SEMIFINALES (IDA) | VILLARREAL - ARSENAL
Los jueves tambi¨¦n hay Champions
Villarreal y Arsenal, con dos entrenadores donostiarras, rememoran el duelo de las semifinales de 2006 con la fe de volver a la ¨¦lite v¨ªa Europa League.
Esta Europa League huele a Champions por los cuatro costados. Y no s¨®lo por los equipos que componen las semifinales de esta temporada (Villarreal-Arsenal y Manchester United-Roma) sino porque, para muchos, ganar esta competici¨®n es la ¨²nica v¨ªa para regresar a la ¨¦lite para la que est¨¢n confeccionadas sus plantillas. El Villarreal marcha s¨¦ptimo en Liga y el Arsenal camina d¨¦cimo en la Premier. Con esa realidad, mezclada con la ilusi¨®n de unos y la necesidad de otros, arranca esta apasionante eliminatoria que, aunque no tendr¨¢ p¨²blico, tiene a las dos aficiones especialmente agitadas por diferentes motivos: la groguet por el orgullo de volver a poner a un pueblo de 50.000 habitantes en el foco, gracias al proyecto de Roig, y la gunner por la incertidumbre de si la familia Kroenke seguir¨¢ al frente del club o llegar¨¢n, como parecen, Daniel Ek, due?o de Spotify, junto a grandes ¨ªdolos como Bergkamp, Henry o Vieira (sigue el partido en directo en AS.com).
Pero hay m¨¢s historias alrededor de este apasionante duelo que, siendo secundarias, no son por ello menos importantes. Una va de t¨¦cnicos: Emery se enfrenta a su Arsenal, con el que jug¨® y perdi¨® la final de la Europa League de 2019 ante el Chelsea, y a otro entrenador donostiarra como Arteta, al que llam¨® sin conocerle para asesorarle cuando ¨¦ste cambi¨® Manchester por Londres. Otro dato capital nos lleva al pasado: el Submarino quiere revancha por la dolorosa eliminaci¨®n de 2006, una aciaga noche que Riquelme reconoce ahora que no ha podido ver repetida. Y la ¨²ltima es m¨¢s rom¨¢ntica: el Submarino, perteneciente a la liga de los mortales, desea recordarle al Arsenal, fundador y exiliado de la Superliga, que las cosas se ganan en el campo. Siempre.
Analizando los onces, tambi¨¦n se respira la grandeza. El Villarreal, tras utilizar al Bar?a como sparring de cara a este duelo que le puede brindar la primera final de su historia, repetir¨¢ el mismo bloque de gala con dos aditivos de ¨²ltima hora: Rulli por Asenjo y Pedraza por Alberto Moreno. Pau Torres podr¨¢ demostrarle a todo Reino Unido por qu¨¦ sus equipos se pelean por hacerse con sus servicios, aunque lo m¨¢s normal es que Chukwueze y Gerard, los dos jugadores locales m¨¢s en forma, le vuelvan a quitar parcialmente el foco. Ellos han sido culpables de que, pese a que el Villarreal s¨®lo ha ganado dos de los ¨²ltimos 11 partidos en Liga su estadio, en Europa la trayectoria haya sido inmaculada: 11 triunfos y un solo empate. Se presenta en sus quintas semifinales despu¨¦s de haber apeado a Salzburgo, Dinamo de Kiev y Dinamo de Zagreb.
El camino del Arsenal ha sido todav¨ªa m¨¢s preciso, sin conceder ni un punto en la competici¨®n dejando en la cuneta a Benfica (dieciseisavos), Olympiacos (octavos) y Slavia Praga (cuartos de final). Lo malo es que el ayer cuenta poco para hoy. Su alineaci¨®n depende demasiado de una enfermer¨ªa liderada por David Luiz y a la que bien podr¨ªa haber entrado Leno en busca de un tranquilizante despu¨¦s de su cantada del fin de semana. Tierney, Aubameyang y Lacazette arrastran diferentes molestias. La titularidad de estos pilares, a¨²n en el aire pese a que Arteta haya jugado al despiste, har¨¢ que su dibujo sea temible o s¨®lo espectacular. Valga como ejemplo que Odegaard y Ceballos dependan de alguna que otra alta m¨¦dica para poder jugar en un centro del campo donde Thomas Partey, querido colchonero, es primo-hermano de Kant¨¦.
El cansancio y su incidencia es la preocupaci¨®n general en estos momentos. El once del Villarreal acumula 5.000 minutos m¨¢s que el del Arsenal. Pero en unas semifinales, el poder de la mente, la importancia de la fe y la fuerza del coraz¨®n pesan a veces m¨¢s que las piernas. Es la ¨¦lite. La Champions en un jueves.