Los Steelers tuvieron que superar todas las adversidades
La franquicia acerera se sobrepuso a lesiones, sanciones, una defensa en entredicho y finales ag¨®nicos, pero acab¨® convertida en el coco.
![Los Steelers encontraron en el español Alejandro Villanueva el recambio para su titular en la posición de LT que todas las franquicias sueñan.](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/EYO636DUBZOZDMNRLROQHUQ7OQ.jpg?auth=ee8f87ad0f69a15fda4b47b3cf71b314edcf559b384f4c2dfec535a6dd943821&width=360&height=203&smart=true)
¡°Yo no envi¨¦ a mis hombres a luchar contra los elementos¡± cuentan que se lamentaba el rey Felipe II tras la derrota de la Gran Armada (denominada con iron¨ªa ¡°invencible¡± por los ingleses), y algo parecido debi¨® pensar Art Rooney II, presidente de los Steelers, al comprobar c¨®mo su poderoso equipo iba perdiendo efectivos conforme avanzaba la competici¨®n.
Primero fueron cayendo baluartes en la l¨ªnea ofensiva. Pouncey (center) y Beachum (LT) cedieron sus puestos por lesi¨®n a Wallace y Villanueva respectivamente. Despu¨¦s fue el propio Roethlisberger el damnificado, debiendo ser sustituido por Michael Vick (mala idea) y m¨¢s tarde por Landry Jones (no mucho mejor), ya que perdieron a Gradkowski en pretemporada. Cuando Big Ben se empezaba a recuperar, el RB Le¡¯Veon Bell se lesion¨® para toda la campa?a. La temible ¡°cu¨¢druple B¡± (Ben-Bell-Brown-Bryant) apenas coincidi¨® junta 20 minutos, ya que el WR Martavis Bryant estuvo sancionado los primeros cuatro encuentros. En defensa, aunque en menor medida, tambi¨¦n sufrieron bajas. El sobre pagado Cortez Allen y el novato Golson dejaban muy mermada una ya de por s¨ª d¨¦bil unidad de cornerbacks. El LB Shazier y el DE Tuitt entraban y sal¨ªan continuamente de la lista de lesionados. El kicker que acab¨® la temporada, fue el cuarto.
Cuando peor pintaba la tempestad, los veteranos se pusieron los galones de almirante. DeAngelo Williams hac¨ªa olvidar la ausencia de Bell. James Harrison tiraba de orgullo para liderar la defensa a sus 37 a?os. Contra todo pron¨®stico, una defensa denostada por todos los analistas, empezaba a funcionar. Impenetrable por tierra, la presi¨®n del front-seven hac¨ªa olvidar las deficiencias de la secundaria y llegaron las intercepciones. En ataque, la conexi¨®n Roethlisberger-Brown se volv¨ªa mort¨ªfera, apoyada en la solidez de su reconstruida l¨ªnea ofensiva. El viento hab¨ªa rolado y ahora la nave Steeler navegaba a barlovento, convertida en el rival a evitar en la AFC. Sobreponi¨¦ndose a discutibles decisiones de Tomlin (quien tomaba riesgos excesivos), drops de los receptores, y un inexplicable exceso de confianza en el tramo final, los Steelers, no sin sufrimiento, se plantaban en wildcard contra el peor enemigo que les pod¨ªa tocar, los Bengals, rivales de divisi¨®n, en un duelo que se anunciaba sangriento.
De la eliminatoria entre Pittsburgh y Cincinnati se han escrito r¨ªos de tinta que no viene a cuento reproducir. Tan solo recordar que de resultas de aquella contienda, Los Steelers llegaban a Denver sin Antonio Brown, sin poder recuperar a tiempo a DeAngelo Williams, y con Roethlisberger tocado. Fieles a su estilo dieron la cara en todo momento, pero fue insuficiente.
La ense?anza que nos dej¨® la singladura 2015, m¨¢s que la de un equipo desequilibrado, compuesto por una constelaci¨®n de estrellas ofensivas y una defensa regulera, como se intu¨ªa al comienzo de la temporada, fue la un bloque donde los suplentes se convirtieron en titulares sin llevar la nave al naufragio. Toussaint (RB), Jesse James (TE), Golden (FS), Coates (WR)¡ han rendido por encima de lo esperado. Si Timmons (ILB) bajaba su nivel, Shazier elevaba el suyo. Heyward (DE) demostr¨® poder ser el nuevo l¨ªder que necesita la defensa. Villanueva eclips¨® la baja de Beachum, uno de los mejores LTs de la liga. El kicker Boswell hizo olvidar a Suisham.
Para 2016, los principales protagonistas ofensivos est¨¢n bajo contrato. La retirada del TE Miller era esperada y est¨¢ cubierta con James. La nueva norma que permite prorrogar un a?o m¨¢s autom¨¢ticamente el contrato de Mike Adams, como consecuencia de pasarse lesionado toda la campa?a, elimina las urgencias en la posici¨®n de offensive tackle, en la cual no ser¨ªa ning¨²n drama perder a Beachum tras el buen a?o (y el parco salario) de Villanueva. Foster (OG) o Heyward-Bay (WR) son jugadores reemplazables o cuya renovaci¨®n no deber¨ªa entra?ar excesivas complicaciones. Probablemente, el mayor quebradero de cabeza de la directiva en este apartado sea renegociar contratos de jugadores que cobran muy por debajo de sus prestaciones (Antonio Brown, Villanueva) para evitar que se produzca un mot¨ªn a bordo.
Si otra cosa nos ha quedado clara, es que el problema en este equipo no ha sido el ataque, sino la defensa, por lo que el objetivo fundamental para expandir las aspiraciones de la franquicia debe ser reforzarla. El NT es el pilar de cualquier defensa 3-4, y McLendon termina contrato; as¨ª como Gay, uno de los pocos cornerbacks aceptables de la plantilla. Si la situaci¨®n de la secundaria no era muy boyante, hay que a?adir que los safeties Allen y Golden tambi¨¦n se convertir¨¢n en agentes libres. Dif¨ªcilmente podr¨¢ crecer la defensa sin taponar antes estas v¨ªas de agua. La ayuda de los j¨®venes adquiridos en el draft est¨¢ tardando en llegar, as¨ª que 2016 tambi¨¦n ser¨¢ un a?o en el que los esfuerzos contratadores se enfoquen a este lado del campo.
El acierto de la franquicia acerera en los terrenos de juego no se traslada a las oficinas, y su situaci¨®n respecto al tope salarial no es demasiado ¨®ptima. No ser¨ªa de extra?ar que jugadores como Suisham (K) o Cortez Allen (CB) sean cortados por sus abultados salarios, y seguramente haya que reducir el impacto de los de Timmons, De Castro (RG), o incluso Pouncey (C). Tradicionalmente, la agencia libre de Pittsburgh no suele resultar muy excitante para sus aficionados, lo cual no significa que no haya un ingente trabajo por hacer en los despachos.