El PSV deja a la Quinta del Buitre sin Copa de Europa
Un serial que repasa a las grandes sorpresas de la historia del f¨²tbol, desde el Nottingham Forest campe¨®n de Europa al Leicester que conquist¨® la Premier.
Anomal¨ªa, d¨ªcese de un cambio o desviaci¨®n respecto de lo que es normal, regular, natural o previsible. No hay palabra que explique mejor lo que ocurri¨® en la Copa de Europa de 1987-88, en la que el PSV se proclam¨® campe¨®n de la m¨¢xima competici¨®n continental sin ganar un s¨®lo partido desde los octavos de final. Lo normal en el f¨²tbol, y en cualquier deporte, es que el vencedor de un torneo gane la mayor parte de sus partidos, sobre todo en la fase final, pero ese parec¨ªa un camino complicado para el conjunto que entonces dirig¨ªa Guus Hiddink, que encontr¨® en el empate y el valor de los goles fuera de casa un salvoconducto para ir superando a sus rivales.
No se puede hablar de sorpresa hist¨®rica en aquella Copa de Europa sin hablar antes del Real Madrid. El conjunto blanco, que estaba dirigido por Leo Beenhakker, hab¨ªa ganado dos ligas espa?olas consecutivas e iba camino de la tercera, y era el gran favorito para levantar la Orejona con un equipo en el que la Quinta del Buitre, liderada por Emilio Butrague?o, estaba en pleno apogeo. Gordillo, M¨ªchel, Camacho, Buyo, Hugo S¨¢nchez, Maceda, Mart¨ªn V¨¢zquez, Sanch¨ªs, Valdano y Santillana, entre otros, completaban una plantilla merengue de aut¨¦ntica leyenda. En aquella edici¨®n de la m¨¢xima competici¨®n continental nadie parec¨ªa capaz de evitar que los blancos conquistaran su ansiada s¨¦ptima Copa de Europa. Hasta que apareci¨® el PSV.
Los holandeses hab¨ªan eliminado con muchos problemas al Galatasaray y al Rapid de Viena en las primeras rondas, los dos ¨²nicos equipos a los que gan¨® un encuentro en todo el torneo. En cuartos, los pupilos de Hiddink tambi¨¦n lo pasaron realmente mal ante el Girondins Burdeos que lideraba Jean Tigana. El 1-1 en Francia en la ida fue suficiente para pasar la eliminatoria tras el empate sin goles de la vuelta. Despu¨¦s de tanto sufrimiento en estos tres cruces, superar al Madrid de la Quinta del Buitre en semifinales se antojaba casi imposible.
El partido de ida se jug¨® en el Bernab¨¦u. La afici¨®n madridista se las promet¨ªa muy felices cuando a los cuatro minutos ya mandaba en el marcador gracias a un gol de Hugo S¨¢nchez. Nadie imagin¨® pocos minutos m¨¢s tardes que el tanto de Linskens fuera a ser el ¨²ltimo de la eliminatoria. El Madrid fue superior pero no pudo perforar otra vez la porter¨ªa de Van Breukelen, guardameta de la selecci¨®n holandesa y gran h¨¦roe del equipo en aquella Copa de Europa, y tuvo que jugarse el todo por el todo en Eindhoven, la ciudad de la Phillips.
La estrategia del Hiddink en la vuelta fue sencilla. Poner el autob¨²s en la porter¨ªa y confiar en el poco acierto del Madrid. Un joven Ronald Koeman, soberbio, lider¨® una defensa que dejaba muy pocos espacios a los atacantes blancos y cuando estos consegu¨ªan superarla, se toparon con Van Breukelen, que par¨® todo lo que le llegaba e hizo una de esas actuaciones que pasan a la historia del f¨²tbol. Con el pitido final y el 0-0 en el marcador, los madridistas lloraban desconsolados sobre el c¨¦sped del Philips Stadion mientras el PSV celebraba el pase a la final, en la que se enfrentar¨ªa al Benfica.
Aquella final fue una de las m¨¢s aburridas de la historia. El partido, que no tuvo muchas ocasiones, acab¨® como no pod¨ªa ser de otra forma con empate a cero. Tras una pr¨®rroga igual de aburrida se lleg¨® a los penaltis, en los que Van Breukelen confirm¨® que hab¨ªa sido el mejor jugador del torneo. Detuvo el penalti decisivo a Veloso d¨¢ndole a su equipo su primera y ¨²nica Copa de Europa hasta la fecha y mantuvo as¨ª la maldici¨®n de Bela Guttman, que 36 a?os antes, asegur¨® tras ser despedido por el Benfica, que los lisboetas no volver¨ªan a ganar un t¨ªtulo europeo en 100 a?os. De momento van 58.