El Chelsea, rival del Real Madrid en los cuartos de Champions
Buen equipo, los 'blues' no se han visto afectados, al menos por el momento, por la crisis institucional. Tuchel mantiene los tres centrales y Kant¨¦ insiste en su trascendencia.
En pleno incendio a nivel institucional, con Abramovich fuera de la gesti¨®n y abocado a reinventarse en el corto plazo por las sanciones que le han impuesto, el Chelsea sobrevive en el c¨¦sped y se vuelve a cruzar con el Madrid, al que ya ech¨® la temporada pasada. Hasta ahora no se han trasladado sus males societarios al campo de f¨²tbol. Sigue siendo el gran equipo que es. Hace un a?o nadie daba un duro por el conjunto blue. No se consider¨® su inversi¨®n millonaria, ni tan siquiera se valor¨® la excelente y variada colecci¨®n de futbolistas de los que puede presumir. Quiz¨¢ con menos nombre que otros, pero notabil¨ªsimos jugadores, al fin y al cabo. No se pens¨® en un Chelsea favorito a la Champions hasta que el aterrizaje de Tuchel en sustituci¨®n de Lampard sacudi¨® el tablero y transform¨® por completo el panorama blue. Su metamorfosis fue extraordinaria. Dej¨® atr¨¢s su vulgaridad competitiva para abrir paso a una versi¨®n imponente. A partir de la solidez del bloque, se agigant¨® para reinar en Europa. Ahora sigue la misma hoja de ruta, aunque sin opciones en la Premier por el tir¨®n del City y del Liverpool y doli¨¦ndose a¨²n de la final perdida de la Copa de la Liga contra el conjunto red. Nada que no puede superar como hizo ya la temporada pasada.
Desde un ritmo alto de juego, contando con futbolistas de una magnitud f¨ªsica importante, el Chelsea ha encontrado el modo de defender y atacar mejor. El sistema de tres centrales y dos o tres centrocampistas de Tuchel aporta la seguridad del equipo en todos los frentes del juego. Cierran todo espacio interior. La zaga despunta por su agresividad y buen posicionamiento global a partir de la inteligencia de Azpilicueta, la fortaleza f¨ªsica de R¨¹diger y el saber estar de Thiago Silva. Jugadores como Christensen (lesionado en Lille), atado por el Barcelona, y la irrupci¨®n de Chalobah garantizan todav¨ªa m¨¢s la estructura. Cualquiera puede ser la combinaci¨®n que utilice Tuchel. Asimismo, tambi¨¦n los carrileros (Marcos Alonso es indiscutible en la izquierda, m¨¢s si cabe sin la competencia del lesionado Chilwell) ofician casi como extremos en ataque sin olvidar sus obligaciones defensivas. Nunca dejan de pisar el ¨¢rea y son parte decisiva en las triangulaciones en la banda.
Kant¨¦, Jorginho y Kovacic, de distinta forma, hacen suyo el centro del campo. El internacional franc¨¦s ha vuelto ahora con fuerza tras sus continuas lesiones. No es nada extra?o que los tres sean titulares al mismo tiempo. Sa¨²l aporta muy poco. Por delante, Tuchel posee distintas variantes, aunque ¨²ltimamente Pulisic y Havertz como delantero han cogido con fuerza su sitio. El alem¨¢n es otro desde que lleg¨® su compatriota al banquillo y ya es el m¨¢ximo goleador de esta era blue. Mount, activista continuo, indetectable por sus movimientos y solvente en la zona de finalizaci¨®n, suele ser el otro tenor ofensivo, aunque Ziyech y Werner siempre tienen opciones de entrar en el once. El que no termina de cuajar es Lukaku, que quiere dar la espantada a final de curso. Parec¨ªa un refuerzo absolutamente trascendental y ha sido incapaz de cumplir las expectativas (11 goles entre todas las competiciones) de un Chelsea que te aprieta o espera, que te zarandea en las transiciones o tiene paciencia en los ataques posicionales. Sabe jugar y sabe defender. Este Chelsea impone respeto y los precedentes ante equipos espa?oles as¨ª lo anuncian. El Madrid ya lo conoce.