Ronald Koeman y Messi, los perdedores del Cl¨¢sico
El holand¨¦s no ley¨® con rapidez el partido pese a su alineaci¨®n atrevida y el argentino suma su sexto Cl¨¢sico sin marcar goles ni asistir. A Leo se le acab¨® la gasolina pronto.
Koeman y Messi, los dos fact¨®tums sobre los que se deber¨ªa sostener el Bar?a a d¨ªa de hoy, fueron los dos grandes perdedores del Cl¨¢sico. El t¨¦cnico holand¨¦s fue atrevido con el once, pero ni acert¨® en la manera de dise?ar la contienda ni estuvo lo suficientemente diligente en los cambios. El argentino sum¨® su sexto partido ante el Madrid sin hacer un gol ni dar una asistencia pese a participar en el 1-1. Sin duda, una se?al de declive.
Pasadas las 14:30 horas, se confirm¨® que Koeman es un entrenador de principios. Valiente, prescindi¨® de Griezmann en el once y puso a dos menores de edad en el once, Ansu y Pedri; y a un rookie como Dest. No funcion¨®. Koeman quiso tener el bal¨®n, pero desplaz¨® de su posici¨®n a Pedri y a Coutinho, que estaba siendo un futbolista determinante en la din¨¢mica de juego como enlace de Sergio Busquets y De Jong. El Bar?a ya escap¨® lo suficientemente bien con el 1-1 al descanso. El penalti le termin¨® de romper. Koeman prefiri¨® esperar unos minutos para ver si el equipo se recompon¨ªa, pero perdi¨® el tiempo. Porque no tuvo empaque, f¨²tbol ni fe.
La falta de decisi¨®n de Koeman complement¨® lo de Messi, que ha pasado a ser un jugador de momentos. La diferencia es que empieza a no ser determinante en partidos que domin¨® casi con una pierna durante temporadas. Messi particip¨® en la jugada del 1-1, pero luego no pudo definir ante Courtois una acci¨®n que hace un tiempo fue rutina. Sigue siendo un jugador con una intuici¨®n ¨²nica, que aprovecha el error rival para sumar buenas acciones, pero Messi no puede escapar de su estatus ni de su salario que le obliga a hacer mucho m¨¢s y volcar los Cl¨¢sicos de su lado.
Messi y Koeman, cada uno en su departamento, resultaron insustanciales en el tramo final y, como dos grandes l¨ªderes del vestuario, eso le convierte en grandes responsables de la derrota. La ¨²ltima acci¨®n de Ramos, cort¨¢ndole una transici¨®n a Messi con un truco de barrio, fue el ep¨ªlogo frustrante a estos malos tiempos del argentino en los Cl¨¢sicos.