Hitzfeld y las televisiones meten al Dortmund entre los grandes
Un serial que repasa a las grandes sorpresas de la historia del f¨²tbol, desde el Nottingham Forest campe¨®n de Europa al Leicester que conquist¨® la Premier.
Aunque la cabeza de un entrenador sea la primera en rodar cuando las cosas salen mal, nadie duda que su labor es vital cuando se alcanzan los objetivos fijados, aunque la gloria se la lleven generalmente los futbolistas. Brian Clough, Guardiola, Mourinho, Rinus Michels y Ernst Happel, entre otros, son claros ejemplos de que los t¨¦cnicos tambi¨¦n pueden dejar su nombre en la historia independientemente de las estrellas a las que hayan dirigido en sus equipos. Tambi¨¦n lo es Ottmar Hitzfeld, sin el que no se entender¨ªa la grandeza actual del Borussia Dortmund. Su llegada a la ciudad de la orilla del Ruhr en 1991, cuando los borussers llevaban m¨¢s de 30 a?os sin ganar una liga alemana, cambi¨® la historia negriamarilla para siempre. Aunque tambi¨¦n lo hizo una pol¨¦mica decisi¨®n de las cadenas televisivas alemanas...
En su primera temporada al frente del Dortmund, Hitzfeld hizo subcampe¨®n al equipo y lo clasific¨® para la UEFA del curso siguiente. Y he aqu¨ª uno de los momentos m¨¢s importantes de la historia borusser: la televisi¨®n germana hab¨ªa decidido no apostar por ninguno de los cuatro equipos alemanes participantes en aquella UEFA debido a la baja importancia de los rivales que les hab¨ªa deparado el sorteo. Por ello, se decidi¨® crear un fondo de 30 millones de marcos (13 millones de euros) y el equipo que llegase m¨¢s lejos ingresar¨ªa el 85% del dinero, y el resto se repartir¨ªa a partes iguales entre los otros tres representantes. Esa decisi¨®n, junto con la mano de Hitzfeld, que meti¨® al equipo en la final, en la que cayeron ante la Juventus, sirvi¨® para que el club de Westfalia llenara sus arcas y pudiera establecer las bases de un equipo campe¨®n.Con ese dinero fich¨® a Riedle, M?ller y Kh?ler, que junto a hombres como S?mmer, y Chapuisat, fichados un a?o antes, hicieron del Dortmund un equipo temible.
Tanto es as¨ª que con ese bloque el Dortmund se hizo un gigante en Alemania y gan¨® dos Bundesligas consecutivas en 1995 y 1996. Quedaba dar el salto en Europa. Y vaya si lo dio. A pesar de caer ante el Atl¨¦tico en la fase de grupos (los rojiblancos fueron los ¨²nicos que derrotaron al Borussia en aquella Champions), el equipo de Hitzfeld pas¨® a cuartos como segundo de grupo siendo el equipo m¨¢s goleador de la primera fase del torneo, con 14 tantos. En cuartos, el Auxerre no fue rival (4-1 en el global) ni tampoco el Manchester United de Sir Alex Ferguson, al que venci¨® por 1-0 en los dos encuentros de semifinales. El destino quiso darle una oportunidad de revancha al Dortmund tras la derrota en la UEFA y en la final, que se celebraba en M¨²nich, le esperaba de nuevo la Juventus de Marcello Lippi. En sus filas contaba con un Zidane y un Del Piero que estaban en los mejores a?os de su carrera.
La Juventus iba camino de lograr su segundo Scudetto consecutivo, era el vigente campe¨®n de la Champions y su recorrido en el torneo hab¨ªa sido espectacular. En las semifinales, Zidane hizo uno de los mejores partidos que se le recuerdan ante el Ajax, que junto a la Juve estaba considerado en ese momento el mejor equipo de Europa. Todas las casas de apuestas daban por favoritos a los italianos, que viv¨ªan los momentos m¨¢s dulces de su historia tras los a?os de Platini y Trapattoni.
En la final, Hitzfeld sorprendi¨® a la Juventus con su planteamiento. Lejos de intentar batallar en el medio del campo, le dio la iniciativa al conjunto italiano, m¨¢s acostumbrado a llegar al ¨¢rea rival por empuje que por el dominio de la pelota. El Dortmund por su parte, cambi¨® su sistema habitual para jugar con tres centrales y dos carrileros y poder salir mejor al contraataque por las bandas, sobre todo por la izquierda, donde estaba Heinrich, el mejor jugador de la final. Con esa puesta en escena, el Borussia se puso 2-0 en la primera parte gracias a dos goles de Riedle y la final qued¨® vista para sentencia. Del Piero y Rickens dejaron el marcador final en 3-1.
Aquella fue la primera Champions para el Dortmund que desde entonces, siempre ha sido considerado uno de los grandes clubes del continente. Para Hitzfeld, aquel fue el primer paso para igualar a Ernst Happel y convertirse en el segundo t¨¦cnico en ganar la Copa de Europa con dos clubes distintos: volver¨ªa a lograrlo en el 2001.