McCarthy gana la partida a Rodgers y los Packers vencen
El entrenador de Green Bay pone a su equipo correr frente a los Cowboys, le quita parte del mando al QB y el resultado, al menos de momento, le da la raz¨®n.
Algo est¨¢ pasando en el vestuario de los Green Bay Packers que excede, con mucho, de la informaci¨®n que tenemos. Porque hay cosas que simplemente no cuadran. Y porque hay anomal¨ªas que tienen dif¨ªcil explicaci¨®n m¨¢s all¨¢ de una batalla de poder subterr¨¢nea entre el entrenador jefe, Mike McCarthy, y el principal jugador, el QB franquicia, Aaron Rodgers.
Esta semana McCarthy se ha encargado de cantar las jugadas desde la banda por primera vez en toda la temporada. El entrenador jefe hab¨ªa cedido este privilegio a su coordinador ofensivo, Tom Clements, tras la final de la NFC del pasado a?o, en el que McCarthy fue muy criticado por su conservador plan de juego en la segunda parte. Que es algo que no parece afectarle mucho, pues es de car¨¢cter afable y seguro de s¨ª mismo, salvo por una de las cr¨ªticas en concreto, que dec¨ªa as¨ª: "Cuando miras atr¨¢s y piensas sobre ello, hubo momentos en los que no fuimos tan agresivos como solemos ser". ?El autor? Aaron Rodgers.
Los Packers perdieron aquel partido contra los Seattle Seahawks a pesar de entrar en el ¨²ltimo cuarto con doce puntos de ventaja. Y, en el entretiempo de una temporada a otra el entrenador le dijo a Clements que iba a ser el coordinador el que iba a dictar qu¨¦ jugadas se ejecutaban en cada snap. Dos cosas a tener en cuenta: algo hizo mella en ¨¦l y Clements es una persona muy cercana a Aaron Rodgers. Dos y dos suelen ser cuatro, por lo que la medida, observada desde fuera, grita a los cuatro vientos m¨¢s poder para el QB.
Hay que subrayar que McCarthy es un especialista ofensivo. Fue coordinador del ataque con los Saints cuatro a?os y otro m¨¢s con los 49ers antes de conseguir su actual puesto de trabajo hace una d¨¦cada. Y tambi¨¦n es justo decir que la raz¨®n que esgrimi¨® para deshacerse de la obligaci¨®n de dirigir la ejecuci¨®n del plan de juego fue que quer¨ªa centrarse en otras facetas del equipo a las que hab¨ªa prestado menos atenci¨®n.
Pero con la temporada en marcha hemos sido testigos de una muy extra?a relaci¨®n entre Eddie Lacy y los responsables del ataque. Se le ha acusado de estar gordo, de cometer fumbles tontos, de no ser disciplinado y de estar a uvas, pero lo cierto es que es muy dif¨ªcil encontrar en esta liga a un corredor que una semana tenga cinco carreras y a la siguiente veintid¨®s, que pase de diecinueve acarreos y ochenta y cinco yardas a tres y nueve respectivamente de un d¨ªa para otro. O, por ¨²ltimo, que pase de que Clements le de cinco balones contra Detroit hace once d¨ªas y ayer McCarthy le de veinticuatro para ciento veinticuatro yardas.
Simple y llanamente, no es l¨®gico. Hay gato encerrado.
La exhibici¨®n de la carrera contra los Dallas Cowboys ha sido notable y, con ella, el triunfo del equipo. Corrieron en 42 jugadas, m¨¢s dos scrambles de Rodgers, sumaron 240 yardas, la cifra m¨¢s alta en la franquicia desde el 2004 y con ello elevaron el QB rating de Rodgers, mucho m¨¢s acertado de lo habitual, a 99.5, su mejor cifra en esta discutible estad¨ªstica desde el partido contra San Diego.
El propio Aaron Rodgers fue franco tras el partido de ayer. Con Clements ten¨ªa libertad para elegir entre un pase y una carrera con asiduidad y ayer se le cercen¨® esa libertad "oblig¨¢ndole" a asumir el sistema, a ponerse detr¨¢s del center m¨¢s a menudo y... a correr. A correr como arma principal. Adem¨¢s, McCarthy le quit¨® a Richard Rodgers, que pas¨® de 8 recepciones frente a Detroit a s¨®lo una ayer, y dio mayor protagonismo a Randall Cobb, al que movi¨® por todo el ataque, incluidas tres veces como corredor, y se volvi¨® punto central de los pases, pues el bal¨®n vol¨® hacia ¨¦l en doce ocasiones.
Es s¨®lo un partido, desde luego, pero la declaraci¨®n de intenciones es clara: m¨¢s carrera, m¨¢s pases cortos, m¨¢s movimiento de cadenas... m¨¢s Mike McCarthy y menos Aaron Rodgers. Est¨¢ por ver como afecta esto a su relaci¨®n y, lo que es mucho m¨¢s importante, como afecta al futuro del equipo en la temporada. Pero el jefe ha decidido poner orden en el gallinero y decir quien manda.