Castellano: ¡°Juanito Guedes fue como un dios para m¨ª¡±
El legendario ex futbolista de Las Palmas narra sus vivencias junto al malogrado centrocampista. ¡°Era nuestra pieza clave¡±, dice sobre su influencia.
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Existen muy pocas voces, de hecho casi ninguna, m¨¢s autorizada que la de Paco Castellano para hablar sobre la figura de Juanito Guedes, leyenda de leyendas de la Uni¨®n Deportiva Las Palmas, de quien ma?ana, 9 de marzo, se conmemora el 50? aniversario de su fallecimiento. Por tal motivo, en Diario AS venimos homenajeando su figura desde hace una semana a trav¨¦s de destacadas personalidades del f¨²tbol insular.
El c¨¦lebre central amarillo comparti¨® de todo con ¡°Juanito¡±, como siempre lo llama cari?osamente. Tanto da que fuera en el vestuario o sobre el c¨¦sped, lo mismo da en la calle que en los respectivos hogares de cada uno. As¨ª son las familias que se eligen, aquellas que te regala la vida, que igualmente lo son para siempre. ¡°Es que nos comport¨¢bamos as¨ª: ¨¦ramos una familia¡±, dice un emocionado Castellano a trav¨¦s de esa inconfundible voz ronca, siempre tan cari?oso, servicial hasta donde no se puede m¨¢s. Aquella generaci¨®n de los a?os 60 y 70 del siglo pasado, que tantas alegr¨ªas le dio al f¨²tbol grancanario, no ha tenido parang¨®n: ¡°Nos un¨ªamos con la familia, hijos¡ Siempre est¨¢bamos juntos. Fue una cosa espectacular. Viv¨ª aquello y nunca he podido ver a un equipo como ese. No como jugadores, que creo que fuimos m¨¢s o menos buenos (se r¨ªe). Es que all¨ª ten¨ªamos a personas extraordinarias¡±.
La cantidad de talento que hab¨ªa en aquella Uni¨®n Deportiva no tiene cabida en ning¨²n art¨ªculo. Castellano nunca dej¨® que sentirse un ¡°afortunado por haber estado con fen¨®menos como Juanito Guedes, Germ¨¢n, Tonono, Le¨®n, Mart¨ªn¡ No te los nombre a todos para no cansarte (se r¨ªe). Eran futbolistas extraordinarios¡±.
De todos aquellos, la imponente figura de Guedes pas¨® a tener una importancia capital. De hecho, cuando alzaba la voz las victorias ca¨ªan sin cesar. ¡°Me acuerdo que cuando iban las cosas mal nos reun¨ªa en una habitaci¨®n. Se pon¨ªa a hablarnos y a decir que la Uni¨®n Deportiva Las Palmas era nuestra, que ten¨ªamos que pelear a muerte por ella y sacar los partidos. Cada vez que nos reun¨ªa le met¨ªamos 4 al equipo contrario¡±, rememora Castellano, que a?ade: ¡°Uno recuerda tanto de este hombre porque fue nuestra pieza clave. Era el hombre para todo lo hac¨ªamos en aquellos momentos. Era nuestro capit¨¢n¡±. Otra vez, amago de quiebro en la voz, tan profunda la pena como aquellos pases largos con los que hac¨ªan maravillar a propios y extra?os.
Siempre fue el ¡®Mariscal¡¯. ¡°Se merec¨ªa totalmente que le llamaran as¨ª. Era un hombre ideal en el f¨²tbol. Parec¨ªa que ¨¦l solo llenaba todo el estadio, cortaba balones, daba unos pases extraordinarios¡±, recuerda antes de recordar a dos de los grandes beneficiados del mejor mediocentro que diera el f¨²tbol insular: ¡°Los pases en largo eran espectaculares; mandaba la pelota por detr¨¢s de los defensas y los dejaba muertos. Jos¨¦ Manuel Le¨®n, ¡®Mam¨¦¡¯, y Gilberto I le cog¨ªan la espalda al contrario, con lo que hac¨ªamos un da?o tremendo. Juanito ten¨ªa la cabeza precisa para dar ese pase profundo y vertical que nos ayud¨® a conseguir tantas victorias¡±. Semejante talento le dar¨ªa para ser tambi¨¦n una estrella en el f¨²tbol actual. ¡°Estar¨ªa en el mejor equipo de Espa?a en el que pudiera estar. Como futbolista lo ten¨ªa todo¡±, dice tan convencido su amigo. Pregunta sin respuesta aunque todos coincidamos en esta ¨²ltima.
El ¡°pi?azo¡±.
