La complicada adaptaci¨®n de Rodrigo de Paul en el Atl¨¦tico
El argentino, de gran fichaje el verano pasado, en estos momentos es el quinto centrocampista del equipo rojiblanco. Ha ido de m¨¢s a menos.
Algo pasa con Rodrigo de Paul (27 a?os). De fichaje estrella el verano pasado, a quinto centrocampista, el ¨²ltimo de la lista. Por delante ya Herrera, Kondogbia y, por supuesto, Koke. Ese es su influencia hoy en el Atl¨¦tico. Poca. Mucho menos de la esperada, cuando el club rojiblanco pag¨® 40 millones por su fichaje al Udinese.
Entonces, en julio, Rodrigo de Paul era ese mediocentro de la Serie A que todos los grandes quer¨ªan. Por su calma, por su manejo de la pelota, sus cambios de orientaci¨®n, sus pases en largo teledirigidos, siempre al pie del delantero. El mediapunta que pas¨® por Valencia sin tatuajes, jovenc¨ªsimo, y sin gloria, hab¨ªa dado un paso adelante en sus cuatro temporadas en Udine, para convertirse en un centrocampista de los que deciden partidos. Llegaba al Atleti, adem¨¢s, con el tacto de un t¨ªtulo a¨²n fresco en los dedos. La Copa Am¨¦rica. El primer gran t¨ªtulo de Messi con Argentina. De Paul, decisivo. Aterriz¨® en Madrid para llevar a la espalda el 5 de Tiago, palabras mayores, y como reencarnaci¨®n del Cholo. A ¨¦l recordaba. Al talento le un¨ªa la garra, el car¨¢cter. Es de los pocos fichajes en el club rojiblanco que ni mili con Simeone parec¨ªa necesitar. Hab¨ªa nacido. Y sin embargo...
Sin encaje
Y sin embargo, siete meses despu¨¦s su presencia se ha ido difuminando. De Paul no termina de encajar en el Atleti. El De Paul rojiblanco recuerda m¨¢s al que pas¨® por Valencia que al que enraiz¨® en Italia. Si otros fichajes, como Cunha, han ca¨ªdo de pie, ¨¦l no. Su c¨ªrculo en el vestuario es reducido. Correa, Su¨¢rez y poco m¨¢s. Una falta de encaje que se palpa en el campo. Antes de que el punto de inflexi¨®n fuera la entrada de Kondogbia, Herrera y Lodi en la semana de Osasuna y United, el centro del campo del Atl¨¦tico con Koke y De Paul era un desastre. Ni constru¨ªa ni destru¨ªa. Los pelotazos en largo como bombas era su juego. Hacia ning¨²n lugar.
La lesi¨®n de Kondogbia le abre una rendija, la de volver al once y afianzarse en ¨¦ste cuando es marzo y lejos, muy lejos queda aquella foto de agosto, cuando Simeone, acabado uno de los primeros entrenamientos en el Cerro de la temporada, cog¨ªa dos pelotas y se sentaba con ¨¦l en centro de la cancha, sesi¨®n terminada, los dem¨¢s en la ducha, como hac¨ªa con Gabi, su primer gran soldado, su gran capit¨¢n. Eso a lo que De Paul apuntaba.