La Liga del 71 a trav¨¦s de los ojos de un ni?o de ocho a?os

A cualquier valencianista de mediana edad, ver la portada del libro ¡®El Ni?o de Di St¨¦fano¡¯, de Paco Gisbert, le traslada inmediatamente a la celebraci¨®n del t¨ªtulo de Liga de 1971. La imagen de la Saeta Rubia se?alando hacia la grada, con los dedos ¨ªndices, el empate a uno que luc¨ªa el marcador del estadio Manzanares, en el partido Atl¨¦tico-Barcelona, y que le otorgaba el t¨ªtulo al Valencia, pese a perder en el estadio de Sarri¨¤, es ic¨®nica.

Sin embargo, ¡®El Ni?o de Di St¨¦fano¡¯ no es una cr¨®nica al uso de aquella temporada hist¨®rica para el valencianismo. Ni siquiera es un libro dirigido exclusivamente al aficionado del Valencia. Es un relato costumbrista que, a trav¨¦s del hilo argumental de aquella temporada futbol¨ªstica, desgrana c¨®mo viv¨ªa aquella sociedad de principios de los 70 en una ciudad de provincias, donde a diferencia de la actualidad, apenas pasaba nada en los 15 d¨ªas que separaban cada partido de f¨²tbol de Primera Divisi¨®n del equipo local. Una especie de ¡°Cu¨¦ntame¡± en clave futbolera, como lo defini¨® el escritor Rafa Lahuerta, en el que el protagonista principal tambi¨¦n es un ni?o de 8 a?os, obsesionado con el f¨²tbol y con su Valencia. ¡°La rese?a a Cu¨¦ntame es muy ilustrativa. En esa ¨¦poca la gente era muy feliz a su manera. Les bastaba con pasear, ir a comer un d¨ªa al mes fuera de casa, ir al f¨²tbol¡­¡±, se?ala Paco Gisbert, el autor de la obra.

M¨¢s all¨¢ del costumbrismo que impregna a todo el texto, la historia resalta el momento ¨ªntimo y casi rom¨¢ntico de un hijo que se siente ¨²nico por el hecho de compartir con su padre toda la m¨ªstica de acudir al estadio, presenciar el partido y volver a casa compartiendo impresiones de lo vivido en Mestalla. ¡°Es la historia de un a?o completo de un ni?o desde que cumple 8 a?os hasta que alcanza los 9. Todo para ¨¦l es f¨²tbol: sus juguetes, sus vivencias¡­ Todo acaba llev¨¢ndolo al f¨²tbol. Y lo m¨¢s importante, la vivencia del ni?o con su padre. Un padre, pluriempleado, que apenas tiene tiempo para sus hijos pero que ese rato de ir al f¨²tbol cada 15 d¨ªas, presenciar el partido, mano a mano, compartir esa pasi¨®n¡­ es un momento muy ¨ªntimo para el ni?o¡±, relata Gisbert. ¡°La historia est¨¢ estructurada en 10 partidos de la Liga 1970-71, en la que el Valencia acaba campe¨®n. Se trata de contar c¨®mo viv¨ª yo aquella Liga mediante an¨¦cdotas e historias del entorno en el que se desarrolla¡±, a?ade.

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No obstante, no es una historia interesante s¨®lo para los aficionados del Valencia. M¨¢s bien al contrario. ¡°Mucha gente de distintos equipos me ha dicho que se sent¨ªa identificado con ese ni?o, que la gente no se piense que es un libro muy local, enfocado s¨®lo a aficionados del Valencia¡±, comenta Gisbert. La diferencia no s¨®lo con el f¨²tbol, sino con la sociedad actual, es algo que se pone de manifiesto en el relato: ¡°Era otra ¨¦poca, ahora los ni?os conocen a los jugadores del todo el mundo por mil canales. Antes, uno se hac¨ªa futbolero en el campo, ve¨ªas a tu equipo en el campo, cada 15 d¨ªas, y alg¨²n partido que televisaban en la tele, casi siempre el Madrid. Por ejemplo, aparece un personaje en el libro que es Pel¨¦¡­ nosotros lo ve¨ªamos cada cuatro a?os, cuando hab¨ªa Mundial¡±.

Aquel Valencia que levant¨® la Liga del 71 ten¨ªa unas caracter¨ªsticas muy marcadas: ¡°Un estadio entregado, la gente animando, los jugadores comprometidos por la causa, con s¨®lo alg¨²n internacional que otro como Sol, Claramunt o Valdez. Utiliz¨® Mestalla como un fort¨ªn, s¨®lo perdi¨® un partido en casa, contra el Sevilla¡±. ¡°Yo comparo la Liga de 1971 con la de 2002. El Valencia no era para nada favorito pero se lo fue creyendo y acab¨® levantando aquellos t¨ªtulos. Detr¨¢s de cada t¨ªtulo hay muchos ni?os de Di St¨¦fano, de Ben¨ªtez o de Marcelino¡±, a?ade el escritor.

El Valencia actual est¨¢ muy lejos de aquellos que levantaron t¨ªtulos, algo que al autor del libro, valencianista de pro, le preocupa. ¡°La verdad es que aquel con el actual Valencia comparte muy poco. Para los actuales gestores esto es s¨®lo un negocio y han venido a llevarse la pasta y esquilmar el patrimonio del club¡±, asegura.