La semilibertad de la Villa Ol¨ªmpica
Los primeros atletas aprecian menos ¡°restricciones¡± de las esperadas, destacan las comodidades japonesas y creen que lo peor ser¨¢ la falta de p¨²blico.
La isla artificial de Harumi, junto a la Bah¨ªa de Tokio, est¨¢ llamada ser uno de los barrios exclusivos de una ciudad colapsada, con edificios que salen del asfalto como ¨¢rboles del bosque. Pero eso llegar¨¢ despu¨¦s de la finalizaci¨®n de unos Juegos Ol¨ªmpicos que inician la cuenta atr¨¢s. Ahora Harumi es la casa del deporte mundial y empieza a poblarse de atletas de todas las nacionalidades. Tambi¨¦n de espa?oles. A las selecciones de balonmano y hockey, y a otros deportes como tiro con arco, voley playa, tenis o tenis de mesa, se le ir¨¢n a?adiendo esta semana el resto de participantes, que ir¨¢n saliendo y entrando en funci¨®n de la duraci¨®n de sus competiciones.
¡°Compartimos edificio con M¨¦xico, Chile, Turqu¨ªa o Azerbaiy¨¢n. Los apartamentos son peque?os. El sal¨®n es b¨¢sico y hay dos ba?os y cuatro habitaciones. Las camas son grandes, c¨®modas y el colch¨®n es duro pese a la pol¨¦mica¡±, explica Ra¨²l G¨®mez, jefe de equipo de la Selecci¨®n femenina de hockey. Las restricciones se limitan a tres normas, convirtiendo la villa en un espacio de semilibertad para los deportistas: la mascarilla es obligatoria, deben someterse a un test de saliva a diario y las mesas del comedor est¨¢n separadas por mamparas: ¡°No escuchas a quien tienes delante¡±, coment¨® Galia Dvorak, de Matar¨®, que debutar¨¢ el s¨¢bado en tenis de mesa.
Los deportistas con experiencia, como Dvorak, que ya estuvo en las villas de Londres 2012 o R¨ªo 2016, no encuentran demasiadas diferencias con su rutina en Harumi. ¡°Lo veo como siempre. La villa es m¨¢s peque?a porque los edificios son m¨¢s altos, pero el comedor es grande, igual que el gimnasio, la lavander¨ªa...¡±. El edifici¨® donde reside la delegaci¨®n espa?ola es ideal: ¡°Tenemos el comedor a cien metros, y justo detr¨¢s est¨¢ el muelle y el gimnasio. Nadie te controla, pero los atletas est¨¢n muy concienciados¡±, recalca G¨®mez: ¡°Hay zonas de paseo y podemos movernos con libertad por las zonas comunes¡±, apunta Dvorak.
Pese a la amenaza del COVID (el lunes ya se hab¨ªan detecado 58 casos derivados de los Juegos) y a los exigentes protocolos de entrada al pa¨ªs, la vida en la villa es mejor de lo esperado para los deportistas. As¨ª lo testigua Roc Oliva, de la selecci¨®n masculina de hockey. ¡°Ven¨ªamos con otras expectativas, no veo muchas diferencias con otros Juegos m¨¢s all¨¢ de los tests y el comedor. Hemos ido a entrenar ya con normalidad, sin p¨²blico, y creo que eso es lo que m¨¢s notaremos¡±.
En total, entre los Juegos Ol¨ªmpicos y Paral¨ªmpicos, alrededor de 18.000 deportistas pasar¨¢n por los edificios altos de Harumi aunque no todos se cruzar¨¢n. Obligados a abandonar la villa dos d¨ªas despu¨¦s de la competici¨®n y a no poder mezclarse en las instalaciones de otros deportes, la semilibertad se resume en "entrenar, competir y estar en la villa".
Otros de los muros a derribar en estos primeros d¨ªas en Tokio es el jet lag. Dvorak reconoce que no lo lleva demasiado bien: ¡°El primer d¨ªa no me dorm¨ª hasta las seis de la ma?ana¡±, mientras la Selecci¨®n femenina de hockey dice sentirse preparada despu¨¦s de trabajar con la doctora Estivill: ¡°Nos hemos ido adaptando y ganando horas de sue?o. Adem¨¢s, las chicas toman melatonina unas horas antes para que les entrene el sue?o antes¡±.