Militao quiere ser Ramos
El cuarto remate del central, la figura del duelo, acab¨® con la resistencia de un firme Osasuna. Casemiro, sin querer, cerr¨® el partido. Varane se retir¨® tocado.
El peligro es aquello que pasa a menudo a cent¨ªmetros de Zidane sin rozarle la piel. Un inmortalidad ins¨®lita en el f¨²tbol. A un segundo de la explosi¨®n siempre acierta con el cable al que meterle la tijera. "Tantos problemas me han ense?ado que siempre hay soluciones", dijo en la v¨ªspera. Quiz¨¢ pensara en Militao, ese central inexistente en verano e imprescindible en primavera. Estudia para Ramos. Atr¨¢s y delante. Un cabezazo suyo mantiene al Madrid en posici¨®n de semiprivilegio en la Liga. ?l, los cambios del franc¨¦s y la academia (fant¨¢sticos Blanco y Miguel Guti¨¦rrez) fueron las buenas noticias. La mala, que ponga a quien ponga Zidane arriba nadie auxilia a Benzema con el gol.
El franc¨¦s hab¨ªa metido la mitad de los goles del Madrid en los 18 ¨²ltimos partidos. As¨ª que por ah¨ª ni Zidane, un d¨ªa ap¨®stol de la rotaci¨®n radical, se atreve a repartir la carga. Quitarle es la ¨²nica acrobacia que no puede permitirse. Del resto, tras casi sesenta lesiones, puede elaborar un tratado. Ante Osasuna, como estaba previsto, se ahorr¨® a Modric y Kroos, los pilotos en Stamford Bridge, y acomod¨® un dibujo de alto riesgo. Odriozola y Marcelo con s¨®lo dos centrales como factor de correcci¨®n y una verbena ofensiva a espaldas de Benzema: Asensio, Hazard y Vinicius. Para no adelantar el D¨ªa de la Madre dobl¨® los socorristas: Casemiro m¨¢s Blanco, qui¨¦n sabe si ese mediocentro de repuesto que no ha brotado en la cantera ni en la cartera. Una vez m¨¢s, hay hacer noche en el armario para encontrar a Isco.
Osasuna, con el curso aprobado y camino del notable, lleg¨® mucho m¨¢s fresco. S¨®lo repitieron tres de los que jugaron hace una semana en Vigo, donde los suplentes fueron mayor¨ªa. As¨ª que Arrasate tuvo a su equipo de gala, con Moncayola y Javi Mart¨ªnez, dos superproyectos rojillos, y Chimy ?vila, que despu¨¦s de dos roturas de cruzado volv¨ªa a ser titular. No suced¨ªa desde enero de 2020.
Hazard, de los chispazos al apag¨®n
El Madrid proces¨® bien los datos de salida. El favor del Granada, los apuros del Atl¨¦tico y una aritm¨¦tica mucho m¨¢s amable que hace una semana. As¨ª que abri¨® gas pronto, empezando por Hazard, que apunta a ser tangible. Quiz¨¢, a la und¨¦cima, se convierta en ese fichaje que Madrid lleva esperando ocho estaciones. En dos minutos dibuj¨® un esprint vertical mal acabado y una internada desde la izquierda sin rematador. Y ah¨ª, y en un remate pifiado despu¨¦s, se acab¨®. No parece el refuerzo que Zidane precisar¨¢ en Londres.
El juego del Madrid, con tantos futbolistas de fantas¨ªa, tuvo m¨¢s gracia de lo habitual. Hasta Casemiro se contagi¨® del clima festivo e intent¨® un gol desde campo propio que no encontr¨® premio. Cada d¨ªa tiene m¨¢s arrebatos de mediapunta. M¨¢s si Blanco, otra vez impecable, le guarda las espaldas. En esa fase, Militao fue la mejor baza ofensiva de Osasuna, con una cesi¨®n cr¨ªtica a Courtois. El belga le salv¨® el pellejo. El segundo susto le lleg¨® en un centro chut de Manu S¨¢nchez. "Aqu¨ª la presi¨®n es una forma de vida; se valora m¨¢s que un regate", dice Arrate, pero su Osasuna es bastante m¨¢s. Ofrece un buen despliegue ofensivo, en n¨²mero y en intenciones. Hasta le anularon un gol, de ?vila, por fuera de juego antes del descanso.
Como el equipo navarro no rechaz¨® jugar a campo abierto, qued¨® un partido muy vistoso, aunque claramente vencido sobre Sergio Herrera. El meta tuvo tres minutos heroicos, en un remate mordido de Hazard y dos cabezazos de Militao. Fue el preaviso que no escuch¨® Osasuna. Blanco y Asensio tuvieron un papel principal en la acometida blanca. El primero, por omnipresencia; el segundo, por sentido de la responsabilidad. Alguien ten¨ªa que poner cierto orden en aquella manada de delanteros. En cualquier caso, el equipo de Zidane no acababa de cumplir el objetivo principal: resolver pronto para poner las cabezas y las piernas a disposici¨®n de la Champions.
Rodrygo, el revulsivo
La segunda mitad amaneci¨® con parte m¨¦dico: molestias de Varane, sustituido por Nacho. El caso cl¨ªnico es caso cr¨®nico. El Madrid, de cualquier modo, no fue el del principio. Circulaci¨®n m¨¢s lenta, menos juego perimetral, poco nervio y nula presencia en el ¨¢rea m¨¢s all¨¢ de una volea alta de Militao, el mejor en las dos ¨¢reas.
El plan de reactivaci¨®n de Zidane fue un cambio radical en la banda izquierda (Miguel Guti¨¦rrez y Asensio). Arrasate respondi¨® con Brasanac y Budimir, su mejor goleador. Pieza por pieza en un equipo herm¨¦tico, atrincherado detr¨¢s de la pelota contemplando la degradaci¨®n ofensiva del Madrid. En cualquier caso, Rodrygo s¨ª pareci¨® un impulso en la recta final. Result¨® el m¨¢s profundo arrancando desde la derecha, pero fueron la estrategia y Militao quienes acabaron lanzando el salvavidas al Madrid. Isco, otro que entr¨® con buen pie, bot¨® un c¨®rner con la precisi¨®n habitual de Kroos, el brasile?o meti¨® su tercer cabezazo de la noche cerca del punto de penalti y super¨® al hasta entonces invencible Herrera. Luego, Casemiro asegur¨® el triunfo sin querer. Un mal control acab¨® en buen remate. Y el Madrid le mand¨® al Atl¨¦tico el mensaje de que acepta el ¨®rdago con los goles de dos jugadores de quite. Con Zidane todo es posible.