Johnny Manziel sigue enfrentando a Haslam y Pettine
Los Browns est¨¢n sentando sus bases con una buena defensa y el juego de carrera, pero el puesto de Qb sigue siendo la asignatura pendiente.

Otro a?o m¨¢s ¡°Johnny Football¡± vuelve a ser noticia, como no pod¨ªa ser de otro modo, despu¨¦s de una temporada con todos los escollos posibles, sin apenas jugar, y cuando jug¨® haci¨¦ndolo mal. Con sus problemas de alcoholemia, al parecer, ya superados tras estar en una cl¨ªnica de rehabilitaci¨®n y despu¨¦s de haber realizado un curso intensivo de Qb, con Jon Gruden, Johnny Manziel parece entrar en la nueva temporada con la intenci¨®n de competir por el puesto de Qb1.
Hasta aqu¨ª todo parece correcto, una oveja descarriada regresa al redil para convertirse en el gu¨ªa de unos Browns, que pinta a que empiezan a hacer las cosas bien. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. La sombra de Jimmy Haslam es muy alargada, cubre incluso la persona, y la personalidad, del General manager de Cleveland, Ray Farmer.
El Head Coach, Mike Pettine, est¨¢ como loco por que su mariscal sea Josh McCown. De esta manera el equipo podr¨¢ poner todos sus esfuerzos en controlar el tiempo de los partidos, bas¨¢ndose en su defensa y en establecer un juego de carrera potente, con un backfield lleno de talento con Crowell, West y el recientemente incorporado, v¨ªa draft, Duke Johnson. La cabeza visible del equipo, Jimmy Haslam, tiene la clara intenci¨®n de que su juguete, ya seminuevo, sea el Qb franquicia que todos los equipos, y sobre todo las aficiones, quieren tener. Su propio Montana, el nuevo Dan Marino, algo que est¨¢ muy alejado de la realidad, si es del Manziel de hoy de quien hablamos.
La franquicia lleva a?os dando palos de ciego en lo deportivo, pero parece que el r¨ªo se est¨¢ encauzando. El a?o pasado tuvieron un a?o regular, tirando a bueno en algunas etapas de la regular season. Acabaron 2015 con un r¨¦cord de 7-9 a pesar de jugar en una divisi¨®n tan dura como la AFC Norte.
El ¨²ltimo draft lo enfocaron a meter kilos, tanto en defensa para frenar a los Le?veon Bell, Jeremy Hill, Forsett etc., con el nose tackle Danny Shelton, como en ataque con el center Cameron Erving, para ayudar al Qb y al cuerpo de runningbacks.
Para que el equipo tenga el equilibrio perfecto el entrenador debe buscar un Qb capaz de ser un game manager, correcto, sin alardes, y todo eso lo tiene en la figura de McCown. Pero es aqu¨ª donde empieza el problema del equipo. Su General Manager pidi¨® el a?o pasado la entrada en juego de Manziel, su ni?o dorado, y este hecho hizo que el equipo se desestabilizase al final de temporada, adem¨¢s de una sanci¨®n de la NFL por interferir en el equipo desde el palco.
Pues bien, con los training camps a punto de comenzar para todos los equipos, nuevamente aparece la figura de Haslam pidiendo m¨¢s protagonismo para Manziel. Todo hace indicar que Josh McCown tendr¨¢ el puesto de titular en los primeros partidos y esto, seguramente, es lo mejor para el equipo. Pero, quiz¨¢s, la insistencia de los mandam¨¢s vuelva a hacer que Manziel termine jugando antes de tiempo lo que podr¨ªa poner en marcha la rueda de desestabilizaci¨®n de una franquicia muy dotada para este menester.
No est¨¢ siendo la carrera so?ada para el bueno de Johnny Manziel, aquel joven muchachote que brillaba con sus excentricidades, su ¡°money, money¡±, aquel del que dec¨ªan iba a cambiar la concepci¨®n del Football tal y como lo conocemos; Johnny ha sido, como el mismo ha comentado, absorbido por su personaje.
Esperemos que el sentido com¨²n, y la suerte, se apoderen de los Browns y dejen a Manziel crecer en la liga, preferiblemente aprendiendo desde el banquillo, y que cuando tenga la oportunidad se encuentre tanto en el mejor estado f¨ªsico y mental posible como con un equipo formado, con un juego de carrera establecido, porque, entonces, s¨ª que tendr¨¢ la opci¨®n de brillar y ser el ¡°Moises¡± que lleve a los Cleveland Browns a lograr grandes metas. V¨ªsteme despacio que tengo prisa¡.