?ltimo partido y la Selecci¨®n ten¨ªa que ganar por once goles de diferencia a Malta para clasificarse; parec¨ªa quim¨¦rico. Pero los goles de Santillana (4), Rinc¨®n (4), Maceda (2), Sarabia (1) y Se?or (1) hicieron posible el milagro: Espa?a acab¨® ganando 12-1, r¨¦cord de la competici¨®n. Fue mucho m¨¢s que un partido, fue una gesta, un superlativo absoluto que desat¨® la locura en una afici¨®n algo despegada con la Selecci¨®n y que acab¨® gritando aquello de ¡°S¨ª, s¨ª, s¨ª, Espa?a va a Par¨ªs¡±. (Foto de apertura: Los jugadores espa?oles celebran la clasificaci¨®n tras golear a Malta).

La manita que le endos¨® Holanda a Malta obligaba a Espa?a a ganar por once goles de diferencia. La Selecci¨®n lo logr¨® y se clasific¨®. De izquierda a derecha: (arriba) Camacho, Maceda, Goikoetxea, Gordillo, Se?or y Buyo. (Abajo) Carrasco, V¨ªctor, Santillana, Rincon y Sarabia.

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Portada hist¨®rica de AS

Conscientes de haber vivido algo hist¨®rico, los lectores devoraron AS. De hecho, el peri¨®dico bati¨® el r¨¦cord de tirada con 400.000 ejemplares.

Sobre estas l¨ªneas se puede ver el programa oficial del partido. Al lado, una entrada para la hist¨®rica goleada.

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Bonello, asediado por los medios

¡°Marcar once goles es un sue?o irrealizable¡±. Son palabras de John Bonello, portero de Malta y protagonista el d¨ªa antes del partido. En la imagen, rodeado por las c¨¢maras de televisi¨®n.

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Al descanso s¨®lo se lleg¨® con 3-1

Espa?a ten¨ªa que hacer once goles. Cuando a los dos minutos el colegiado pit¨® penalti, el cielo se abri¨®. Lanz¨® Se?or... al palo. Despu¨¦s, Holland, bajo el larguero evit¨® el gol de Maceda y V¨ªctor, tir¨® al poste. Las ocasiones se suced¨ªan sin fruto hasta que lleg¨® el gol de Santillana. Delirio. Pero un tiro de Degiorgio desviado por Maceda descoloc¨® a Buyo y empat¨®. Hab¨ªa que marcar doce. Antes del descanso marcar¨ªa dos nuevos tantos Santillana, pero el objetivo parec¨ªa inalcanzable.

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Carrusel en la segunda parte

Lo grandioso lleg¨® tras el descanso. Todo cambi¨®. Fue un aut¨¦ntico carrusel de goles. Ca¨ªan uno tras otro hasta que Se?or marc¨® el duod¨¦cimo y Espa?a recuper¨® su orgullo.

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El gallo y el bal¨®n de Rinc¨®n

Para la historia qued¨® el gallo que solt¨® Jos¨¦ ?ngel de la Casa, comentarista de TVE, cuando cant¨® el gol de Se?or. ¡°Esa no es mi forma de comentar, pero era tan impensable que sucediera, que me contagi¨¦ del ambiente¡±, recordaba a menudo el periodista. Se?or marc¨® el ¨²ltimo gol, pero Poli Rinc¨®n hizo cuatro dianas y fue uno de los h¨¦roes. Por eso, cuando el turco G?ksel pit¨® el final del partido, no dud¨® en agarrar el bal¨®n y llev¨¢rselo a casa.