OCTAVOS (VUELTA) | REAL MADRID 3 - ATALANTA 1 (4-1)
Vinicius adorna el pase
El Madrid liquida al Atalanta despu谷s de desgastarle con goles de Benzema, Ramos, de penalti, y Asensio y una actuaci車n magn赤fica del brasile?o.

Habr芍 que acostumbrarse a esto. Aquel equipo explosivo de la trilog赤a europea de Zidane ha derivado en un artificiero que se gana la vida desactivando al adversario. Qui谷n sabe para cu芍nto le dar芍 en la Champions, pero result車 suficiente ante el Atalanta, que tuvo menos cascabeles de lo que se anunciaba en el cartel. Presion車 bien, no se escondi車, tuvo entereza, pero hace falta algo m芍s para subir al altar mayor del f迆tbol. Lo que tiene el Madrid, que fue de poco a mucho hasta autoconvencerse que en Europa tiene un porvenir. La noche ayud車 mucho a Vinicius, que recuper車 su versi車n diab車lica.
Desde la 車ptica de Zidane hab赤a poco que decidir. El Madrid ultracampe車n morir芍 sin testamento. As赤 que mientras los cuerpos aguanten (y aguantan), el franc谷s seguir芍 con su aprovechad赤simo grupo de treinta?eros venidos a m芍s. Y sin Hazard, que lleva a?o y medio sin soltar las muletas. El puesto que deja libre es el que va y viene. A Zidane le gustar赤a creer en Asensio, el m芍s dotado, pero ya no encuentra argumentos. A Rodrygo le ve para el otro costado. Y acaba por tirar de Vinicius, un proyecto de genio inconcluso. Le cuesta el gol, le cuesta el 迆ltimo pase, le cuesta jugar en la derecha, le cuesta coger oficio, pero tiene ese algo que tanto gusta en el Madrid: el presentimiento de que con 谷l siempre pasar芍 algo (no siempre bueno). Butrague?o, hace 40 a?os, ya cultiv車 el g谷nero
As赤 que el Madrid afront車 el duelo con los cl芍sicos y tres centrales, sospechando que se le vendr赤a encima esa bendita locura del Atalanta, esa presi車n salvaje y al hombre hasta con siete jugadores en la salida de la pelota, esos laterales intrusivos y un ataque m芍s moderado de lo acostumbrado (Gasperini dej車 a medias la cumbia al no alinear de salida a Duv芍n Zapata). El Atalanta no es una pareja c車moda, porque le falta sangre azul y en una competici車n tan endog芍mica como la Champions cuela que te eche uno de tu especie (de Juventus para arriba) y averg邦enza que lo haga uno de otra. Se defiende mejor morir a manos de un patricio que de un plebeyo.
Un Atalanta sin remate
Al equipo de Gasperini, cuartofinalista el a?o pasado, de cordero no le queda ni la piel. Menos si llega en desventaja. Su salida fue expansiva, invadiendo el campo del Madrid, meti谷ndole marcha. Juega a todo o nada: si aguanta su primera l赤nea de presi車n, agobia; si el rival la supera, peligra. Aplica su plan con sol y con sombra, en B谷rgamo o lejos, ante grandes y peque?os.
Pero el Madrid sali車 lo suficientemente advertido de que es tan peligroso el escorpi車n como el tigre. Los tres centrales le protegieron bien, aunque, con muchos puntos ciegos en la salida, se vio abocado a jugar en largo demasiadas veces, y ni Benzema ni Vinicius nacieron para ganar disputas a谷reas. A los tres minutos Muriel puso a Gosens ante Courtois. Al zurdo le cay車 la pelota en la derecha. Dios dio pan a quien no tiene dientes. Eso salv車 al Madrid.
El equipo de Gasperini, luego, amag車 mucho y dio poco. Incomod車 al Madrid, procur車 encerrarle, pero no lleg車 con verdadero peligro durante muchos minutos. Tampoco el equipo de Zidane, que se columpiaba en el gol de Mendy en B谷rgamo. Todo obedec赤a a la ausencia de Casemiro. No hay otro como 谷l, no es de fiar Kroos en el quite y con un tercer central se aseguraba Zidane siempre un plan B a espaldas del alem芍n. Eso s赤, a costa de quedarse muy corto en campo contrario.
Modric, Benzema y Vinicius
Cerca de la media hora asom車 la primera combinaci車n entre Vinicius y Benzema, que empiezan a entenderse. El remate del brasile?o, con Sportiello vencido, se estrell車 en Djimsiti. Esa es la gran ventaja del franc谷s: un nueve que flota fuera del 芍rea. Siempre fue de sobresaliente en todo menos en aritm谷tica (hasta que se fue Cristiano) y, seg迆n qu谷 cursos, en aplicaci車n. Para entonces el Atalanta ya hab赤a recogido cable. Las bater赤as no son eternas. Y adem芍s, Sportiello, acab車 por liarla. Un mal despeje suyo lo caz車 Modric, que andaba en la emboscada, y le sopl車 el gol a Benzema. El buque insignia de la presi車n muriendo de presi車n ajena. El croata lo puso casi todo. Es admirable que un futbolista que podr赤a vivir c車modamente de su habilidad no se niegue el esfuerzo. Nunca un Bal車n de Oro premi車 tantas virtudes.
Ese gol enterr車 al Atalanta y resucit車 a Vinicius. Gasperini meti車 lo que le quedaba (Zapata, Ilicic...) cuando al equipo ya no le quedaban ni 芍nimo ni energ赤a. Y en ese 迆ltimo impulso por sobrevivir dej車 mucho espacio a Vinicius. En seis minutos, el brasile?o se marc車 una carrera de 80 metros, acelerando, fintando y limpiando defensas. Se intu赤a un gol de colecci車n y le perdi車 el toque final. Nada que no hayamos visto antes. Pero repiti車 casi de inmediato y esta vez Toloino le permiti車 ni equivocarse. Le zancadille車 sobre la l赤nea del 芍rea y Ramos convirti車 el penalti. Fue el 迆ltimo servicio del capit芍n, que se reserv車 para lo que est谷 por llegar. Con el Madrid en su salsa, Benzema estrell車 un cabezazo en Sportiello y otro en el palo. Aquello ya iba para goleada. Y entonces Zidane quit車 a Vinicius y se acab車 la fiesta. Courtois hizo dos buenas paradas, se trag車 una falta de Muriel y Asensio marc車 en la primera pelota que tocaba. Tambi谷n a 谷l puede despertarle Europa.