¡°Guedes mandaba con su sola presencia sobre el campo¡±
En el homenaje a esta leyenda de Las Palmas, Diario AS recaba los testimonios de Antonio Cruz y Segundo Almeida, hist¨®ricos periodistas grancanarios.
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En ¨¦pocas de tanto hermetismo informativo, resulta imposible no sentir una envidia sana de aquellos tiempos pasados en que las relaciones entre futbolistas y medios de comunicaci¨®n estaban perfumadas de la m¨¢s absoluta normalidad, como nunca debi¨® dejar de ser. ¡°Ten¨ªa conversaciones con Guedes en el Estadio Insular despu¨¦s de los entrenamientos, en la salida de Preferencia del Estadio Insular, y la verdad es que era una persona muy entra?able. Daba gusto hablar con ¨¦l¡±, relata con precisi¨®n Segundo Almeida, hist¨®rico periodista grancanario, acaso rememorando un escenario impensable a d¨ªa de hoy.

Como motivo del 50? aniversario del fallecimiento de Juanito Guedes, nadie se dirige a ¨¦l sin el diminutivo, que se conmemora el 9 de marzo, Diario AS viene recabando desde el pasado martes distintos testimonios de testigos de primera mano de sus maravillosas andanzas futbol¨ªsticas. Para hablar del ¡®Mariscal¡¯, hoy hemos reunido los recuerdos de Antonio Cruz Dom¨ªnguez y del propio Almeida, dos leyendas del periodismo grancanario, que tantos momentos compartieron con el hist¨®rico futbolista grancanario.
¡°Era una persona parca en palabras. Y t¨ªmido incluso cuando estaba en grupo¡±, recuerda Cruz Dom¨ªnguez. ¡°Sin embargo, (se r¨ªe), en el campo era otra cosa¡±, remata.

La leyenda de Guedes empez¨® a forjarse en Tamaraceite, cuyo campo de f¨²tbol lleva hoy su nombre. A trav¨¦s de su familia pol¨ªtica, Cruz comparti¨® muchos momentos, desde tiempos inmemoriales, con el propio Guedes y los suyos. ¡°Lo conoc¨ª desde sus tiempos en Tamaraceite porque ¨¦l y su familia ten¨ªan muy buena amistad con un concu?o m¨ªo y con Gustavo Su¨¢rez, que era un destacado comerciante de Las Palmas de Gran Canaria Tuve relaci¨®n con ¨¦l cuando todav¨ªa estaba empezando¡±, relata el periodista. En seguida sinti¨® que estaba ante ¡°una figura¡±: ¡°Desde que era muy joven se hablaba de ¨¦l como de una futura figura, y no cabe duda de que cu¨¢ndo lo vi jugar ya se vio que iba para algo importante, como de hecho as¨ª fue¡±.
Segundo Almeida mantuvo tambi¨¦n una estrecha relaci¨®n con el mito a trav¨¦s de casuales encuentros en carreteras de la periferia de la capital grancanaria. ¡°?ramos casi vecinos ya que ¨¦l, Tonono y yo nos cruz¨¢bamos muchas veces en la carretera de Piletas y habl¨¢bamos de manera informal. Eso hoy no ocurrir¨ªa, seguramente¡±, recuerda con precisi¨®n de cirujano.
Su juego.
Como tambi¨¦n hizo Roque D¨ªaz en este mismo serial, Cruz recuerda un hecho muy concreto de su juego. ¡°Desde que estaba jugando en categor¨ªas inferiores en Tamaraceite ofrec¨ªa detalles. Ten¨ªa una gran visi¨®n de juego desde el centro del campo, y los lanzamientos largos que sol¨ªa hacer a los extremos...¡±, evoca.
¡°Era un jugador elegante, con una pierna izquierda maravillosa¡±, cuenta un emocionado Segundo Almeida, eternamente acompa?ado por su bufanda de Las Palmas, due?a absoluta tambi¨¦n de la cabecera de su cama. Destapando su infinita memoria, el recuerdo le lleva, para ilustrar c¨®mo era el Guedes futbolista, hasta el viejo San Mam¨¦s: ¡°La jugada que mejor recuerdo fue mi segundo partido como narrador, que me mandaron a San Mam¨¦s. El bal¨®n da en el larguero de Oregui y se le queda a los pies de Guedes. Juanito cogi¨® el bal¨®n en el ¨²ltimo minuto de partido, levanta la cabeza, ve a Gilberto I, que va corriendo como un gamo hacia la porter¨ªa contraria y se la pone a unos 50 metros, con una precisi¨®n extraordinaria. Iribar sali¨® a la desesperada y ya no lleg¨®. Yo me volv¨ª loco gritando el gol y al d¨ªa siguiente me dedicaron una vi?eta en el peri¨®dico. Nunca lo olvidar¨¦. Creo que fue la primera victoria de la UD all¨ª. Por aquel entonces ya empezamos a brillar en Espa?a¡±. All¨ª estaba ¨¦l como un clavo, siempre puntual a la cita con el micr¨®fono con el que narr¨® m¨¢s de 1.300 partidos de su amado equipo.
S¨ªmbolo.
