El destino de los Steelers pasa por... su defensa
Con m¨²ltiples bajas en ataque, el equipo acerero necesita que su defensa d¨¦ un paso al frente para no depender exclusivamente de la ofensiva.
La defensa de los Steelers es como una caja de bombones, que dir¨ªa Forrest Gump. Nunca sabes la que te va a tocar. Tal irregularidad se explica por la dependencia de un delicado estado de equilibrio entre las diferentes unidades que la componen. Cuando alguna de ellas falla, el resto se derrumba. Sin embargo, cuando est¨¢n en armon¨ªa, se complementan de tal manera que las virtudes de una tapan las miserias de otra, y viceversa. Pongamos un ejemplo:
Las tres primeras vi?etas, (Ver imagen 1) corresponden a una jugada de carrera. Los buenos bloqueos de la l¨ªnea ofensiva bengal¨ª apartan al linebacker Shazier (rojo) y deja el camino expedito al RB (2). El safety Mitchell (azul) se pega una carrera de 20 yardas y aparece de la nada para hacer el placaje y limitar da?os (3). Las siguientes 3 vi?etas corresponden a una jugada de pase. El lanzamiento r¨¢pido de Dalton deja en ventaja al TE que le ha ganado la espalda a Shazier y nuevamente Mitchell acude al rescate (5). Sin embargo, una buena finta de Eifert se aprovecha del ¨ªmpetu del SF y le sobrepasa, march¨¢ndose para una mayor ganancia de yardas de no ser por la tenacidad y velocidad de Shazier (6), quien as¨ª le devuelve el favor a su compa?ero.
Defensive-backs ayudando contra la carrera. El front-seven auxiliando contra el pase. Donde no alcanza la t¨¢ctica planificada o la t¨¦cnica individual, llega el apoyo colectivo. Ninguna unidad de la actual defensa acerera se encuentra al nivel de excelencia de pasadas ediciones, pero su esfuerzo conjunto est¨¢ logrando objetivos impensables al comienzo de temporada.
La secundaria de los Steelers no es buena. Tampoco podemos decir que nos sorprenda en exceso, vistas sus bajas en pretemporada. Los safeties se encuentran muchas veces fuera de posici¨®n. Mitchell est¨¢ m¨¢s pendiente de dar el gran golpe que de guardar las espaldas y cuando Will Allen ha faltado por lesi¨®n, su ausencia ha pasado casi inadvertida por el buen trabajo del undrafted Golden (Shamarko Thomas parece a d¨ªa de hoy un caso perdido).
Entre los cornerbacks, Gay est¨¢ dando la cara, pero Blake es continuo objeto de las iras de los aficionados, y su abultada cifra de placajes es enga?osa por la cantidad de veces que le buscan los quarterbacks rivales y completan sus pases. La noticia positiva es la aportaci¨®n de Cockrell, llegado a ¨²ltima hora por las bajas de Cortez Allen y Golson, que es el ¨²nico con un tama?o aceptable para medirse contra receptores grandes. As¨ª, QBs como Rivers, Palmer, e incluso otros que no calificar¨ªamos precisamente de pasadores como Manziel, han acumulado ingentes cantidades de yardas de pase. No obstante, hay que tener en cuenta que el alto ritmo anotador que impone el ataque obliga a los contrarios a incrementar el n¨²mero de lanzamientos contra ellos, y ante el extremado volumen de trabajo al que deben hacer frente, no est¨¢n siendo el lastre que podr¨ªa ser. En gran medida, gracias a la ayuda del pass-rush.
Un pass-rush que sin embargo, tampoco est¨¢ siendo tan dominante como anta?o. Los linebackers exteriores Jarvis Jones y Dupree alternan buenas jugadas con rachas de irrelevancia. Son j¨®venes, y poco a poco van entrando en la din¨¢mica de la NFL, pero est¨¢n lejos del impacto esperado de jugadores seleccionados en primera ronda del draft. De esta forma, el pass-rush sobrevive del oficio y pundonor de los veteranos Moats y Harrison. Pero su edad hace que no puedan ser utilizados muy extensamente, as¨ª que buena parte de la responsabilidad de presionar al quarterback rival recae sobre la l¨ªnea defensiva.
En la l¨ªnea defensiva est¨¢n brillando los defensive-ends Heyward y Tuitt, quienes encabezan el ranking de sacks del equipo. M¨¢s problem¨¢tico est¨¢ siendo cubrir el puesto de nose-tackle, ya que McLendon est¨¢ funcionando mejor cuando ha debido jugar como DE por la baja de Tuitt, y es el NT suplente McCullers quien est¨¢ llamando a la puerta de la titularidad. Pese a todo, Pittsburgh est¨¢ en el top-5 de equipos que menos yardas de carrera por partido concede a sus contrincantes, lo que es ciertamente m¨¦rito de sus linebackers interiores.
Unos linebackers interiores que han agradecido sobremanera la recuperaci¨®n de Shazier para estos ¨²ltimos partidos. Timmons por el contrario da la impresi¨®n de haber bajado un pelda?o su nivel habitual. Se le ve un poco m¨¢s lento, y esto repercute especialmente en cobertura sobre los tight-ends, aut¨¦ntico cr¨¢ter de esta defensiva. Este problema evidenciado contra Gronkowski, Gates, Kelce, etc., hubiera alcanzado proporciones catastr¨®ficas de no intervenir en su ayuda la secundaria. Con lo cual volvemos al inicio del art¨ªculo, cerrando as¨ª el c¨ªrculo.
Obviamente, las actuaciones espectaculares de Roethlisberger, Brown y compa?¨ªa son las que acaparan los titulares y tiran del equipo, pero sin una defensa que est¨¦ a la altura de las circunstancias, su recorrido en lo que resta de competici¨®n puede resultar comprometido.