En los playoffs ni son todos los que est¨¢n, ni est¨¢n todos...
La falta de competitividad real de algunas disciplinas deportivas (LFP, ACB¡) contrasta con la frescura e impredecibilidad de una competici¨®n como la NFL.

Temporada tras temporada, a?o tras a?o, la falta de competitividad real de algunas disciplinas deportivas (LFP, ACB, FIA, FIM, ATP¡) contrasta con la frescura e impredecibilidad de una competici¨®n como la que organiza la NFL. La decadente esclerosis de aquellos torneos se torna en imposible vaticinio cuando de gridiron se habla. Con quiz¨¢ la excepci¨®n del XLIX Super Bowl, en el que Seattle y New England confirmaron casi todos los pron¨®sticos, en la ¨²ltima d¨¦cada no ha habido primer domingo de febrero en el que no se plantara un invitado sorprendente. La final de este mismo a?o ha sido testigo de c¨®mo Carolina, doce a?os despu¨¦s, volv¨ªa a presentarse en la fiesta final. Rep¨¢rese adem¨¢s en el siguiente dato, que no hace sino confirmar la vitalidad de esta competici¨®n: la franquicia de la familia Richardson, que esta temporada firm¨® un soberbio record de 15-1 para liderar su Divisi¨®n, en la anterior sin embargo alcanz¨® la postemporada, tambi¨¦n como l¨ªderes de la NFC South, merced a un raqu¨ªtico balance de 7-8-1 (469.) en una Divisi¨®n en la que ninguno de los conjuntos que la forman logr¨® ganar ni la mitad de sus partidos.
Y ya estamos entonces de nuevo con la eterna y recurrente discusi¨®n acerca de los criterios de acceso a la postseason. En efecto, disfrutamos de una competici¨®n extraordinariamente imprevisible, din¨¢mica y equilibrada, pero ?los doce equipos que cada a?o juegan en enero son siempre los mejores conjuntos? ?El sistema de acceso a playoffs es equitativo? ?Est¨¢ justificada la ?primogenitura? ex lege de los campeones de Divisi¨®n con independencia de su balance regular? ?La distribuci¨®n de seeds es ecu¨¢nime? O por el contrario ?debemos considerar los playoffs como una suerte de borr¨®n y cuenta nueva, al margen de la perfomance oto?al?
Todos recordamos, por no remontarnos en exceso, como los mediocres Chargers de 2008 se plantaron en los playoffs como campeones de su AFC West, con unos paup¨¦rrimos 8-8, mientras que Jets, Cowboys, Bears y Bucs, con un balance de 9-7 y Patriots, con ???11-5!!! se quedaban fuera de la postseason. A mayor abundamiento, San Diego, aprovechando la ventaja de jugar como local el wild card, dej¨® fuera a los fenomenales Colts de Dungy, Manning y White, que llegaban a Qualcomm Stadium con un imponente 12-4.
Aun m¨¢s lacerante fue lo acontecido en 2010, cuando un pigmeo balance de 7-9 le sirvi¨® a Seattle para para campeonar en la hipotrofiada NFC West, o en otras palabras, seis equipos no clasificados para playoffs presentaron igual o mejor balance que los hombres de Carroll aquel a?o. A los anales de la competici¨®n ha pasado el wild card disputado en el ruidoso Qwest Field de Seattle, cuando los poderosos Saints con un solvente balance de 11-5 fueron derrotados por vez primera en la historia de los playoffs por una franquicia con balance regular negativo. No obstante, Football Outsiders sostiene que los Rams de Mike Martz de 2004, jugada por jugada, son el peor equipo con una victoria en playoffs de toda la historia, a pesar de que su temporada regular se saldara con un 8-8. Tiene gracia que aquella victoria fuese sobre¡?Seattle!
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La NFL ¨Clos propietarios- discuten cada a?o fundamentalmente dos medidas con las que de alguna forma paliar esta evidente distorsi¨®n de la competici¨®n: en primer lugar, el aumento de equipos en playoffs de 12 a 14 y, en segundo lugar, la determinaci¨®n del factor campo aplicando estrictamente el balance de la regular season, sin atender al rol de campe¨®n de divisi¨®n, que deber¨ªa postergarse en caso de enfrentarse a un conjunto no campe¨®n con mejor record. Como todos ustedes saben, las conclusiones son tambi¨¦n siempre las mismas: el aumento de equipos debilitar¨ªa la calidad de los playoffs; la postemporada se alargar¨ªa en dos semanas m¨¢s con los problemas de ¨ªndole televisivo, econ¨®mico y f¨ªsico para los jugadores; se solapar¨ªa la NFL con el college football o, el argumento recurrente de muchos propietarios: ?oiga, ganar la Divisi¨®n garantiza a mi parroquia un partido m¨¢s en casa. M¨¢s ingresos, m¨¢s tiempo de descanso y m¨¢s opciones de victoria ?a qui¨¦n le importa si gan¨¦ con balance positivo o negativo? ?qu¨¦ culpa tengo de estar en una Divisi¨®n de maulas? ?.
Hasta ahora hemos analizado supuestos en que equipos clasificados para playoffs lo hac¨ªa con balances ciertamente indignos de una competici¨®n de la categor¨ªa de la NFL. Y tambi¨¦n hemos examinado, tangencialmente, estupendos equipos que se quedaron fuera de la postseason con balances inapelables como fueron los Broncos de Elway y Kubiak de 1985, que, al igual que los Patriots de 2008, se ve¨ªan fuera de los playoffs nada m¨¢s y nada menos que con 11 victorias y ¨²nicamente 5 derrotas. Advi¨¦rtase que el equipo de las Rocosas, ven¨ªa en la temporada 1984 de registrar un 13-3 y que en 1986 y en 1987, sus balances de 11-5 y 10-4-1 respectivamente, le granjearon sendas ¨Cy frustrantes, todo hay que decirlo- apariciones en el Super Bowl. Y qu¨¦ decir de los Patriots. El equipo de Belichick ven¨ªa de firmar un inmaculado 16-0 en 2007 ¨Ccon el Tyree-head-catch final- y un 10-6 en 2009 que sin embargo s¨ª le pasaport¨® en esa ocasi¨®n para los playoffs.
Al hilo de estos incontrovertibles desequilibrios, hace unas semanas, nuestro gran @deionmarco, me recordaba la mayor de las aberraciones que desde este punto de vista ha sufrido la competici¨®n. Contextualicemos el escenario. ?rase una vez una franquicia que entre 1957 y 1972 ¨Cquince temporadas consecutivas- no registr¨®, ni una sola vez, una record negativo, alcanzando en esos tres lustros cinco veces el partido por el campeonato ¨CNFL Championship Game o Super Bowl- , de los que gan¨® tres. En efecto, los m¨ªticos Colts de Unitas.

