Chicago Bears 20 ¨C San Francisco 49ers 26
Los Bears se autodestruyen y Gabbert les da la puntilla
Cutler fue interceptado para touchdown y los Bears fallaron dos field goals, uno en el ¨²ltimo segundo, para que los Niners terminaran rob¨¢ndoles la cartera.
En los primeros minutos todo apuntaba a paseo militar. Los Bears consegu¨ªan buenas posiciones de campo, controlaban sin despeinarse el an¨¦mico ataque de los Niners y anotaban dos field goals que les adelantaban 6-0. No consegu¨ªan abrir diferencias, pero daba la impresi¨®n que solo era cuesti¨®n de tiempo que el partido se rompiera.
Pero no. Los Bears de este a?o, que casi siempre han jugado mejor de lo que indica su r¨¦cord, pero que tambi¨¦n casi siempre han encontrado maneras inexplicables de autodestruirse, comenzaron de inmediato una nueva bajada a los infiernos. Cutler lanz¨® una intercepci¨®n en su propia yarda 29 que Jimmie Ward devolv¨ªa para touchdown (6-6).
Pero no pasaba nada. Solo era un accidente. Visto lo visto hasta ese momento no hab¨ªa por qu¨¦ preocuparse. Y de hecho, los Bears se adelantaron de inmediato con un touchdown de Matt Forte que volv¨ªa a poner las cosas en su sitio (13-6).
Pero entonces apareci¨® un jugador que se ha reinventado esta temporada en San Francisco despu¨¦s de sus horripilantes inicios en Jacksonville. Blaine Gabbert, el no-quarterback, confirmaba las buenas sensaciones que hab¨ªa dejado caer las semanas anteriores con cuentagotas, para dirigir una serie impecable de casi 7 minutos que terminaba con touchdown de Draughn y empate a 13 en el marcador. Y todav¨ªa tuvieron suerte los Bears, que tras un magn¨ªfico punt de San Francisco a punto estuvieron de encajar un nuevo touchdown cuando un jugador de Chicago toc¨® el bal¨®n sin controlarlo en su propia yarda uno, y ninguno de los lobos de la jaur¨ªa dorada que se lanz¨® a por el bal¨®n consigui¨® controlarlo antes de que se escapara por la l¨ªnea de fondo.
En la primera serie de la segunda mitad continu¨® la autodestrucci¨®n de los Bears, que fallaron un field goal sencillo de 40 yardas. A partir de ah¨ª empezaron a sucederse los tres y fuera por parte de ambos conjuntos, incapaces de lograr algo positivo.
Quedaban siete minutos y medio y las dos defensas se lo estaban pasando bomba. Ah¨ª nadie mov¨ªa un palmo el bal¨®n. Sin embargo, dos latigazos de Cutler, a Jeffery y a Mariani, abr¨ªan la puerta para que Carey volviera a adelantar a los Bears 20-13 con un touchdown de carrera. Quedaban tres minutos y medio y parec¨ªa imposible que el ataque de los Niners, an¨¦mico todo el partido excepto en aquella serie ya casi olvidada de principios del segundo cuarto, fuera capaz de hacer algo positivo.
Pero de repente apareci¨® un Gabbert desconocido, completamente mutado y reconvertido en Kaepernick, para arrancar a correr durante 44 yardas inexplicables y empatar a 20 cuando quedaba 1:42 para el final del partido.
Ah¨ª lleg¨® la tercera autodestrucci¨®n de los Bears, que lograron llegar a distancia de field goal para que a falta de dos segundos Robbie Gould fallara de nuevo, esta vez una patada de 36 yardas miserables.
La pr¨®rroga estaba servida y volvieron los tres y fuera, pero Gabbert volvi¨® a hacer sonar las trompetas para derrumbar definitivamente el castillo de los Bears. Un pase a Torrey Smith de 71 yardas nada menos, que dej¨® en pelotas a toda la defensa de Chicago, fue la puntilla que le dio a los 49ers una victoria 20-26 imposible de entender.