As¨ª se hace un 'Koke'
El Atl¨¦tico de Madrid trabaja en su base, su Academia, con 1.235 chicos y chicas forjando identidad y talento. Con un presupuesto de 16 millones de euros. Un 3% llega al primer equipo.
Como La Mas¨ªa en el Bar?a, a la Academia del Atleti la atraviesa un plan transversal. Valores, marca, miles de casas que anochecen con la rojiblanca planchada en una silla para ma?ana. En la b¨²squeda de talento amanece cada d¨ªa el Atleti en cuatro sedes: Cotorruelo, Orcasitas, Majadahonda y Alcal¨¢. Casi cubierto cada v¨¦rtice de Madrid. En edades infantiles, antes de que el puro f¨²tbol se imponga, obedece a vivienda. El dibujo de los distintos equipos es como un castro de base muy ancha: 30 equipos (25 masculinos y cinco femeninos, de prebenjam¨ªn a alev¨ªn) en iniciaci¨®n, con sede en Orcasitas (femenino), Cotorruelo (masculino) y Alcal¨¢ (ambos); el perfeccionamiento son 23 (15 masculinos y 8 femeninos, alev¨ªn a cadete); ocho la competici¨®n (seis y dos, cadete y juvenil); cinco la pre-¨¦lite (con los Juveniles Divisi¨®n de Honor y el filial en hombres y el Femenino B y C).
El hombre a quien el Atleti le debe Sra. Rushmore se sienta con una carpeta rojo atl¨¦tico que esgrime con sonrisa de padre: en su interior las l¨ªneas estrat¨¦gicas, todos los n¨²meros, de aquello que se llama Academia y que es la cantera rojiblanca. Es Emilio Guti¨¦rrez, su director desde que el club la remodelara y fuera a¨²n m¨¢s all¨¢ de su ambici¨®n primigenia y fundamental, la formaci¨®n y jugadores 'de casa' en el primer equipo. La cantera como ra¨ªz de esa marca en el mundo, Atl¨¦tico de Madrid. El club hace a?os que dej¨® atr¨¢s los dientes de sierra, las subidas y bajadas en la tabla que siguieron al descenso a Segunda. Hoy es un trasatl¨¢ntico que lidera Miguel ?ngel Gil y pilota Simeone, partido a partido, mirando de frente a Bar?a y Madrid, a Bayern y Liverpool, sin perder sus valores. Esa forma de vida. "Saber levantarse", que dijo una vez Torres, futbolista que lo representa como nadie. Tambi¨¦n cantera. Porque no hay nada mejor que espeje un modelo s¨®lido de club que identifique y perdure en el tiempo que el propio cimiento.
Bajo esa premisa se remodel¨® la Academia en 2015. El Atl¨¦tico siempre fue de cantera. Abel, Ruiz, Marina, Julio Prieto; Torres, Antonio L¨®pez y Gabi son ejemplos. Con la remodelaci¨®n de 2015, "y la confianza del consejero delegado", aduce Emilio, el modelo extendi¨® sus brazos, con una visi¨®n internacional, presencia en China (con Wanda), India, M¨¦xico, Canad¨¢, Pakist¨¢n y fuertes lazos en casa, Madrid, Espa?a. "No hay nada m¨¢s gratificante que descubrir talento", dice Emilio mientras abre esa carpeta que guarda el secreto. Hoy 1.235 chicos y chicas. 66 equipos, 49 masculinos y 17 femeninos. 175 entrenadores. 1.309 partidos. 245 torneos. Desde prebenjam¨ªn, siete a?os, hasta el filial, adultos. Presupuesto de 16 millones. Esos son los n¨²meros. Los de la Academia Federada m¨¢s grande del mundo. Con mucho personal detr¨¢s. 22 preparadores f¨ªsicos. 12 analistas. 27 delegados. 12 entrenadores de porteros. 46 en los servicios m¨¦dicos. 10 en el almac¨¦n. Manos, cabezas, personas con un pensamiento. Hacer Kokes, Torres, Gabis.
