Nuevo derbi en plena guerra
El Villarreal, con m¨¢s presupuesto, fichajes y objetivos (16:00, Mov. LaLiga). El Valencia, sin Kondogbia y con el l¨ªo Gracia-Lim a¨²n coleando.
Si hubiera que definir la palabra derbi con un partido, con todos sus morbos, historias, exjugadores, roces y rivalidades, bien podr¨ªa ser ¨¦ste. Exceptuando el paciente p¨²blico, el Villarreal-Valencia de hoy re¨²ne todos los ingredientes que debe condensar un encuentro regional de m¨¢xima rivalidad. Mires d¨®nde mires hay una contribuci¨®n que lo hace m¨¢s interesante, pero sobre todo hay una realidad de la que depende el resto de ingredientes: es la primera vez que el Submarino tiene m¨¢s presupuesto (140 millones) que su poderoso adversario (120), es la temporada que ha realizado m¨¢s y mejores fichajes, en la que su proyecto goza de m¨¢s solidez y admiraci¨®n y en la que, m¨¢s que nada, tiene por delante un objetivo m¨¢s ambicioso. Roig y Lim han tenido mucha parte de culpa en este cambio de papeles (sigue el partido en directo en AS.com).
El duelo de los banquillos ser¨¢ lo m¨¢s atractivo. Emery se reencuentra con su Valencia, mientras que Gracia, que coincidi¨® con Unai en la Real, con el que intim¨® en Londres y frente al que jam¨¢s gan¨® en ocho duelos, vuelve a casa: jug¨® en el Villarreal y dirigi¨® a su filial. En este repaso de ex, Parejo y Coquelin vivir¨¢n, m¨¢s que el resto, un d¨ªa especial y extra?o. La ¨²ltima vez que disputaron este choque fue de blanco y dando un repaso a su rival, al que dejaron m¨¢s p¨¢lido que amarillo (3-0).
El Villarreal, pese a su empoderamiento por las sensaciones y el empate del Wanda, ha perdido a Gerard y a Estupi?¨¢n en el par¨®n. Los dos jugadores m¨¢s en forma. Chukwueze y Pedraza apuntan a ser los sustitutos, lo que dejar¨ªa a Kubo como revulsivo y a su inquieta pe?a de Madrid m¨¢s enfadada. El Valencia no podr¨¢ contar ni con la lista de la compra que ten¨ªa Gracia y no le hicieron ni con Kondogbia, objetivo del Atleti y azote de Murphy. As¨ª, deber¨¢ aferrarse a Maxi, a la resurrecci¨®n de Guedes y al orgullo que, generaci¨®n tras generaci¨®n, inculc¨® Espa?eta en ese vestuario.