨ª.
El caso es que todo empez¨® con un golpe de fortuna. Les Snead, general manager de los Rams, y Jon Robinson, de los Titans, se sentaron juntos en la Combine, ese acontecimiento en el que los equipos eval¨²an a los chicos que se presentan al draft. All¨ª, de manera inopinada, Snead le dijo a su colega: "oye, ?escuch¨¢is ofertas por el n¨²mero uno?", y este le respondi¨® con un "si la oferta es buena...". Es probable que esta chispa no se hubiese producido sin la fortuna de por medio.
Jon Robinson est¨¢ en sus primeros pasos en el puesto. Era el director de ojeadores de los Patriots y ha aprendido de una de las mejores organizaciones en la gesti¨®n del draft. Es obvio que no tiene miedo a moverse y a negociar. "Si esto sale bien, en unos a?os ser¨¦ aplaudido por ello. Sino, habr¨¢ un cartel de 'se vende' en la bonita casa que me acabo de comprar", dijo, dejando claro que no le asusta la responsabilidad de su puesto.
S¨®lo con las primeras conversaciones de la Combine, los Rams sab¨ªan que ten¨ªan entre manos algo gordo. Por eso se lanzaron a evaluar a Jared Goff y Carson Wentz, los dos QBs aspirantes a ser n¨²mero uno del draft, en los d¨ªas posteriores. Eso dio a Robinson la informaci¨®n suficiente para saber que estaba en el asiento del conductor de la negociaci¨®n. Pidi¨® las dos segundas rondas de los Rams como algo innegociable, como parte primordial del trato, m¨¢s una tercera y la primera y la tercera del pr¨®ximo a?o.
Es esencial, en este punto, recordar que una de las dos segundas de los Rams viene de Phialdelphia, por el traspaso de Sam Bradford. Sin ella este trato no habr¨ªa sido posible, por lo que se puede decir que Chip Kelly ha sido capital en el n¨²mero uno de este draft.
En Los Angeles ya tienen claro que necesitan un QB franquicia. Por muchos motivos, entre ellos el deportivo. As¨ª que escuchan la oferta con o¨ªdos atentos. Piden una cuarta y una sexta a los Titans para compensar la balanza de la p¨¦rdida, y Robinson considera que es algo justo, por lo que accede.
En ese punto el tiempo apremia. Ambas partes quieren tener el acuerdo certificado quince d¨ªas antes del draft. De esta forma se preparan para un proceso de elecci¨®n muy diferente, pues no es lo mismo elegir seis veces entre los 76 primeros, como Tennessee, que tener que elegir el uno y s¨®lo una vez por ronda y, de la misma forma, si pagas ese potos¨ª y vas a escoger a tu QB del futuro, como Los Angeles, quieres tenerlo muy atado. Adem¨¢s, Robinson sabe de la importancia a nivel de marketing y de marca que tiene elegir los primeros en el draft y quiere que los Rams lo disfruten, "en el mismo momento en que lo hagamos nuestro logo sale de ah¨ª y pon¨¦is el vuestro", le dice a Snead. As¨ª que hay que acelerar.
El cambio parece medio cerrado, sin embargo hay un peque?o detalle que solventar: los Rams quieren que la tercera ronda del a?o que viene sea la compensatoria y los Titans quieren que sea la est¨¢ndar. La diferencia puede ser, f¨¢cilmente, de unos veinte puestos. En Los Angeles han perdido tantos agentes libres, sobre todo Janoris Jenkins y su gran salario, que consideran muy probable que les caiga esa tercera compensatoria. Robinson vuelve a mostrar cintura, y tambi¨¦n un enorme sentido de la justicia y del honor, y acepta la compensatoria, en caso de que exista, m¨¢s una s¨¦ptima a modo de consolaci¨®n. Si la NFL no concede esa segunda elecci¨®n en tercera ronda, se quedar¨ªan con la est¨¢ndar. Snead dice "trato hecho" y ambos hombres se dan la mano, metaf¨®ricamente, por tel¨¦fono.
Un ¨²ltimo detalle: el acuerdo se cierra el d¨ªa antes de que Kobe Bryant se retire. Jeff Fisher llama a Jon Robinson y le explica lo importante que ese d¨ªa para Calofornia y para la nueva ciudad de los Rams, y quieren cuidar a la comunidad, por lo que le piden que no lo haga p¨²blico hasta que no pasen los festejos por la leyenda de la NBA. Y Robinson, como durante todo el proceso, cumple con honor.?