El Manchester City, rival del Atl¨¦tico en cuartos de Champions
La creatividad ofensiva del City, con De Bruyne y Bernardo Silva como estiletes, contrasta con su debilidad en el repliegue. Walker es baja para la ida y R¨²ben D¨ªas, duda.
Siempre parece el momento del Manchester City en la Champions, aunque nunca termina de llegar. No se puede afirmar que para los de Guardiola sea ahora o nunca, pero casi. Es un equipo en plenitud, que se conoce a la perfecci¨®n, donde el colectivo prevalece sobre unas individualidades que siempre tienen espacio para brillar. L¨ªder de la Premier League, por delante de un Liverpool que no le da tregua, ha mejorado incluso el estatus competitivo que le coloc¨® tan cerca de ganar la Champions. Aunque sea propenso a las tragedias europeas, v¨¦ase las eliminaciones ante M¨®naco, Tottenham o Lyon en temporadas previas, el City aspira a no dejar pasar otra oportunidad.
Cosido por Guardiola, maestro de maestros, es un bloque muy reconocible. Ha tenido ratos plet¨®ricos esta temporada. Domina el juego, tiene profundidad y dinamismo y presume de una versatilidad t¨¢ctica indiscutible. Con el 1-4-3-3 como esquema base, que toma otras disposiciones en funci¨®n de la fase de la jugada, conquista por su buen juego, sin un ariete de referencia. Busca tejer superioridades entre l¨ªneas, no renuncia al centro lateral que tantos r¨¦ditos le est¨¢ dando este curso y trata de orientar el juego hacia el lado d¨¦bil. Quitarle el bal¨®n es casi una proeza, juega de memoria. Aun as¨ª, el City contin¨²a siendo vulnerable en las transiciones defensivas, con un repliegue que deja que desear cuando no recupera en los primeros pases del rival. Tampoco su defensa del ¨¢rea es la mejor. Lo que le hizo Kane hace unas semanas en la victoria del Tottenham en el Etihad (2-3) es una buena muestra de ambas debilidades. Desde esta perspectiva, siempre se puede comprometer al equipo de Guardiola. Al t¨¦cnico se le ha criticado en las ¨²ltimas fechas por ser demasiado inmovilista con los cambios. Nada que tenga demasiada importancia.
La buena predisposici¨®n colectiva del Manchester City se asienta en el notable rendimiento individual de una plantilla amplia y de alternativas. Para el encuentro de ida no estar¨¢ todav¨ªa Walker, que sigue cargando con la est¨²pida roja que recibi¨® en la fase de grupos ante el Leipzig, y ser¨¢ duda R¨²ben D¨ªas, de baja ahora por una lesi¨®n en el tend¨®n de la corva. Con todo, el potencial del City no se ve demasiado mermado. Los pies de Ederson, capaz de poner el bal¨®n donde quiera, dirigen los primeros pases y Guardiola conf¨ªa en Stones y Laporte, si el central portugu¨¦s no llega a tiempo, para el centro de la zaga. Tambi¨¦n ha dado galones a Cancelo en el lateral izquierdo. La evoluci¨®n de este jugador con el entrenador catal¨¢n merece un cap¨ªtulo aparte. Con Rodri por delante como mediocentro posicional, el City asume la iniciativa desde el inicio y busca a Bernardo Silva y De Bruyne para conectar las l¨ªneas. Son los jugadores m¨¢s imaginativos, imprevisibles tantas veces entre l¨ªneas y de una calidad t¨¦cnica exquisita. De todos modos, tampoco ser¨ªa extra?o que G¨¹ndogan gane otra vez peso en el tramo final de la temporada para equilibrar m¨¢s la medular. Por delante acostumbran a jugar Mahrez, Grealish (m¨¢s afinado) y Foden como nueve mentiroso, adem¨¢s de tener en la rec¨¢mara opciones de peligro del nivel de Sterling o Gabriel Jesus. Es un equipo creativo y de gran riqueza ofensiva, que sigue en liza por la Premier (el 10 de abril se juega medio t¨ªtulo contra el Liverpool) y ambiciona m¨¢s que ninguno dar el abrazo definitivo a la Champions.