Wu Lei sale a hombros del Espanyol por encima del ¡®show-business¡¯
Primer goleador chino en LaLiga, a la que conect¨® con su pa¨ªs, hist¨®rico en el pase a Europa y en el derbi de 2020, su carisma y legado en el Espanyol est¨¢n por encima de una transacci¨®n opaca.
Tres meses y 20 d¨ªas llevaba Wu Lei en el Espanyol, desde el 28 de enero de 2019, la tarde que sali¨® a hombros del RCDE Stadium, en plena invasi¨®n de campo y el mayor estallido de euforia que se recuerda en el actual estadio del Espanyol. Una imagen que lo resume todo: no ha sido el mayor goleador, ni especialmente virtuoso con el bal¨®n, tampoco ha conquistado t¨ªtulos, m¨¢s all¨¢ del indeseado campeonato de Segunda. Ni siquiera ha intercambiado m¨¢s de dos frases con ning¨²n seguidor, por la barrera idiom¨¢tica. Pero se ha ganado el atacante a una afici¨®n perica que lo despide con un cari?o que no se ha rendido a jugadores acaso m¨¢s capitales. No en vano, ha hecho historia, y eso quedar¨¢ para siempre.
Porque Wu Lei, a quien seg¨²n datos del Espanyol vieron 40 millones de telespectadores en China durante los 13 minutos de su debut, en Vila-Real el 4 de febrero de 2019, se convirti¨® dos semanas m¨¢s tarde, en Mestalla, en el primer futbolista chino que hab¨ªa alcanzado una titularidad en nueve d¨¦cadas de Liga. Y el 2 de marzo, en el primero que marcaba, en un Espanyol-Valladolid. Aunque para gol, el de aquel 18 de mayo frente a la Real Sociedad, que daba acceso a Europa. Y de ah¨ª, a hombros. Como uno de los suyos, con el que jug¨® lesionado hasta ese verano.
Como en una historia de amor, no hubo nada como esos primeros meses de pasi¨®n. 520.000 seguidores gan¨® el Espanyol en las redes sociales chinas a la semana de aterrizar Wu Lei en el club. Y m¨¢s de 20.000 camisetas, siempre seg¨²n los datos ofrecidos por la entidad, se vendieron en los cuatro primeros meses. Un fichaje prioritariamente deportivo, como siempre se quiso recalcar, y aparentemente rentable desde el punto de vista del m¨¢rketing y la publicidad (pronto llegaron acuerdos con LD Sports o iFlytek), trat¨¢ndose del l¨ªder de la selecci¨®n china, del mejor futbolista del gigante asi¨¢tico y del ganador, a la postre, del Bal¨®n de Oro de China en 2018, 2019 y 2021.
¡°Despu¨¦s de conquistar la Superliga china y de ser el m¨¢ximo goleador, pens¨¦ que ya no me quedaban objetivos por cumplir. Quer¨ªa seguir ganando¡±, explicaba en un documental emitido hace un a?o en China, en el que se mostraba su lado m¨¢s humano. Como por ejemplo, regresaba a su pa¨ªs el 8 de octubre de 2019, cinco d¨ªas despu¨¦s de haberse convertido tambi¨¦n en el primer chino que anotaba un gol en una fase de grupos de cualquier competici¨®n de la UEFA, contra el CSKA de Mosc¨², para llorar en el cementerio de Nanjing la reciente muerte de su abuelo.
Mucho m¨¢s feliz fue Wu Lei, e irradi¨® ese ¨¦xtasis al pueblo blanquiazul, aquella noche del 4 de enero de 2020, cuando en el minuto 87 de un Espanyol-Barcelona en el RCDE Stadium anotaba el definitivo gol del empate, 2-2, cuyo hashtag #GoldeWuLei (en mandar¨ªn, se entiende) cont¨® con 220 millones de visualizaciones en la red social Weibo. Al d¨ªa siguiente, el valor de las acciones de Rastar Group, el conglomerado empresarial propietario de la entidad perica, aument¨® en 100 millones de euros en la Bolsa de Shenzhen.
No tardar¨ªa en llegar la pandemia, en convertirse en uno de los primeros jugadores del Espanyol en dar positivo en COVID-19 (hasta en eso fue pionero) y en quedar confinado lejos de su casa, en Barcelona, y con su familia. Tambi¨¦n sus hijos, quienes en sus primeros meses como perico se hab¨ªan quedado en China. Pero, lejos de desanimarse, una vez consumado el descenso a Segunda fue el primero en afirmar p¨²blicamente que se quedaba en el Espanyol.
Y, ya con molestias en una rodilla que le han acompa?ado hasta el presente verano, mientras combinaba sus esfuerzos con una selecci¨®n china a la que cargaba sobre sus espaldas ¨C¡±la esperanza de un pueblo¡± es el grito de guerra que le cantan cada vez que pisa su pa¨ªs¨C, viv¨ªa Wu Lei otro momento de euforia con el ascenso, el 8 de mayo de 2021 en La Romareda, visiblemente emocionado, emp¨¢tico con una afici¨®n que no pudo estar all¨ª.
Aunque la 2021-22 la iniciaba recibiendo una camiseta conmemorativa por sus primeros 100 encuentros con el Espanyol, 461 minutos disput¨® ¨²nicamente la pasada temporada, de vuelta a Primera Divisi¨®n, en contraste con aquellos 1.062 de los cinco primeros meses. No tuvo un papel relevante, pero el destino le ten¨ªa guardado un ¨²ltimo servicio a ese espanyolismo que le ha acabado adorando. Suyo fue el gol, el pasado 10 de abril ante el Celta, que otorgaba a los pericos una permanencia virtual que ahora le permite arrancar un nuevo proyecto. Ser¨¢ sin el segundo jugador que m¨¢s tiempo llevaba en su plantilla, solo superado por Sergi Darder.
Ser¨¢ sin Wu Lei, que nunca ha escuchado los cantos de sirena que proven¨ªan de otros clubes europeos, alguno espa?ol, de propiedad china, y que solo abandona el Espanyol para regresar al lugar donde se form¨®, creci¨® y triunf¨® para poder dar el salto al f¨²tbol de primer nivel. Volver¨¢ al Shanghai SIPG, ahora Shanghai Port, donde no solo despierta simpat¨ªa como en el entorno blanquiazul sino que es su mayor ¨ªdolo de masas. El retorno que realmente ha generado, la forma c¨®mo Chen Yansheng lo logr¨® reclutar para su club o el papel del gobierno chino seguir¨¢n seguramente escondidos tras la opacidad de este singular negocio. Y, mientras tanto, los libros de historia hablar¨¢n de un futbolista chino que fue pionero. Y del Espanyol.