El K4 500 es plata a 226 mil¨¦simas de Alemania
Sa¨²l Craviotto, Carlos Ar¨¦valo, Marcus Cooper y Rodrigo Germade fueron primeros hasta los ¨²ltimos 50 metros frente a al K4 tres veces campe¨®n mundial germano.
Chof, chof, chof... El agua salta con el paleo furioso de los motores con la cilindrada m¨¢s alta del pirag¨¹ismo sincronizados como un reloj suizo en el canal de Sea Forest, en Tokio. Lanzados como una manada de toros corriendo por la Estafeta. Persiguiendo a un corredor imaginario que espera sobre una l¨ªnea de meta que es el oro ol¨ªmpico. Dientes apretados, m¨²sculos llen¨¢ndose de ¨¢cido l¨¢ctico hasta la n¨¢usea y la furia inyectada en las pupilas. Y quien lo alcanza, quien pega la cornada es Alemania. Plata para Espa?a y 14? medalla en total, 16 si se cuentan ya las del f¨²tbol y waterpolo, a falta del color.?
El b¨®lido espa?ol del K4 500, la embarcaci¨®n reina del pirag¨¹ismo, entra segunda a 226 mil¨¦simas. Por delante, Alemania (1:22.445). De fondo, la culminaci¨®n de un sue?o de llevar un K4 a un podio ol¨ªmpico, aunque la plata supo de entrada un poco amarga porque no se firmaba. Sa¨²l Craviotto (Lleida, 36 a?os), Carlos Ar¨¦valo (Betanzos, 27), Marcus Cooper (Oxford, 26) y Rodrigo Germade (Cangas, 30), con el t¨¦cnico Miguel Garc¨ªa al mando de la nave, lo lograron 45 a?os despu¨¦s de los pioneros del K4 1.000. Craviotto entra en la categor¨ªa de leyenda, con una quinta medalla que le iguala con David Cal, aunque con m¨¢s oros (dos frente a uno).?
Para llegar a la plata de Montreal 1976, Herminio Men¨¦ndez, Chema Celorrio, Jos¨¦ Ram¨®n D¨ªaz Flor y Luis Gregorio Ramos Mision¨¦ se tuvieron que buscar la vida. Pasaban meses y hambre en la Rumania del dictador Nicolae Ceausescu, que ten¨ªa una finca en el lago Snagov que 'asaltaban' para hacerse con fruta. Eran ¨²nicos y los ¨²nicos. Sin embargo, para definir este K4 500 hubo que recurrir a unos 'trials' salvajes internos en los que cayeron un campe¨®n ol¨ªmpico, Cristian Toro, y otro mundial, Carlos Garrote, que acab¨® acus¨¢ndoles de ama?o para dejarles fuera. Grabaciones, denuncias, noches sin dormir... Dejaron heridas. "El ciclo ha sido, muy, muy, muy dif¨ªcil... por la pol¨¦mica, por el bicho...", lloraba Miguel Garc¨ªa, que se acord¨® de su padre, a quien se llev¨® la COVID-19. Ese es el grado de excelencia del pirag¨¹ismo espa?ol. El K4 da el nivel de un pa¨ªs y este confirm¨® que es m¨¢ximo.
En las semifinales, Alemania marc¨® el mejor tiempo (1:23.049) y Espa?a el segundo (1:24.335). El mano a mano estaba servido. Tras una tromba de agua, la l¨¢mina del canal se qued¨® mansa. El viento amain¨® y quedaba medir fuerzas. Y los germanos ten¨ªan a toneladas. El K4 de Max Rendschmidt, Ronald Rauhe, Tom Liebscher y Max Lemke, llevaba a tres medallistas ol¨ªmpicos. Y hab¨ªan sido campeones mundiales en 2017, 2018 y 2019, siempre golpeando a Espa?a menos en la ¨²ltima Copa del Mundo, en Szeged en mayo, cuando Espa?a los tumb¨®.
Craviotto (1,92 y 98 kg), el 'marca' que pone el ritmo, encendi¨® el motor del b¨®lido de 11 metros que llega a alcanzar los 28 km/h de velocidad punta. Al paso por los 250 metros, eran primeros con Alemania muy cerca (+0.39). Ar¨¦valo, que aporta la chispa, meti¨® el ¨²ltimo cambio de ritmo y los mecanismos di¨¦sel de Cooper y Germade se aprestaron a mantener la velocidad en los metros finales. Pero en los cincuenta ¨²ltimos metros los germanos sacaron su calidad para remontar de forma prodigiosa. Faltaron 226 mil¨¦simas para culminar del todo el sue?o. Pero la plata, medio minuto despu¨¦s, supo ya como un oro. Porque se sufri¨® como nunca.?