Lynch, ¡°La Bestia¡±, no duerme, est¨¢ bien domada

El ataque terrestre de Seattle, que tiene como principal actor a Marshawn Lynch, ha tenido un arranque de temporada discreto en relaci¨®n a la producci¨®n que tuvo en 2014.

La temporada pasada, los Halcones Marinos terminaron con el mejor ataque terrestre de la NFL con promedios de 172.6 yardas por juego y 5.3 por acarreo.

En los dos primeros partidos de la actual temporada, esos promedios han sufrido una baja sensible. Seattle tiene 121.5 yardas en promedio, producci¨®n que lo ubica en el lugar 11 de la categor¨ªa, y su promedio de yardas por acarreo es de 4.3.

A diferencia de 2014, cuando en dos juegos sumaban tres anotaciones por la v¨ªa terrestre, en 2015, los Halcones Marinos a¨²n est¨¢n en blanco en esa categor¨ªa.

Si la acci¨®n en tiempo extra de la Semana 1 en San Luis, cuando Lynch fue detenido en cuarta oportunidad y una yarda para el primero y 10, es indicio, las defensivas han aprendido a controlar al corredor con el dominio de la l¨ªnea de scrimmage y penetraci¨®n al backfield.

La temporada pasada, Lynch, conocido como ¡°La Bestia¡± por su arrollador estilo para correr con el ovoide, le ofrec¨ªa una amplia baraja de opciones a Russell Wilson y compa?¨ªa cada vez que corr¨ªa con el ovoide.

Lynch promedi¨® 4.7 yardas por carrera en 2014, pr¨¢cticamente ganaba cinco yardas, lo que hac¨ªa impredecible la siguiente jugada al ataque de Seattle. En 2015, el promedio de Lynch es de 3.5 yardas, producci¨®n que en determinadas situaciones, anticipa jugada de pase.

Ante este panorama, el trabajo de la l¨ªnea ofensiva de los Halcones Marinos se ha complicado en la actual campa?a y su desempe?o no s¨°lo se ha reflejado en la disminuci¨®n en la producci¨®n de yardas terrestres.

Lo previsible en momentos del ataque de Seattle tambi¨¦n ha afectado a Wilson, quien en 2014 sufri¨® 46 capturas, pero que en 2015 tiene ya ocho.

Son varios los problemas que afectan a Seattle, pero uno de los m¨¢s importantes est¨¢ en la l¨ªnea ofensiva, que de corregir sus fallas, podr¨ªa facilitarle mucho el trabajo a Wilson, Lynch y a su propia defensiva.