Tras su dos primeros campeonatos ¨C entre los cuales debe subrayarse el de 1958, el legendario Greatest Game Ever Played-, en 1963 llega a Baltimore el joven Don Shula, que en su segunda temporada en la ciudad de Poe alcanza la final, tras un balance de 12-2, perdiendo el NFL Championship Game frente a unos intratables Browns, que les endosan un contundente 27-0 a manos de la conexi¨®n letal de Ryan y Collins. 10-3-1 en 1965 ¨Ccon Noll ya como coordinador defensivo-, 9-5 en 1966 y llegamos a 1967.
En el verano del All you need is love, la NFL se expande hasta alcanzar los diecis¨¦is equipos con la incorporaci¨®n de los Saints, por lo que debe reestructurase la competici¨®n en dos conferencias, Eastern y Western, cada una de ellas con dos divisiones de bizarros nombres de siete letras y todos empezando por la letra C: Capitol (Dallas, New Orleans, Philadelphia, y Washington) y Century (Cleveland, New York, Pittsburgh, y St. Louis) por el Este y Central (Chicago, Detroit, Green Bay y Minnesota) y Coastal (Atlanta, Baltimore, Los Angeles, y San Francisco) para el Oeste.

Cada equipo jugar¨ªa seis partidos divisionales; un partido contra cada uno de los restantes cuatro equipos de su conferencia y un encuentro no conferencial con cada uno de las cuatro franquicias de cada divisi¨®n, para hacer un total de 14 encuentros. Cada campe¨®n divisionario pasaba a los playoffs, donde se programaba un doble duelo conferencial que daba el billete para el NFL Champsionship Game, que a su vez era la puerta para el II Super Bowl. Es un a?o el de 1967 en el que tambi¨¦n hay nuevas incorporaciones en el reglamento. As¨ª, se introduce el conocido como ?slingshot o tuning fork goalpost?, que se mantiene hasta nuestros d¨ªas. Se traza asimismo un borde de 6 pies alrededor del campo de juego, que delimita la zona donde no pueden ubicarse los no participantes y que permite a los jueces desplazarse por el pasto siguiendo la jugada. Finalmente, y esto ser¨¢ decisivo como veremos, se establece una nueva regla de desempate, priorizando la diferencia de puntos a favor o en contra en los enfrentamientos directos. Adem¨¢s, la condici¨®n de local ven¨ªa determinada por un turno rotatorio entre divisiones, que cambiaba de un a?o a otro.

