Lucas, Asensio y viceversa
Los extremos de un Madrid que recuper車 la solidez se repartieron los goles y las asistencias. Modric volvi車 a brillar. El Celta no tuvo pegada y perdi車 por lesi車n a Aspas.
Lucas, Asensio y viceversa. Los extremos devolvieron la normalidad al Madrid, que ya tiene un diagn車stico a su inestabilidad: se maneja bien ante los equipos que le buscan y pierde el conocimiento con los que le esperan. El Celta es de los primeros. Buen gusto, ciertas pretensiones, jugadores de buen pie, el prop車sito de no ganar de cualquier manera y muy poco filo si pierde a Aspas. La presa favorita de un Madrid m芍s inteligente que brillante, m芍s s車lido que artillero. Si fue tolerante con el Elche, al Celta no le pas車 una.
Como la proclama reza que persistir es ganar, hace ya un tiempo que las alineaciones del Madrid son mellizas. Tambi谷n los partidos: el rival allana su morada para robarle pronto y lejos y le ponen a Kroos, el navegador del equipo, un centinela para enfangarle la salida. As赤 que la cosa queda en un todo o nada. Si funciona esa primera l赤nea de presi車n, sale cara. Si el Madrid la salva, toca cruz. En medio minuto, en el amanecer del partido, sucedi車 lo uno y lo otro. Nolito puso a Aspas frente a Courtois con un Madrid desacomodado. La pic車 el pichichi y super車 al portero pero no a Nacho, que a la espalda del belga se hab赤a olido la tostada. Y en el retorno, Asensio escap車 de la trampa y entreg車 un env赤o de terciopelo al segundo poste que cabece車 Lucas V芍zquez, analg谷sico para todo, a la red. Una de esas jugadas en que los extremos se tocan. Uno de eso centros que se canjean por puntos. A Asensio no le gusta demasiado la izquierda, pero por ah赤 se le adivina un porvenir.
La volea de Carvajal
El Madrid recibi車, de salida, dos empujones. El primero es que tom車 al Celta como un equipo premium y para esas ocasiones luce pinturas de guerra. Con los de abajo, en cambio, se le caen los p芍rpados. El segundo es que Coudet ha tomado la calle de en medio y la ha convertido en avenida. Ha juntado a los buenos, les ha quitado los complejos y les ha dado la pelota. Un plan estupendo si se la quedan. Si se la quitan, regalan muchos espacios y ofrecen poco repliegue, s芍lvense Renato Tapia y el que pueda. En definitiva, el para赤so de este Madrid, cuyo principal defecto es la falta de paciencia (y de pericia) para abrir cajas fuertes.
As赤, el partido fue transform芍ndose en el sentido que indicaba el marcador, con una permanente propuesta del Celta y su centrocampismo de seda y una espera de gran felino del Madrid. Las expectativas fueron muchas y los resultados, pocos, porque el equipo de Coudet apenas encontr車 a Aspas, alfa y omega del Celta, al que el f迆tbol, fuera de Vigo, no se ha tomado muy en serio. Ni siquiera los seleccionadores. Pero es uno de los vips de esta Liga. Y el Madrid no encontr車 antes del descanso ocasi車n para meter un segundo zarpazo. Ninguna contra tuvo buen final. S車lo volvi車 a asustar con una volea de Carvajal, que le ha cogido gusto a la suerte.
La lesi車n de Aspas
La segunda mitad tuvo un inicio dram芍tico para el Celta. Despu谷s de una falta de Nacho, Aspas tuvo que retirarse con la mano en el muslo. Malo que dejara el partido, peor que no sea cosa de un d赤a. Ya se sabe c車mo le va al equipo vigu谷s sin 谷l. En un minuto se lo record車 el Madrid. Murillo meti車 un mal pase, se lo adivin車 Modric, que es brocha y pincel, prosa y poes赤a, y el asunto acab車 con Araujo contra cuatro madridistas. Esta vez el pase fue de Lucas y el remate, sencillo, de Asensio. El primer gol puesto del rev谷s.
Con aquello medio resuelto lleg車 Hazard. El plan, queda claro, es realojarle cuando la casa est谷 en orden. Ya habr芍 tiempo de que en orden la ponga 谷l. Ni con 谷l ni sin 谷l perdi車 el Madrid la aplicaci車n ni el orden. Eso anim車 a Zidane a abrir un poco la mano con ese fondo de armario que a veces parece un armario sin fondo. Volvi車 Odegaard, al que se hab赤a tragado la tierra, y hasta tuvo algunos minutos Mariano, para descargar la piernas de Benzema. Sin embargo, costar芍 que el franc谷s aumente la dosis de suplentes. La realidad le ha demostrado que no es no sean todos iguales, es que algunos ni se parecen.