Los Baltimore Ravens se resisten a ser dados por muertos
Cada vez que alguien me pregunta qu¨¦ me gustar¨ªa que dijeran de m¨ª durante mi velatorio siempre contesto: ¡°mira, se ha movido, ?est¨¢ vivo!¡±. Con los Ravens pasa igual. Suelen ser tan bajas sus pulsaciones al principio de temporada que cometemos el error de darles por muertos y enterrarles prematuramente, aun cuando en el fondo, sospechamos que probablemente tengamos que resucitarlos. Desde que George Romero pusiera de moda en su ¡°noche de los muertos vivientes¡± la tenebrosa leyenda haitiana de los zombis, el mito de los retornados se ha hecho tan familiar que no tenemos inconveniente en reanimar cad¨¢veres. No escarmentamos, pese a que a?o tras a?o empiezan as¨ª, para llegar ag¨®nicamente a postemporada y convertirse entonces en el espectro con el que nadie se quiere cruzar. Se nos olvida que los caminantes de ¡°the walking dead¡± no se caracterizan por su velocidad, sino porque nunca se detienen.
Los Ravens no estaban muertos. Pero tampoco tomando ca?as, sino trabajando para remendar un equipo que entre bajas en pretemporada, cambio de filosof¨ªa ofensiva y lesiones al comienzo de la campa?a, se estaba descosiendo por varios frentes. Rehacer el puzle con tantas piezas diferentes est¨¢ llevando m¨¢s tiempo del que la normalmente limitada paciencia del aficionado puede soportar (ya se estaban pidiendo las cabezas del General Manager Ozzie Newsome y de los coordinadores ofensivo y defensivo). Sin embargo, hay que dejar claras dos cosas. La primera es que a pesar de las 3 derrotas, en todas ellas estuvieron con opciones de victoria hasta el final. La segunda es que su triunfo en Pittsburgh se debi¨® a un c¨²mulo de circunstancias adversas para los locales que dif¨ªcilmente volver¨¢n a repetirse. Es decir, aunque admitamos que no est¨¢n tan mal, para resurgir deben mejorar muchos aspectos de su juego.

Baltimore lleva encajados 104 puntos en estas 4 jornadas. Para un equipo que vive y muere por su defensa, es una cantidad excesiva. Podr¨ªamos argumentar que la marcha de Ngata es complicada de cubrir. Pero no me parece que el agujero est¨¦ en la l¨ªnea defensiva. Tambi¨¦n se podr¨ªa debatir que la ausencia de un jugador tan importante, no s¨®lo en el apartado deportivo sino en el an¨ªmico por su liderazgo, como la del OLB Suggs, est¨¢ siendo determinante. En mi opini¨®n, el principal problema consiste en que esta baja se une a la salida de McPhee la pasada primavera, por lo que el anta?o dominante grupo de OLBs c¨®rvidos se reduce y queda en manos de jugadores como Dumervil y Daryl Smith, de incuestionable calidad, pero cuya edad (ambos sobrepasan la treintena), convierte a la defensa en vulnerable por falta de rotaciones.
Si el front-seven no es capaz de inquietar al backfield rival como no sea a base de blitzes, la secundaria, insuficientemente reforzada en offseason, ve expuestas de forma exponencial sus carencias. Ante este panorama, de incierta soluci¨®n, no ser¨ªa descabellado derivar gradualmente su tradicional formaci¨®n 3-4 aun frontal de 4 jugadores que mandar a presionar, e incorporar atr¨¢s un jugador m¨¢s (nickel) en ayuda de la secundaria. Podr¨ªa ser una manera de minimizar el impacto de la p¨¦rdida de LBs, que ya empezaron a poner en pr¨¢ctica contra los Steelers, aunque aqu¨ª estuviese m¨¢s orientado a cerrar las v¨ªas de escape a Vick.
Por su parte, el ataque ha arrastrado los mismos problemas evidenciados en pretemporada. S¨®lo ha funcionado realmente en la segunda parte contra Bengals, cuando por fin dejaron libertad a Flacco para ejecutar pases profundos (donde se encuentra m¨¢s c¨®modo), y en Pittsburgh tras la lesi¨®n de Steve Smith, cuando no qued¨® m¨¢s remedio que volcarse a la carrera. S¨ªntomas evidentes que deber¨ªan hacer reflexionar a Trestman sobre la idoneidad de regresar a esquemas m¨¢s afianzados entre sus jugadores. Y si no, seguro que Harbaugh tomar¨¢ las riendas para hacerlo ¨¦l mismo, como todo apunta que sucedi¨® la noche del pasado jueves.

Dejando aparte cuestiones estrat¨¦gicas, la ofensiva ha sufrido una aut¨¦ntica maldici¨®n vud¨² en forma de lesiones. Forsett ha sido el ¨²nico RB que ha hecho la pretemporada completa. Y a¨²n peor est¨¢ el cuerpo de receptores, sobre todo a ra¨ªz de que la lesi¨®n de Perriman, tan prolongada como misteriosa, deja pr¨¢cticamente s¨®lo a Smith. Ahora ¨¦l tambi¨¦n est¨¢ lesionado, y se ignora por cu¨¢nto tiempo, lo que sumado a la p¨¦rdida de Campanaro, ha obligado al club a fichar en emergencia a Chris Givens, un WR perdido en el depth chart de los Rams. Si a?adimos que al TE novato Williams, sustituto del tambi¨¦n lesionado Pitta, le est¨¢ costando adaptarse ala NFL, resucitar el juego de pase en Baltimore no resultar¨¢ tan sencillo como devolver la vida a ciertos personajes de Juego de Tronos. El bajo rendimiento de la l¨ªnea ofensiva, muy inferior al de temporadas pasadas, tambi¨¦n puede justificarse por las diversas molestias que impidieron a varios de sus miembros hacer la pretemporada. Sentarse a esperar que los lesionados recuperen su forma no parece soluci¨®n apropiada en una liga tan cruel como ¨¦sta que no se para por nadie. Hasta que recuperen su forma, afianzar la carrera, y permitir a Flacco desarrollar un juego m¨¢s vertical pueden hacerles todav¨ªa muy peligrosos.
Ciertamente, los Ravens tienen todav¨ªa un largo camino por recorrer. Puede que hayan perdido el favoritismo que les pronostic¨¢bamos al comienzo de la campa?a, pero todav¨ªa no est¨¢n acabados. Tienen en contra que desde 1990, menos del 15% de equipos con 1-3 han alcanzado playoffs. Pero las estad¨ªsticas, como las ataduras del m¨¢s all¨¢, est¨¢n para romperlas. Y si alguien puede hacerlo es el incombustible equipo del estado de Maryland.