25 a?os del gol de Ronaldo que quisieron 'prohibir'
El hoy presidente del Real Valladolid culmin車 su primera gran obra el 12 de octubre de 1996. Nike lo convirti車 en un anunci車 que suscit車 una demanda.
Yo estuve all赤, o eso cont谷 durante a?os. Imag赤nense descubrir a un 赤dolo marcando el gol de su vida a 60 kil車metros de su casa y haberlo visto solo por televisi車n. Ten赤a que estar. Por eso, en mi adolescencia, cont谷 que estuve, exagerando entre los de mi condici車n (gallego y a esa edad; qu谷 podr赤a salir mal), contando que me hab赤an llevado a San L芍zaro cuando a los ocho a?os el 迆nico estadio al que hab赤a entrado era el de Pasar車n. En realidad, la narrativa se escrib赤a sola.
Para una generaci車n, existen dos goles ic車nicos por encima del resto: el de Maradona en el Estadio Azteca y el de Ronaldo al Compostela, del que se cumplen 25 a?os este 12 de octubre. Si uno piensa en el primero, dif赤cilmente lo haga con otra narraci車n que no sea la de V赤ctor Hugo Morales; "pisa la pelota Maradona, arranca por la derecha el genio del f迆tbol mundial...", culminada con el 谷xtasis de un "ta-ta-ta". Al segundo es dif赤cil ponerle una banda sonora real, y a la vez, lo es no imaginar una de esas de documental ambientado en la selva.
El actual presidente del Real Valladolid tard車 diez segundos desde que recogi車 el rechazo de Passi y Mauro en superar a Fernando. Por el camino, se asemej車 a una estampida de elefantes, supo aguantar las tarascadas de quienes osaron querer pararle y salv車 los intentos de los defensas de detenerle hasta que, ya en el 芍rea, cay谷ndose, dispar車 con la derecha a la diestra del portero, que se cay車 como el 芍rbol talado por la historia, que eso fue.
Los amantes del f迆tbol recordamos lo que nos rodea, d車nde est芍bamos y con qui谷n, en los momentos en los que fuimos m芍s felices. Sabr赤a identificar perfectamente el lugar en el que estaba sentado cuando Iniesta marc車 el gol de todos aunque ya no recuerde el nombre del bar. De ver el gol de Ronaldo tumbado con mi abuelo en su cama no me arrepent赤 nunca; sucede que, cuando uno es ni?o, fantasea y ensue?a. ?l fue feliz tambi谷n.
El gol de Ronaldo se convirti車 en un sue?o de patio de colegio y en el descubrimiento de quien acabar赤a siendo un 'nueve' eterno, lesiones mediante. Fue tan m芍gico, tan inveros赤mil, que protagoniz車 un anuncio de Nike en 1997". Aquello doli車 a los futbolistas del Compostela a los que el astro hab赤a dejado rotos por el camino, que presentaron una demanda por intromisi車n ileg赤tima en el derecho a la propia imagen al creer que el anuncio vulneraba su honor.
En marzo de 2009, 13 a?os despu谷s, el Tribunal Supremo la desestim車, rechazando indemnizar a los jugadores y la retirada de la emisi車n del comercial, en el que a Ronaldo le acompa?aba la siguiente cita: "Imag赤nate que le pides a Dios que te convierta en el mejor futbolista del mundo... y que Dios te escucha". Porque lo hizo. Porque lo fue.
Como buena casa gallega, la m赤a era de los equipos 'da terra', y no de los grandes. Sin embargo, de Ronaldo tuve una camiseta. Una falsa, blanca con el estampado de un cromo, que me hizo ganarme la enemistad de alg迆n chico mayor del barrio que era merengue. Era de manga larga, as赤 que supongo que me la regalaron durante el invierno. Meses despu谷s, Naz芍rio se fue. Y, juro que en casa no hubo intenci車n, la lavadora estrope車 la camiseta y no me la volv赤 a poner.
Cuando la justicia espa?ola termin車 de pronunciarse, al hoy dirigente ya le hab赤an hecho 'crac' las rodillas y ya estaba de vuelta en su pa赤s, despu谷s de cosechar innumerables t赤tulos con sus equipos y con la 'sele?ao' y menciones individuales por sus gestas, incluso a pesar de las lesiones. Como azulgrana, en aquella primera temporada en Espa?a, no complet車 muchas m芍s despu谷s de aquel gol, aunque a este le siguieran bastantes (termin車 la Liga con 34).
Cuando la justicia fall車, probablemente el mal sue?o de los siete denunciantes habr赤a acabado. Qui谷n sabe si quiz芍s, con el tiempo, lo recordar芍n de una forma menos dolorosa al saber que fueron parte de la historia, que vivieron la primera gran obra del se?alado como el mejor delantero de siempre. Uno que retrat車 muchos semblantes, de gozo en el festejo y de l芍stima por el gol recibido. De cuantos hizo, ninguno otro fue as赤: tan bueno que quisieron 'prohibirlo'.