Los Colts de 1967, con Shula a los mandos, Arnsparger coordinando la ofensiva y Chuck Noll haciendo pr¨¢cticas en la defensa para hacer historia poco despu¨¦s en Pittsburgh, cuentan aun esa temporada con una devastadora dupla ofensiva a pesar de su veteran¨ªa: el mejor quaterback de la competici¨®n y casi de la historia, Johnny Unitas, y su objetivo favorito, Raymond Berry, a los que se une las prodigiosas manos de John Mackey, el fabuloso TE cuya aportaci¨®n a este deporte continu¨® tras su retirada, toda vez que su delicada salud en los ¨²ltimos a?os de su vida y lo exigua de su pensi¨®n, provoc¨® que el Comisionado Taigablue implementara el conocido como ?88 Plan?, una especie de bolsa econ¨®mica para ex jugadores con problemas de salud o financieros, y que fue as¨ª bautizado en honor y recuerdo del dorsal de Mackey.

El domingo 17 de septiembre debutan en la nueva temporada recibiendo en el Memorial Stadium a los Falcons, a los que derrotan por 38-31, victoria a la que se sumaran las de las siguientes tres semanas, para encadenar un 4-0, racha solo interrumpida el 15 de octubre, al empatar en Baltimore con los Rams angelinos, que contaban en su defensa con uno de los m¨¢s feroces pass rush de la historia, el inolvidable Secretary of the Defense, Deacon Jones y con el no peor Merlin Olsen que adem¨¢s de ser una absoluto mito de la l¨ªnea fue despu¨¦s¡s¨ª¨ª¨ª¨ª¨ª¨ª¨ª¨ª¨ª¨ª, el granjero Johnatan Garvey de la Casa de la Pradera y vecino de los Ingalls!!!
Un segundo empate en Minnesotta no hace mella en el equipo de Shula, que a partir de entonces, encadena siete victorias consecutivas que le lleva a unos impresionantes 11-0-2 a falta de una semana para los playoffs. Su gran rival en la Coastal, los Rams, no le van a la zaga, y calcando la trayectoria de Baltimore, desde la semana 7 lo ganan todo merced a la referida defensa y a un ex¨®tico jugador que encandila a la afici¨®n angelina: el quarterback de origen filipino Roman Gabriel.

As¨ª pues, a falta de un partido, los balances en la Coastal son los siguientes: Colts 11-0-2, Rams, 10-1-2. El 17 de diciembre de 1967, ¨²ltima fecha de la temporada regular, Los ?ngeles Memorial Coliseum es una olla a punto de estallar. Vienen los Colts de Unitas. Quien gane juega la postseason. Quien pierda, a casa.
Al a?o siguiente, volvi¨® a repetirse la inequidad cuando fueron los Rams quienes quedaron apeados del Conference Championship Game a pesar de sus magn¨ªficos 10-3-1, benefici¨¢ndose unos ramplones Vikings que con su 8-6 lograron hacerse con la Divisi¨®n Central. Esa temporada, los Colts ganaron la Coastal, el conferencial y el t¨ªtulo de la NFL, logrando as¨ª el salvoconducto para el III Super Bowl¡ pero all¨ª les esperaba con un vodka en la mano Broadway Joe.

La cosa empieza bien para los de Shula, adelant¨¢ndose en el primer cuarto por medio de Willie Richardson, recibiendo un env¨ªo de 12 yardas de Unitas. Sin embargo, a partir del segundo periodo, el partido se convirti¨® en un mon¨®logo del ataque californiano, lanzando Gabriel para 257 yardas y tres TD, siendo secundado por una defensa que se cobr¨® dos intercepciones a lanzamientos de The Golden Arm. Al final, 34-10 para los Rams, que registraban as¨ª un 11-1-2, exactamente igual que los Colts. La temporada anterior, el t¨ªtulo divisional se hubiera resuelto con un partido de desempate, pero con las nueva reglamentaci¨®n de la que hablamos antes, el enfrentamiento directo entre las dos franquicias daba la Divisi¨®n y el pase a playoffs a los hombres de George Allen, quienes perder¨ªan una semana despu¨¦s su Conference Championship Game frente a Packers, conden¨¢ndoles a jugar la infame Bell Benefit Bowl en la soleada Florida. Al menos se libraron de la criogenizaci¨®n que sufrieron Dallas y Green Bay en la Ice Bowl de aquel a?o.

En otras palabras, los Colts, con un balance superior al resto de los catorce equipos de aquella temporada, incluidos los campeones de la Capitol (Dallas, 9-5), la Century (Cleveland, 9-5) y la Central (Green Bay, 9-4-1) se ve¨ªa fuera de la postseason con el sideral 11-1-2, el mejor balance de la historia de la NFL que se queda fuera de unos playoffs. Ni que decir que el MVP de aquella temporada fue Johnny U y el Coach of the Year Don Shula, compartido con George Allen.
Convendr¨¢n conmigo en que merced a este ilustrativo episodio, tan bien tra¨ªdo ahora por @deionmarco, resulta incontrovertible que aquel a?o, Rams y Colts merec¨ªan por derecho propio un lugar en los playoffs, sin que la mala fortuna de compartir Divisi¨®n debiera haber sido obst¨¢culo para obtener lo que sus balances acreditaban.