Mertens rey de N¨¢poles
El jugador belga, que renovar¨¢ en breve, es el m¨¢ximo goleador hist¨®rico del club. De Laurentiis le ofreci¨® un contrato de dos a?os con opci¨®n a otro m¨¢s.

Hace un par de a?os, paseando por N¨¢poles en las noches de invierno, con un poco de suerte se podr¨ªa encontrar un tipo muy peculiar. Iba con gorro, bufanda, y repart¨ªa decenas de pizzas calientes a los indigentes. Meses (y cientos de entregas) despu¨¦s, se supo que aquel se?or era Dries Mertens. El belga es un gran trozo de N¨¢poles por detalles como ¨¦ste y no solo por haber sumado ante el Inter su diana 122, superando a Hamsik tras haber dejado atr¨¢s al mism¨ªsimo Maradona.
Nadie ha marcado m¨¢s goles en la historia de los azzurri, pero a Dries le apodaron 'Ciro' por algo m¨¢s. Mertens parece un homenaje viviente al 'Gennariello' del poeta Pier Paolo Pasolini. Recuerda a un scugnizzo de los barrios populares partenopei: tiene su misma irreverencia, aprendi¨® muy r¨¢pido el idioma napolitano y de su pasaporte belga ya no se acuerda nadie. Lleg¨® en 2013 como suplente y conquist¨® la leyenda sin prisas. Sarri, su rival en la final del mi¨¦rcoles, le cambi¨® la vida cuando le convirti¨® en falso nueve por necesidad, tras la lesi¨®n de Milik. De 'falso' no tuvo nada: en los ¨²ltimos cuatro a?os ha marcado 88 goles. Muchos fueron obras de arte, otros llegaron en grandes noches ('moj¨®' ante Madrid, Liverpool, Bar?a¡). Una historia de amor que estuvo a un paso de romperse hace nada. Su contrato caduca el d¨ªa 30, y el Inter estuvo a un pelo de llev¨¢rselo gratis.
De Laurentiis, que desembols¨® 14.000€ en una subasta ben¨¦fica para llevarse la camiseta con la que alcanz¨® el r¨¦cord de Hamsik, le llam¨® y logr¨® un acuerdo para al menos dos a?os m¨¢s. Lo anunciar¨¢n pronto, quiz¨¢s despu¨¦s de jugarse la Copa ante la Juve. Su adi¨®s habr¨ªa sido demasiado doloroso para los napolitanos, que saben todos d¨®nde vive.
Si quieren saludarle, solo hace falta ir al Palazzo Donn'Anna, en el precioso barrio de Posillipo, y esperar. Tarde o temprano, aparecer¨¢ por la terraza entrenando o tomando un vinito con su mujer Kat, disfrutando de las vistas. Y un ciao frat¨¦ est¨¢ asegurado.