La Masia levanta la voz
El ilusionante debut de Mingueza y el buen f¨²tbol de Ale?¨¢, dos jugadores que entraron en prebenjamines en el Bar?a, son un mensaje para el futuro de un club en recesi¨®n econ¨®mica.


Lo dijo ?scar Mingueza despu¨¦s del partido. "Se lo dedico a mi gente porque s¨®lo ellos saben cu¨¢ntas horas de trabajo y cu¨¢nto sacrificio cuesta jugar en este club". A sus 21 a?os, el central cumpli¨®, con su partido aseado en el Olimpiyskiy, el sue?o de cualquier jugador de La Masia, m¨¢s si como en su caso entra en la edad de prebenjam¨ªn, a los siete. Casualmente, o no, Mingueza comparti¨® equipo titular con Carles Ale?¨¢ (har¨¢ 23 a?os en enero), otro futbolista que tambi¨¦n empez¨® en prebenjamines, que fue imagen de La Masia hace bien poco, en su edad de juvenil; y que ya se tuvo que ir a hacer la mili en el Betis. "Se lo merecen porque trabajan muy bien. Cuando lo haces bien te llegan las oportunidades. En La Mas¨ªa hay mucho nivel y estoy contento por ellos". Ale?¨¢ hablaba en plural porque Riqui Puig (21 a?os) y Konrad (19) tambi¨¦n debutaron en Champions. Y el Bar?a gan¨® 0-4.
La Masia levant¨® la voz en Kiev y hay cierto simbolismo en los minutos para Mingueza, Ale?¨¢, Riqui Puig y Konrad. El Bar?a, en grave crisis econ¨®mica, lleva a?os negando a la cantera de la que tanto presume. Escudado en el argumento de la exigencia de los t¨ªtulos, que hac¨ªa necesaria incorporaci¨®n de jugadores ya hechos y de rendimiento inmediato, la participaci¨®n del 'planter' en los ¨²ltimos tiempos hab¨ªa quedado mermada hasta el punto de que Sergi Roberto hab¨ªa sido, hasta Ansu Fati (18 a?os) el ¨²ltimo jugador criado en casa que se ha asentado en el primer equipo.
Puede que lo de Mingueza, Ale?¨¢ y Riqui en Kiev (falta el central Ronald Ara¨²jo que, con 21 a?os, est¨¢ lesionado pero ya forma parte del primer equipo) quede como una nube de verano pero, desde luego, permitir¨¢ reflexionar al club y, especialmente, a los candidatos a la presidencia del Bar?a. La renovaci¨®n de Messi y la guerra de nombres (Haaland, Mbapp¨¦) que se desatar¨¢ en la campa?a puede volver a esconder bajo la alfombra la obligaci¨®n de que el Bar?a vuelva a mirar abajo y se reencuentre con sus or¨ªgenes. Futbolistas con ilusi¨®n que conocen la idiosincrasia del club en el que han crecido, saben la tierra que pisan y la ciudad en la que est¨¢n; pagar¨ªan casi por llevar esa camiseta, para recuperar la ilusi¨®n del socio y enderezar el rumbo de la entidad.
Ser¨¢ clave aqu¨ª la labor de Koeman. El holand¨¦s, que hab¨ªa empezado lanzado en su apuesta por los j¨®venes, especialmente Pedri (18 a?os este mi¨¦rcoles) adem¨¢s de Ansu, hab¨ªa parado en los ¨²ltimos partidos, refugiado en la jerarqu¨ªa de las vacas sagradas que a¨²n permanecen en Can Bar?a pese a las marchas de Su¨¢rez, Rakitic o Vidal. El partido de Kiev puede ser el argumento definitivo para que el holand¨¦s suelte la cuerda a los m¨¢s j¨®venes. En el fondo, esa y no otra puede ser su gran ventaja para ser un entrenador de consenso para los futuribles a la presidencia.
No s¨®lo fueron los canteranos. Tambi¨¦n los que se comportan como ellos como Dest (20 a?os), cuyo empuje empieza a ponerlo por delante de Sergi Roberto; y como Pedri, al que casi podr¨ªa considerarse de La Masia por su condici¨®n de cul¨¦ de toda la vida y de su conocimiento del juego que ha permitido que el Bar?a venda un estilo y una manera de ser de cara al exterior. En Kiev, el Bar?a jug¨® con un once inicial con una media de edad casi seis a?os menor que la del equipo que sali¨® a recibir ocho goles frente al Bayern. No pueden compararse los rivales ni las situaciones. Pero s¨ª la ilusi¨®n que deb¨ªa hacerles a los protagonistas los objetivos en esos dos escenarios. Y, a hambre, est¨¢ claro que ganan los de Kiev. Y que La Masia levanta la voz con m¨²ltiples nombres propios. Al menos, para que se cuente con ella en un futuro inmediato.