Jason Myers, o el ejemplo de la importancia de un buen kicker
?Cu¨¢l es la diferencia entre un equipo que aspira a playoffs y otro casi sin opciones? En ocasiones, simplemente tener o no un buen kicker.
![Jason Myers, kicker de los Jaguars, lanzando un field goal.](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/3CNTUPI4V5O4RK2CI6YOW6YCLE.jpg?auth=e514f5792a0420ea10317e60fdb5d1810482df29cdd003cc8bd4fdf1e793b94d&width=360&height=203&smart=true)
La temporada de los Jacksonville Jaguars es esperanzadora o frustrante seg¨²n se mire. Incluso a partes iguales. El desarrollo de Bortles es evidente y a su alrededor parece haberse reunido un nutrido grupo de j¨®venes estrellas. Al mismo tiempo, la defensa est¨¢ en franca descomposici¨®n y el equipo sigue fallando en momentos clave. Pero este mismo equipo, sin alterar apenas nada, podr¨ªa estar ahora empatado en cabeza de su divisi¨®n cambiando una sola pieza: su kicker.
Jason Myers tiene una trayectoria curiosa. Formado en un colegio privado y cat¨®lico de los suburbios de San Diego, se cruz¨® todo el pa¨ªs para jugar sus a?os universitarios en la universidad Marist, unos 120 kil¨®metros al norte de Nueva York. Algo poco habitual: lo normal es que los jugadores de perfil bajo acaben en universidades cercanas a sus domicilios. Marist, a pesar de jugar en la primera divisi¨®n del football colegial, es una universidad modesta, en una divisi¨®n modesta, y sin apenas repercusi¨®n medi¨¢tica.
Con ese curr¨ªculo es complicado que se abran las puertas de la NFL, as¨ª que Myers se busc¨® las habichuelas en la Arena Football League, una competici¨®n muy menor que se juega en verano en pabellones cubiertos de todo el pa¨ªs. En 2014 pas¨® algunas semanas en los practice squads de los San Jos¨¦ SaberCats y los Arizona Rattlers (que ganaron la competici¨®n). Pero no lleg¨® a jugar ning¨²n partido.
Las grandes oportunidades, sin embargo, llegan cuando uno menos se lo espera. En marzo de este a?o los Jaguars le ofrecieron un contrato. Todo parec¨ªa indicar que uno de esos que apenas duran unos meses, los que el kicker pasa en las actividades de la offseason y la pretemporada. Josh Scobee, una d¨¦cada a sus espaldas en los Jaguars, no hab¨ªa tenido un buen 2014, pero no parec¨ªa posible que nadie le moviera de su sitio.
Hasta que llegaron los Pittsburgh Steelers, ofrecieron por ¨¦l una sexta ronda y se llevaron de paso sus casi 3,5 millones de sueldo. Muchos para un kicker en un equipo sin aspiraciones. En contra de Scobee, adem¨¢s de su sueldo: un rendimiento decreciente, y buena prueba de ello es que acab¨® siendo cortado en Pittsburgh poco despu¨¦s. A favor de Myers: su juventud, un salario m¨ªnimo¡ y una pierna que es un ca?¨®n.
Lo demostr¨® contra los Baltimore Ravens hace ahora un mes: sell¨® la victoria de los Jaguars con un field goal de 53 yardas. Claro que en ese mismo partido demostr¨® cu¨¢l es su punto d¨¦bil: la punter¨ªa. La machada no habr¨ªa sido necesaria si Myers no hubiera fallado antes un field goal mucho m¨¢s asequible, de apenas 26 yardas. Los aficionados de Jacksonville ya hab¨ªan tenido para entonces oportunidad de lamentar su escasa fiabilidad: Myers les cost¨® a los Jaguars, por partida doble, la derrota contra los Colts en la cuarta jornada. Primero fall¨® un field goal de 53 yardas al final del ¨²ltimo cuarto. Y despu¨¦s otro de 48 yardas en la pr¨®rroga. Bajo el techo del Lucas Oil Stadium, una patada que un buen kicker deber¨ªa ejecutar con acierto sin demasiados problemas, y especialmente si se le presume una pierna potente.
Los problemas de Myers van mucho m¨¢s all¨¢ de los field goals, y son en realidad m¨¢s preocupantes: es seguramente el peor kicker de la liga a la hora de chutar los extra points. En las dos ¨²ltimas jornadas, ha lanzado siete, pero s¨®lo ha anotado cuatro. Y aunque ser¨ªa injusto culparle s¨®lo a ¨¦l de la ¨²ltima derrota ante los Titans (cuando una defensa encaja m¨¢s de 40 puntos es dif¨ªcil mirar m¨¢s all¨¢), la historia quiz¨¢ ser¨ªa otra de no haberlos fallado.
Porque no s¨®lo los puntos no anotados cuentan. Tambi¨¦n las situaciones en las que dejan de anotarse. El pasado domingo, Myers fall¨® su primer extra point justo al comienzo del segundo cuarto. Habr¨ªa servido para empatar 7-7. Pero ahora su equipo estaba un punto por debajo. Cuando los Jaguars anotaron su segundo touchdown, que les pon¨ªa 12-14 en el marcador, se vieron obligados por tanto a intentar la conversi¨®n de dos puntos. Y erraron. Los Jaguars estaban por detr¨¢s en el marcador a pesar de haber igualado los touchdowns de los de Tennessee.
Ya en el ¨²ltimo cuarto, y antes de que se desatara la locura, Bortles lanz¨® su tercer pase de touchdown para Allen Robinson. 25-28 en el marcador. Myers volvi¨® a fallar, y los Jaguars, a pesar de haber anotado los mismos touchdowns que los Titans hasta ese momento, estaban una anotaci¨®n completa por debajo en el marcador. Presi¨®n innecesaria para un ataque que, a pesar de todo, manten¨ªa al equipo en el partido.
Cierto es que, entre ese ¨²ltimo fallo y el final del partido, Wisniewski cometi¨® un fumble que cost¨® un touchdown, que la defensa fue incapaz de mantener (una vez m¨¢s) una posici¨®n de ventaja en el ¨²ltimo cuarto, que Mariota les hizo una carrera de casi 90 yardas, y que Bortles todav¨ªa tuvo un ¨²ltimo drive para intentar la remontada.
Pero tambi¨¦n es cierto que los Jaguars terminaron los 60 minutos de partido con tres puntos de desventaja frente a los Titans. Los mismos tres puntos que Myers les hab¨ªa costado, directa o indirectamente. A toro pasado todos somos Manolete, y nunca se sabe si cambiando a su kicker los Jaguars ahora podr¨ªan contar los partidos contra Colts y Titans por victorias (lo que les dejar¨ªa empatados con los Texans en la cabeza de la divisi¨®n, por cierto). Pero que los aficionados de Jacksonville ahora tienen clara la importancia de un buen kicker, eso es seguro.