Ronaldo Naz¨¢rio y el lugar de las metas inolvidables
El presidente del Real Valladolid recorrer¨¢ estos d¨ªas el Camino de Santiago, donde marc¨® su primer gol ic¨®nico frente al Compostela.
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Con algo de ayuda, sumados los acompa?antes y el coche de asistencia que le acompa?a, Ronaldo Naz¨¢rio ya rueda hacia Santiago de Compostela. Consumado el ascenso a Primera, el presidente del Real Valladolid cumplir¨¢ la promesa que hizo tras dar con sus huesos en Segunda: realizar el Camino y ganar la compostelana, algo que har¨¢, adem¨¢s, en A?o Jacobeo. Las seis etapas que cumplimentar¨¢ tocar¨¢n a su fin, o eso espera, el mi¨¦rcoles.
Como recordando lo sucedido hace casi 26 a?os, el astro brasile?o parti¨® casi del centro del campo, desde un punto semejante a aquel desde el que arranc¨® una galopada para la historia en San L¨¢zaro, hoy conocido por el nombre de Vero Boquete, emblem¨¢tica futbolista santiaguesa que da nombre al estadio donde comenz¨® la leyenda de 'O Fen?meno'. La porter¨ªa en la que emboc¨® fue la primera meta inolvidable de cuantas alcanzar¨ªa m¨¢s tarde, aquella hacia la que se abri¨® paso en el verde, y a la vez, en el imaginario futbolero.
No le importaron entonces las repetidas tarascadas que recibi¨®, cuantos problemas se le pusieron por delante en el camino hacia la porter¨ªa, como tampoco a sus jugadores le acabaron importando los tropiezos y los avatares sufridos durante esta temporada. Como el 'presi', tocar a rebato llev¨® al ¨¦xito de un ascenso, tambi¨¦n, memorable, tanto que incluso d¨ªas atr¨¢s Ronaldo compar¨® con aquel Mundial de 2002 de Corea y Jap¨®n, cuya copa gan¨®.
Pudiera ser Compostela el lugar donde acaban los imposibles, aunque no lo fueron, ni el ascenso ni el gol, porque lo lograron, y lo lograron porque lo imaginaron. Lo imaginaron... y lo sufrieron. Y sufrir¨¢ el presidente, ¨¦l mismo lo aventur¨® en declaraciones a los medios, porque se dice fuera de forma. Se alegrar¨¢ al reencontrarse, en todo caso, con una ciudad que casi no conoci¨® y que ha cambiado. Ya no es un habitual el Par¨ªs-Dakar; no como antes. Pero lo inolvidable sigue estando all¨ª, a un pedal de distancia