Un 3% llega al primer equipo. Otros muchos, a vivir del f¨²tbol profesional, aunque sea lejos (De Gea, Rodri, Theo, Lucas, Thomas, ?liver...), dejando dinero en la hucha de una cantera que trabaja en la b¨²squeda de los pr¨®ximos Koke, Amanda. Futbolistas que con su mera presencia ya responden a esa frase: "?Pap¨¢, por qu¨¦ somos del Atleti?".
La residencia del Atleti en Madrid: pilar de su cantera
"Todo ni?o que est¨¦ en la residencia (masculina) tiene que estudiar, no s¨®lo jugar¡±. La frase es el dogma con el que Javier Valleros coordina de la Residencia del Atl¨¦tico en San Sebasti¨¢n de los Reyes. Abierta hace siete a?os auna alto rendimiento deportivo y rigidez en los estudios en sus cuatro plantas. ¡°Que tengan un plan B¡±. Por si falla el f¨²tbol. Que est¨¦n los codos.
Bajo el dogma anunciado por Javier Valleros trabajan en sus cuatro plantas once personas, todos con un perfil educativo, con los jugadores residentes, 72 en esta 2021-22, de edades comprendidas entre los 11 y los 19 a?os. Hay psic¨®logos, profesores, psicopedagogos. Con control diario de estudios, contacto permanente con colegios (Liceo Europeo y el Estudiantes Las Tablas) y familias. Con profesores de apoyo, control de deberes y desarrollo deportivo que se respira en sus h¨¢bitos: el estudio m¨¢s alimentaci¨®n y descanso.
Un mueble en su recepci¨®n, 24 horas, resume las reglas: en ella deben depositar los chicos sus m¨®viles, prohibidos a los menores de 16 salvo media hora al d¨ªa para llamar a las familias. Los menores de 15 no pueden tener redes. "Ni salir a la calle solos hasta que no hacen 16. Si salen, debe acompa?arles un mayor", explica Javier. Eso ahonda la hermandad. El equipo, la pi?a, el f¨²tbol. Una recepci¨®n que est¨¢ en la primera planta. En la segunda, la sala de ocio, con billares, futbol¨ªn y proyector, con el comedor y la biblioteca. Tercera y cuarta, habitaciones, con el Atleti no s¨®lo en los sue?os tambi¨¦n en las sabanas, colchas y almohadas.
145 jugadores han pasado ya por ella este tiempo. Con nombres como los de Joaqu¨ªn Mu?oz, Montero, ?lvaro Garc¨ªa, Cedric, Soriano, Garc¨¦s, Mollejo, Valero o Toni Moya. Una vez residentes. Hoy ya en el f¨²tbol de ¨¦lite.
Una mullida red de ojeadores
El talento crece por ese castro en el que se organiza la cantera del Atl¨¦tico pero tambi¨¦n viene de fuera. Decenas de ojos vigilan. Su equipo de ojeadores est¨¢ dividido en tres. La fase pre-¨¦lite, dirigida por Andrea Berta, tras la reestructuraci¨®n la temporada pasada, para acercar a¨²n m¨¢s al primer equipo las etapas m¨¢s pr¨®ximas al f¨²tbol profesional; la fase prebenjam¨ªn y benjam¨ªn (de 7 a 10 a?os); y el resto, con ojeadores por etapa. 13 en Espa?a, ocho en Madrid que en realidad son 138, porque cada entrenador del f¨²tbol base en cada partido es tambi¨¦n captador. M¨¢s luego eso. La expansi¨®n internacional. Esos cientos de ni?os que, en China, India, M¨¦xico, Canad¨¢ y Pakist¨¢n, ya juegan por la rojiblanca. Una mullida red a la pesca de talento. Que crece y siembra Atl¨¦tico.