Tantos a?os juntos dieron para tantas vivencias compartidas entre Guedes y Castellano, astros absolutos, imperecedero su lugar en la historia y capital la importancia que adquirieron en la Las Palmas y la sociedad grancanaria de la ¨¦poca. Si hab¨ªa que dar la cara, literal, por su amigo y compa?ero, Paco Castellano era el primero en hacerlo. Con aquel partido contra el Elche en el Estadio Insular. ¡°Me acuerdo perfectamente, como si estuviera pas¨¢ndome ahora¡±, dice el ex central y ex de casi todo lo posible en la propia UD. Se refiere a aquella persecuci¨®n a Garc¨ªa, del Elche, tras dejar malherido al gran capit¨¢n amarillo. ¡°Es que le hizo una herida impresionante en la pierna¡±, rememora Castellano. La familia es lo primero, debi¨® pensar. ¡°Sal¨ª corriendo detr¨¢s de ¨¦l. Se vir¨® y, viendo que ven¨ªa corriendo, me dio un pi?azo en la cara que me jodi¨® la ceja. Al final nos fuimos a la calle los dos¡±, recuerda, ri¨¦ndose otra vez, siempre intacta aquella sonrisa inconfundible.
Nombrar a Juanito Guedes consigue iluminar la cara y el alma de Paco Castellano, aut¨¦ntico caballero, cari?o infinito el suyo por los amigos. Para ¨¦l, su ¡°familia¡±. En el caso de Guedes, abraza incluso la veneraci¨®n m¨¢s absoluta por el compa?ero desaparecido. ¡°Me resolvi¨® muchos problemas. Para m¨ª fue como un hermano mayor¡±, considera sin tapujos.

Si hab¨ªa que acudir al rescate, ¡°Juanito¡± siempre fue el primero. Tanto dentro como fuera del campo. Como en aquella conversaci¨®n de vestuario escuchada por el mediocentro desde el otro extremo. ¡°Don Jes¨²s Garc¨ªa Panasco (hist¨®rico dirigente del club), como no est¨¢bamos jugando nada bien y el equipo iba fatal, me pregunt¨® que qu¨¦ es lo que me pasaba. Le dije que ten¨ªa un coche y una casa que le hab¨ªa ense?ado para ir pagando poco a poco. Me dijo que fuera vendiendo una cosa para que pudiera pagar la otra. Pero lo dijo para picarme, conmigo fue siempre una persona tambi¨¦n extraordinaria¡±, relata Castellano. Ni que fuera una escena teatral, Germ¨¢n D¨¦vora entr¨® en escena. ¡°Se lo cont¨¦ a Germ¨¢n ese d¨ªa, llorando, en la caseta, dici¨¦ndole que me parec¨ªa horroroso que dejara de pagar a una persona. No quer¨ªa dejar de ser serio y dejar de pagar¡±, comentaba un serio Castellano. Al fondo, Guedes. Y antes de bajarse el tel¨®n, la esperanza. El final feliz, con gente as¨ª al lado, estaba escrito: ¡°Juanito Guedes, desde lejos, nos estaba escuchando y se fue despu¨¦s del entrenamiento y me resolvi¨® el problema que ten¨ªa en esos momentos. Para m¨ª fue una satisfacci¨®n tremenda. Que un compa?ero me hiciera eso¡ Fue como un dios para m¨ª. Puedo decir que se port¨® de maravilla en todo momento¡±.
¡°Asombroso¡±.
As¨ª defini¨® Castellano el sepelio de su amigo. ¡°Es que hab¨ªa una cantidad gente asombrosa en la calle¡±, insiste esta otra leyenda de Las Palmas. Toc¨® recuperarse, no hab¨ªa m¨¢s remedio. ¡°Su muerte nos doli¨® much¨ªsimo. Estuvimos mucho tiempo pas¨¢ndolo mal con el equipo hasta que nos volvimos a recuperar¡±, desvela. Se fue un amigo, un hermano, un futbolista descomunal y una personalidad desbordante, tan influyente como ninguna. Tambi¨¦n un futuro ¡°presidente¡±: ¡°Estando en la cl¨ªnica, malo de c¨¢ncer, nos dijo: ¡°Yo no jugar¨¦ m¨¢s, pero ser¨¦ el presidente de ustedes¡±. Siempre estaba mirando por la Uni¨®n Deportiva Las Palmas, por nosotros¡±.
Hoy sigue mirando, orgulloso, c¨®mo su legado permanece intacto. El peso de la leyenda no se olvida. La devoci¨®n con la que se habla de ¨¦l no lo permite.