Sergio Scariolo, tras la derrota: "Estos jugadores son leyenda"

Sergio Scariolo habl¨® en dos cap¨ªtulos despu¨¦s de la derrota contra Estados Unidos en los cuartos de final de los Juegos. Primero, en la sala de prensa ante los medios internacionales Luego, con los enviados especiales espa?oles. Este es el compacto.

?Cu¨¢l es su valoraci¨®n del partido?

Ellos (por Estados Unidos) tienen diez veces m¨¢s talento a nivel individual que cualquier otro equipo. Pero es que tambi¨¦n se nota que han trabajado de manera seria y aqu¨ª est¨¢n los resultados. Pero, honestamente, es otro d¨ªa para estar orgulloso para nuestros jugadores. Por lo que han mostrado, por la manera en que han competido y por no rendirse. Hemos intentado presentar diferentes maneras de competir, con grandes, con peque?os. Ellos se han tenido que emplear a fondo. Todos sabemos nuestras fuerzas y nuestras debilidades a d¨ªa de hoy. No hace cinco, diez o doce a?os, y hay que estar orgulloso. Este grupo ha dado una clase de competitividad, de compromiso, de equipo.

Se acaba un ciclo.

Este es un tiempo de disfrutar el momento. Ha sido un privilegio compartir vestuario con este grupo de leyendas. Compartir viajes, entrenamientos, partidos. Para m¨ª ha sido un placer. No pod¨ªa ni so?ar a?os como estos. Y al mismo tiempo, estamos preparados para seguir compitiiendo con su legado. Ojal¨¢ los jugadores j¨®venes aprendan de ellos. Es dif¨ªcil aprender cualidades para jugar, pero adem¨¢s, ellos han sido lo suficientemente inteligentes para aprender a competir. Y esta es la parte de esta historia que realmente les hace leyenda, no s¨®lo para el espa?ol sino para el mundo del baloncesto. Los echaremos de menos.

?Por qu¨¦ no jug¨® Pau los ¨²ltimos minutos?

Eso hubiese sido una fata de respeto grav¨ªsima. Despu¨¦s de todo lo que ha hecho para recuperarse, no puedes hacerle una putada as¨ª. En fr¨ªo, con riesgo de hacerse da?o en un partido a mil por hora. Hubiera sido lo peor que le pod¨ªamos haber hecho y Pau se merece lo mejor. Con ese ejemplo, ese liderazgo. Con humildad y con una capacidad de hacer cosas e intentar hacer cosas que casi nunca hab¨ªa hecho, seguramente porque no lo necesitaba por su grand¨ªsimo talento. S¨®lo podemos tener respeto y admiraci¨®n para Pau. Y para Marc, m¨¢s de lo mismo. Ha intentado todo y de todas formas posibles. Siempre y durante todos estos a?os. A veces con un rol m¨¢s protagonista. A veces, con un rol menos protagonista. Pero siempre siendo un pilar de esta equipo y, sobre todo, un pilar de la mentalidad competitiva de este equipo. Ha sido un privilegio compartir tantos d¨ªas, meses a?os.

Se acaba una etapa. ?Est¨¢n preparados para la nueva?

Bueno. Tenemos que prepararnos. Estamos preparados en el sentido de que llevamos a?os trabajando bajo mi supervisi¨®n personal, es categor¨ªas inferiores y en la Selecci¨®n B o de las Ventanas. El proceso lleva tiempo en marcha, con ideas claras sobre c¨®mo seguirlo. Eso es por un lado. Pero estar preparados para mantener una competitividad que ha ido m¨¢s all¨¢ de lo que cualquiera pod¨ªa haber esperado durante todos estos a?os, es otra cosa. Eso tenemos que demostrarlo. Los que llegan, los que seguimos... Todos. Habr¨¢ que entender el nuevo rol, la nueva forma de competir del equipo, de jugar. Y es un reto para todos. Para los que seguir¨¢n, para los que entrar¨¢n, para nosotros que ya llevamos muchos a?os planificando el cambio generacional. Llevamos a?os preparando cualquier circunstancia que se pudiera dar. Por suerte, no se han producido tanto por capacidad de los jugadores para ser eficaces en la cancha. Y que igual ahora se produce en una cantidad superior de jugadores, algo que ser¨ªa normal. Pero ah¨ª tendremos que estar y dar la talla.

?Cu¨¢ntas emociones se ha visto en este vestuario?

S¨ª, ha sido un momento inolvidable porque le he pedido a todos que se quedaran en el momento justo. Que no pensaran en lo que ten¨ªan que haber hecho o en el partido. Que vivieran el privilegio de formar parte de esta leyenda, del orgullo que hay que sentir por haber sido un ejemplo incre¨ªble, en Espa?a y fuera de Espa?a. Era un momento para saborear. No para disfrutarlo, porque hab¨ªamos perdido, pero la perspectiva hist¨®rica nos har¨¢ entender cu¨¢ntos millones de jugadores o t¨¦cnicos hubieran dado cualquier cosa por vivir este privilegio.