Dos gotas de Peterson bastaron ante unos Chargers blanditos

Peterson ha vuelto a la NFL. Con todo lo que ello significa. Con todo el abanico de posibilidades que abre a sus compa?eros. Facilitando su trabajo y haciendo que todo sea m¨¢s sencillo simplemente porque ¨¦l est¨¢ en el campo, y eso significa que algo grande puede pasar en cualquier momento. Que incluso cuando parece placado, o sin un espacio por el que colarse, encuentra la manera de reinventar la jugada para convertirla en una obra de arte.

126 yardas de carrera, dos touchdowns, el p¨²blico enloquecido, rememorando momentos inolvidables, y la sensaci¨®n de que ahora todo es posible. Porque pese a todo, ni siquiera fue un partido tan bueno del corredor, que en las primera series sigui¨® pareciendo poco compenetrado con Bridgewater, su quarterback, y durante el drive de su primer touchdown ni siquiera tuvo un papel protagonista hasta el final, ya que fue mandado a la banda mientras McKinnon y Asiata cargaban con el peso terrestre del equipo.

Mientras tanto, los Chargers dieron durante todo el partido una triste sensaci¨®n de impotencia, que empez¨® cuando Rivers sufri¨® un sack convertido en fumble cuando terminaba el tercer cuarto, y que fue aumentando progresivamente seg¨²n el quarterback se desesperaba aunque justo antes delcdescanso consegu¨ªa conectar con Keenan Allen para dejar el marcador en un 10-7 que hac¨ªa justicia a la mediocridad ins¨ªpida que est¨¢bamos viviendo.

Porque el Peterson de verdad se reserv¨® para la segunda mitad. En el primer bal¨®n que toc¨® tras el descanso anot¨® un touchdown marca de la casa de 43 yardas que puso patas arriba el estadio de la Universidad de Minnesota, 17-7. Apartir de ah¨ª se obr¨® la magia. Bridgewater y Peterson encajaron. Se consum¨® el matrimonio. Empezaron a sentirse a gusto uno al lado del otro y el football empezo a fluir mientras la defensa de San Diego, impotente, se limitaba a contemplar el prodigio.

Los puntos iban cayendo en una riada. Zach Line cerraba con un touchdown una buena serie, 24-7, Greenway retornaba 91 yardas una intercepci¨®n a Rivers para sumar otros siete puntos, 31-7, y solo al final, cuando ya no importaba, Clemens, que hab¨ªa sustituido a Rivers, conectaba con Keenan Alle para que el receptor sumara su segunda anotaci¨®n y maquillara un poco el marcador.

Adrian Peterson ha vuelto a la NFL y le faltan unas gotas de poci¨®n m¨¢gica para volver a ser e de antes, pero incluso sin ella los Vikings, poco a poco, empiezan a reclamar un lugar entre los Gallos de la liga.