En su charla con AS, donde solo hab¨ªa que dejarse llevar para que fluyeran memoria y recuerdos, Antonio Cruz quiso tambi¨¦n destacar el car¨¢cter de icono social que adquiri¨® Juanito Guedes hasta que el c¨¢ncer sesg¨® su vida con apenas 28 a?os. As¨ª, habla de ¨¦l como ¡°un s¨ªmbolo de Canarias¡±: ¡°Era un aut¨¦ntico defensor de Canarias y de Gran Canaria. Vivi¨® una ¨¦poca en que no es como hoy, donde la pol¨ªtica es abierta y no tan cerrada como entonces. Era un s¨ªmbolo de la canariedad porque era grancanario, defend¨ªa Gran Canaria y defend¨ªa tambi¨¦n a Canarias. Simpatizaba mucho con al Tenerife cuando no jugaban (se r¨ªe). Se sent¨ªa canario y de las siete islas¡±.
As¨ª, tanto Almeida como Cruz destacan que su fallecimiento y posterior sepelio se convirtieron en ¡°un acontecimiento social¡±. ¡°Incluso los medios de comunicaci¨®n se volcaron sobre el tema. Fue la gran noticia no solo a nivel insular y local, sino tambi¨¦n nacional¡±, asegura. Insiste, adem¨¢s, en el car¨¢cter masivo de la despedida de su amigo: ¡°Unos por curiosidad, otros por admiraci¨®n, otros por respeto y otros por agradecimiento. Efectivamente, aquello fue uno de los fen¨®menos masivos m¨¢s importantes que he visto en Las Palmas de Gran Canaria. No lleg¨® por supuesto a lo de la Universidad (se r¨ªe). Aquello fue toda la isla. Para Guedes fue multitudinaria. Tuvimos la desgracia de que al poco tiempo se nos fue Tonono, cuando Arucas se cubri¨® de gente¡±. Eran, claro, ¡°otros tiempos¡±. El f¨²tbol lo polarizaba todo. Y eso que Gran Canaria tambi¨¦n se destacaba por otras disciplinas. ¡°Eran otros tiempos. El f¨²tbol abarcaba y la gente l consum¨ªa m¨¢s como actividad deportiva. Hoy hay baloncesto, lucha canaria, sobre todo los deportes n¨¢uticos, los que m¨¢s gloria le han dado a Canarias, especialmente a Gran Canaria. Y el boxeo, con campeones nacionales, de Europa y del Mundo¡±, remarca.
Tampoco Almeida puede olvidar la multitudinaria despedida del ¨ªdolo. ¡°Me fui a P¨ªo XII y no cab¨ªa un alma desde el Hotel Santa Catalina hasta el club; todo estaba repleto. Era incalculable el n¨²mero de personas. La cantidad de gente era inmensa. Ten¨ªa un carisma tremendo, era un gran jugador y una gran persona¡±, relata
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Ni que fuera una premonici¨®n, Cruz recuerda una conversaci¨®n con otro hist¨®rico del periodismo insular como Antonio Lemus, tambi¨¦n fallecido, en la que empezaron a ser conscientes de que la enfermedad le acabar¨ªa jugando a Guedes la pasada m¨¢s mala de todas. ¡°Recuerdo un partido, contra el Espanyol, el ¨²ltimo que ¨¦l jug¨®. Entonces, me sentaba en el palco junto a Antonio Lemus. Me lleg¨® a decir con l¨¢grimas en los ojos: ¡°Anto?ito, este es el adi¨®s de Juan Guedes¡±. Y efectivamente, lo era. Despu¨¦s desgraciadamente, el proceso fue r¨¢pido¡±, rememora. ¡°Desgraciadamente, el proceso fue r¨¢pido. Nos queda la memoria de uno de los grandes. No digo el m¨¢s grande, pues creo que en f¨²tbol no hay uno m¨¢s grande sino muchos, como en el caso de Las Palmas¡±, terci¨® tambi¨¦n.
Siempre quedar¨¢ pendiente la respuesta de qu¨¦ hubiera sido de Juanito Guedes si Gran Canaria no hubiera estado tan ¡®lejos¡¯ de la Pen¨ªnsula. ¡°Estoy seguro de que si los viajes de entonces hubieran sido m¨¢s frecuentes, con los aviones de hoy, y el calendario de la selecci¨®n fueran tan nutrido en encuentros como en la actualidad, hubiera alcanzado f¨¢cilmente el medio centenar de internacionalidades, como poco¡±, apuesta. Es probable que ganara. El padre de Toni Cruz, hoy director deportivo del Albacete, va m¨¢s all¨¢ a la hora de comparar ¨¦pocas. De Guedes hasta Messi, la evoluci¨®n del f¨²tbol aniquila comparaciones para este admirador de Alfredo Di St¨¦fano. ¡°?C¨®mo puedes catalogar a un jugador como el mejor de la historia cuando, por ejemplo, los sistemas que se empleaban eran tan diferentes? Llegaban a ser un portero, tres defensas, dos medios y cinco delanteros. C¨®mo han variado la t¨¢ctica y la t¨¦cnica en el f¨²tbol¡±, dice. Y a?ade: ¡°En estos momentos s¨ª puede ser Messi el mejor del mundo. La pena de Juan Guedes fue la distancia. Antes hab¨ªa m¨¢s distancia porque los aviones no eran tan r¨¢pidos como hoy. En esa zona del campo, el mediocentro, hab¨ªa otros jugadores que destacaban, pero ¨¦l hubiera sido un titular indiscutible por muchos a?os en la selecci¨®n espa?ola¡±.
Preguntas que quedan en al aire en este mundo que cambia continuamente las respuestas. Si nos referimos a Guedes, todas ellas coinciden: una zurda de oro y un respeto imperial. Y el aura propia de los grandes mitos, allende el f¨²tbol en este caso, que se mantiene intacta 50 a?os despu¨¦s de su muerte. Larga vida a Juanito Guedes.