Drama de Tur a 150m de meta

El atletismo, los 50 kil¨®metros marcha o la vida¡­ pueden ser crueles. Para Marc Tur fue as¨ª. Cuando hab¨ªa hecho una carrera brutal en Sapporo, durante m¨¢s de tres horas y 50 minutos, en el momento que ve¨ªa la l¨ªnea de meta, la medalla ol¨ªmpica¡­ Ah¨ª apareci¨® el canadiense Evan Dunfee y le arrebat¨® todo. El bronce que parec¨ªa asegurado para este alt¨ªsimo ibicenco, el atleta que pele¨® contra la t¨¦cnica, que busc¨® soluci¨®n a sus problemas de est¨®mago¡­ Estaba en plena lucha por el podio de unos Juegos, termin¨® cuarto. Un puesto que duele, pero m¨¢s si llega as¨ª. El oro fue del polaco Tomala (3h50:08), la plata del alem¨¢n Hilbert (3h50:40), bronce Dunfee (3h50:59) y luego lleg¨® Tur (3h51:08).

Los 50 kil¨®metros marcha son resistencia, t¨¦cnica, est¨®mago¡­ y mucha cabeza. Cuatro factores que Tur deb¨ªa manejar bajo el calor y la humedad de la capital de la isla de Hokkaido. Primero Marc, graduado en medicina y un chico listo, se refugi¨® en el grupo. Dej¨® el ataque del chino Luo, y la inercia de la caza le llevaba a devorar kil¨®metros. Los primeros 25 kil¨®metros transcurrieron as¨ª, de desgaste. Tur aguantaba con su buena resistencia y sin avisos. Mitad de la carrera, sin sobresaltos, aunque con las piernas calientes¡­ Quedaba lo m¨¢s duro para este marchador de 26 a?os, de Santa Eularia de Riu (Ibiza).

Pas¨® el kil¨®metro 26 y el polaco Dawid Tomala meti¨® un hachazo serio. Mucho. Tanto que se fue en solitario y se apropia del oro ol¨ªmpico r¨¢pidamente. Por detr¨¢s, se quedaba un grupo perseguidor cada vez m¨¢s reducido, con marchadores de curr¨ªculum sobresaliente. Estaban el canadiense Dunfee, el portugu¨¦s Vieira, el japon¨¦s Kawano, el alem¨¢n Hilbert y¡­ Tur. El ibicenco era el menos conocido, aunque esta primavera dio el primer zarpazo al ganar la Copa de Europa de Podebrady. Fue una se?al, pero el no se atrev¨ªa a hablar m¨¢s all¨¢ de un puesto de finalista.

Ampliar

Sin embargo, las interminables horas de series en el Paseo de los Pl¨¢tanos de la Casa de Campo sal¨ªan a relucir. All¨ª llor¨®, se desesper¨® y casi toc¨® fondo ante la desesperaci¨®n en la mirada de su entrenador Jos¨¦ Antonio Quintana. Hubo un tiempo en el que a Tur lo descalificaban habitualmente y su est¨®mago fallaba. Corrigi¨® la t¨¦cnica y descubri¨® que era cel¨ªaco, dos problemas solucionados y su calidad ha vuelto a emerger. Se vio en Sapporo¡­

Desenlace cruel

Porque a partir del kil¨®metro 35, Tur comenz¨® a tirar del grupo sin control. "Era mi d¨ªa, me encontraba genial", dec¨ªa. Fuerte, con su gorra y sin mirar atr¨¢s. Su tempo, ya cercano a los 4:15 cada 1.000 metros, hac¨ªa mucho da?o. Cayeron Viera, Dunfee y Kawano¡­ y se quedaban a solas Tur y Hilbert. M¨¢s ritmo, m¨¢s intensidad, pero con los pies en el suelo, con t¨¦cnica¡­ As¨ª avanzaron, pero los 50 kil¨®metros marcha son muy largos, y pueden ser muy crueles. Tur lo hab¨ªa vivido antes.

Y Hilbert se march¨® y Tur se qued¨®, ahora ya parec¨ªa KO, esa frescura que llev¨® durante toda la carrera desapareci¨®. Se golpeaba el ibicenco en la cara, para a ver si espabilaba y el dolor, la fatiga¡­ o lo que sea que hay en el cuerpo cuando se llevan casi 4 horas y 49 kil¨®metros se reactivaba. Pero el pinchazo era inevitable. Ah¨ª apareci¨® de la nada un experto como Dunfee, nadie contaba ya con ¨¦l, pero no desaprovech¨® la ocasi¨®n. "No tuve ning¨²n tipo de capacidad para reaccionar"; dec¨ªa el balear. Fue cuarto, un gran resultado, pero a veces duele tanto¡­

"Al llegar a meta estaba desorientado y bastante afectado por la cuarta posici¨®n. Tuve la medalla casi, casi colgada en el cuello. Me qued¨¦ con la miel en los labios", explicaba Tur, una persona reflexiva: "Tengo que estar contento con mi actuaci¨®n, porque hace un a?o no sab¨ªa ni si iba a estar en los Juegos". Una visi¨®n optimista, de un marchador que se ha enfrentado a todo. Por eso saborea el cuarto, pese al drama de perder el bronce a falta de 150 metros.