"Celebramos el 7-3 con galletas y naranjada, nada de whisky escoc¨¦s"
Se cumplen 60 a?os de la final m¨¢s sonada de la Copa de Europa. Lo que no es tan conocido es que Bernab¨¦u disfrut¨® con sabor agridulce la quinta seguida.
Hoy se han cumplido 60 a?os de la final m¨¢s sonada de la Copa de Europa, con un once formado por Dom¨ªnguez; Marquitos, Santamar¨ªa, Pach¨ªn; Vidal, Z¨¢rraga; Canario, Del Sol, Di St¨¦fano, Puskas y Gento. Ese 7-3 del Madrid al Eintracht de Francfort, los 127.000 escoceses que abarrotaban las gradas de Hampden Park, los cuatro goles de Puskas, los tres de Di St¨¦fano, que la BBC repite cada a?o en Navidad el partido para deleite de los amantes del f¨²tbol vintage¡ Todo eso ya se lo saben ustedes de memoria y es innecesario reeditarlo de nuevo ni siquiera en un d¨ªa tan especial como es el 60 aniversario de aquella final irrepetible. Lo que no es tan conocido es que Santiago Bernab¨¦u disfrut¨® con un sabor agridulce esa quinta Copa de Europa consecutiva (hito jam¨¢s repetido por ning¨²n otro club). De hecho, los veteranos que a¨²n siguen vivos cuentan que la celebraci¨®n en el hotel de concentraci¨®n no tiene nada que ver con los fastos que ahora se acostumbran por lograr cosas con bastante menos brillo.
El equipo estaba hospedado en un hotel a las afueras de Glasgow, en Saint Andrews, en mitad de un bosque muy bonito pero en el que evidentemente no hab¨ªa ni bares y ni siquiera un t¨ªpico pub brit¨¢nico en el que poder acercarse para brindar por ese incre¨ªble 7-3 a los alemanes. Adem¨¢s, los escoceses empatizaron mucho con el Madrid porque en semifinales su Glasgow Rangers hab¨ªa sido vapuleado por el Eintracht (?con un parcial de 12-4!). Hubo un momento, ya de vuelta al hotel tras la gesta, en el que le pidieron a Don Santiago permiso para salir de fiesta hacia Glasgow. La negativa fue rotunda. Di St¨¦fano y Puskas lograron convencer al recepcionista del hotel para que al menos les dejasen tomar algo en la cafeter¨ªa del mismo. "Pues no te creas que pudimos tomar un buen whisky escoc¨¦s a pesar de estar en el pa¨ªs que mejor lo destila. Al final nos dieron unos refrescos, unas naranjadas y unas galletas. Nos lo tomamos con buen humor porque no quedaba otra", relata con cierto poso de nostalgia uno de los campeones de aquella espectacular final.
La nota m¨¢s simp¨¢tica la dio Marquitos, el c¨¢ntabro l¨ªder de una saga tremenda de futbolistas (padre de Marcos Alonso, ex del Atl¨¦tico y del Barcelona, y abuelo de Marcos Alonso hijo, ahora en el Chelsea). Los tres han sido internacionales. Pues Marquitos, que gan¨® las cinco Orejonas seguidas, se salt¨® la rigidez de la ¨¦poca y para cumplir una promesa apareci¨® en el avi¨®n al aterrizar en Barajas ataviado con una gaita y una falda escocesa. "Se lo hab¨ªa prometido al presidente y a los compa?eros que si gan¨¢bamos a los alemanes aparecer¨ªa as¨ª en Madrid". Lo curioso es que no ten¨ªa nada preparado. Pero Bernab¨¦u, a la ma?ana siguiente, le despert¨® en el hotel y le dijo: "Vamos Marquitos, hay que ir a comprar tu ropa escocesa". Y as¨ª fue. Es lo ¨²nico que arranc¨® la sonrisa al legendario presidente, que pese al 7-3 estaba con un poso de amargura por el fracaso en la Liga (gan¨® el t¨ªtulo el Barcelona de Helenio Herrera) y por vislumbrar que la etapa dorada de aquel irrepetible equipo ya iba tocando a su fin¡